jueves, 24 de diciembre de 2009

VIDA!

VIDA




I

De repente fueron despertados todos los fuertes de las naciones, los poderosos de entre los guerreros, los dueños de los dueños y los fuertes de entre los más poderosos; parecía no haber salvación alguna, parecía no haber remedio, el mundo en el que habitaban todos los seres, ¡hasta los más minúsculos de la vida! Se estaba desvaneciendo; gota a gota esfumándose por los confines de la faz del abismo.

AVILÁN ABOC padre de los AVILANOS, de aspecto fuerte, con un andamiaje espeso y arrogante, su poder sobre la tierra tenía la capacidad de enceguecer y embrutecer al más sabio de los CUERDOS.

SOSOR SOSIR padre de los SOSOS, considerado este un tirano, cruel y despiadado que en su legado de existencias se atrevió a desafiar la profundidad de las tinieblas arruinando por completo la credibilidad de los CUERDOS.

POMNI PE padre de los PONÓPELOS conocido este por sus conductas variables y delicadas, por su acento tierno y engañoso dando la impresión de ser un amigo, resultando dominante y coercitivo; único con la potestad de dar muerte, sin ser identificado por un CUERDO.

Estos tres siniestros asesinos, todos dueños de la tierra, contaban el paso de sus generaciones, miles y miles habían pasado hasta ese día en que fueron despertados. Cada uno sabía que su Misión principal era reunir sus escuadrones de legiones, cada uno tenía claro el propósito de su compartido amo. ¡Por fin iban a estallar las iras! ¡Por fin iban a ejercer el propósito de su existencia! ¡Por fin los valientes renacerían y se sostendrían por la versatilidad de sus actos!

No tardaron mucho en reunir sus escuadrones de malignidad, sabían que contaban con la mayoría de los habitantes humanos que por su condición de humanos ya no poseían voluntad y estaban bajo el dominio de la voluntad de una aguja. Solo una parte de esa humanidad eran su tropezadero, solo un sequito muy mínimo de hombres bellos y elegantes; ninguno de todas las generaciones que conservara la pureza de su raza y la gallardía de sus actos; era la piedra por la cual habían sido hundidos en cieno espeso, por lo cual los hijos de sus generaciones nuevas no le conocían como padres, pues habían sido puestos en el olvido por los CUERDOS quienes no tenían amo ni señor conocido más aún respetado y admirado, -temido por todos-; Estos eran considerados los guerreros más fuertes y valientes sobre toda la especie humana. Era entonces la hora de la decisión final, era la disputa por el legado que vendría, era entonces el tiempo de valer la honra y el poder y para muy pocos había llegado el momento de evaluar el AMOR.

Habían pasado un millón dos mil generaciones en las cuales siempre estuvieron presentes los descendientes de AVILÁN ABOC, su generación fue llamada la de los AVILANOS; También siempre estuvieron presentes los hijos de SOSOR SOSIR padre directo de la familia de los SOSOS, como a su vez los descendientes del varón de las dos cadenas ligadas, el gran ilustre señor POMNI PE, genio de las maquinas asesinas que tenía por hijos los PONÓPELOS.

Llegada la hora del emprendimiento y de la organización de las vidas que por aquel tiempo transitaban la tierra para próximamente ser usados como instrumentos de guerra; surgió una discusión entre los tres fuertes de entre los más poderosos; tanto AVILÁN como SOSOR Y POMNI alegaban sobre la pertenencia de una familia a la suma de sus innumerables descendencias. Cada uno aseguraba que la familia TRANS era de su pertenencia y cada uno había elaborado su cuadro de planes contando con esa familia como instrumento de guerra para darle los mejores créditos a su amado amo, “conocido por los CUERDOS como el desastre de la vida”.

Sentados pues los tres, en una candente discusión, encontraron que en la generación tres mil doscientos quince, una doncella hermosa, descendiente de uno de los grandes de los CUERDOS fue capturada, violada y ultrajada, luego de un arduo combate por el ataque que habían hecho los tres siniestros asesinos contra la comunidad de los CUERDOS. En ese tiempo la mujer que en un acto de guerra fuera sorprendida por las logias enemigas, de a cuerdo a las reglas de la vida debía ser muerta, pero esta LALIA tuvo el infortunio de producir en los tres reyes de la tierra, en VILÓ MANCI rey de los AVILÁNES, en SILES DIQE rey de los SOSOS y en PEANUL PON rey de los PONÓPELOS, una cierta excitación y deseo de poseerla; los tres conociendo las reglas del ¡libro del terror! Y conociendo los poderes que de él surgían cuando se alteraba el ritmo de las normas, hicieron caso omiso de ello. Cada uno de ellos aseguraba tener el derecho de poseerla y ultrajarla hasta la muerte; VILÓ pretextaba haberla raptado de su tierra en un descuido de su madre, SILES aseguraba tener el derecho por el mal y los enormes desastres que el remanente de los CUERDOS le causaban y finalmente PENAUL siendo el más astuto de los tres llevó el candente debate a otro nivel, proponiendo la consumación de la pobre por los tres, pretextando ser ese el símbolo de la derrota generacional para el remanente de los CUERDOS por los siglos venideros. Todos derrotados por los virginales pechos de LALIA, por su esbelto y elegante talle; por la forma de sus labios abulunaditos y rojos como la fruta prohibida que entre más prohibida más rica se hace. Ante tanto despertar hormonal no pudieron resistirlo y al tiempo en el apoteósico castillo de los PONÓPELOS se enjuagaron en su lascivia y ardor carnal hasta que LALIA al parecer había expirado, luego fue arrojada al desierto de TRANS donde el sol esta tan cerca que fastidia la vida y se seca el alma. Al parecer la ex doncella no estaba del todo despedida de la tierra carnalmente viviente; algunos dicen que una serpiente vivaz la hizo suya remplazando el alma de su cuerpo; al parecer a partir de ese momento LALIA dejó de llamarse LALIA para llamarse SERÁ. Lo que se sabe de ella mientras su clan de CUERDOS hacían su respectiva ceremonia de luto y endechas es que esta corría por entre los cardos espinosos del desierto puesto que el dragón abominable de cada castillo eterno de los AVILÁNOS, SOSOS Y PONÓPELOS habían sido ordenados para desaparecer de sobre la faz de la tierra el nombre de LALIA CUERDO. Afortunadamente SERÁ la protectora de los CUERDOS en el desierto de TRANS o de los reptiles fue milagrosamente concedida para habilitar la vida del vientre que se gestaba, ocultándose en la cueva de la “tremenda oscuridad” durante casi nueve meses, en los cuales fue alimentada por la lluvia temprana y tardía que a su tiempo y hora llegaba; no se trataba de alimento humano, tampoco de alimento sólido; era un alimento único desarrollado en la cueva y visto por nadie en ninguna generación, ni antes ni después de este acontecimiento.

Llegados los días del alumbramiento las tres bestias feroces rodearon la cueva donde SERÁ se encontraba, mientras los dragones intentaban derrumbar y encender la cueva con sus volubles llamas. El dragón rojo de los AVILANOS encendió en completo furor y elevándose a lo alto, cayó con estrépito por sobre la cueva y ni aún así la derrumbó, por el contrario sus patas quedaron ancladas a la estructura de su cuerpo; de esa manera quedó inmóvil hasta el momento en que murió. Viendo eso el dragón Verde de los SOSOS, identificado por tener la llama más potente de todos los dragones, introdujo la llama más potente que de ser tan potente acabo con su vida; aún así no le propicio daño alguno a la mujer que estaba a punto de dar a luz; finalmente a la mujer le fue abierta una puerta trasera de la cueva para que escapara; mientras ella corría el dragón negro pensaba en la manera de impedir ese nacimiento, de lo contrario sabían que serían reemplazados y devorados por otros dragones y en su orgullo no cabía la posibilidad de aceptarlo. Cuando hubo pensado el dragón negro en saltar rápidamente sobre la cueva; en un vuelo ligero, a lo lejos miró una mujer con piel de reptil haciendo un esfuerzo gigante por correr mientras se retorcía de los dolores de parto. El dragón no dudó en seguirla con el miramiento claro de eliminarla al menor contacto posible.

Se acercó tan rápido como pudo y en segundos estuvo en sus talones para asesinarla, pero de repente una luz fugaz cubrió la mujer, la dotó de dos alas blancas que la elevaron por el cielo donde no pudo retener por un segundo más a su hijo. Las alas siguieron el rumbo del destino de la mujer; a lo lejos la comarca de los CUERDOS, observaban el acercamiento de algo espantoso y de mala impresión, cuando la mujer cayó suavemente en la comarca de su reino, todos sintieron nauseas por el olor a sangre fresca, todos vieron como LALIA Y SERÁ abandonaron el cuerpo de la mujer y se escabulleron por sobre el viento no dejando signo de nada. La misión había sido cumplida, nada podía molestar o perjudicar la vida de esa creatura hasta que llegara su vigésima tercera generación…

Una vez los fuertes de entre los más poderosos conocieron esta información, ardieron en ira y espanto y un terror silencioso cubrió toda la tierra; hubo silencio por algo cercano a una hora; el sentir expresado no era otro que deseo de muerte y exterminio sobre aquella familia pero se encontraban en la vigésima generación y por tanto la familia era inmune a esa maldad.

De ese tiempo a la generación esperada, estos tres precursores de la maldad, organizaron toda su estructura de guerra, mientras desestabilizaron gravemente el bienestar de los CUERDOS, haciéndolos vivir como seres aislados entre los hombres, ocupándolos en servicios viles y miserables y haciendo sus vidas ajenas y desdichadas en el mundo que los tres poseían y en los cuales tenían potestad. Los CUERDOS fueron víctimas de muertes violentas, de múltiples indiferencias, de escasez, de necesidad, de dolor, tortura, atraso, y todo lo indeseable que una vida pueda imaginar; sus hijos muertos a espada, por hambre, fuego; cautivos en un mundo que no les pertenecía; solo se conservaba un remanente pequeño que añoraba más la muerte que el infierno de hierro y bronce al cual los habían sometido.

Se aclara que de la elegancia y belleza que caracterizaba la pura raza de los CUERDOS, no era la misma en los descendientes que habían nacido del hijo de LALIA Y SERÁ cuyos padres eran los hijos de los fuertes de entre los poderosos de la tierra de la generación tres mil doscientos quince y cuyos nombres fueron VILO MANCI rey de los AVILANES, hijos del fuerte de los poderosos AVILÁN ABOC; SILES DIQE rey de los SOSOS, hijos del fuerte de los poderosos SOSOR SOSIR y PENAUL PON rey de los PONÓPELOS, hijos del fuerte de los poderosos POMNI PE. Ahora bien, en la vigésima segunda generación después del acontecimiento de la Doncella descendiente de los CUERDOS; el descendiente inmune a la maldad de los tres perversos, era una mujer de 17 años, (edad en la cual su súper súper bisabuela fue ultrajada y quedada preñada del trió amoroso que formaron alrededor de su pulcra especie). Esta joven, de aspecto imponente, alta, voluptuosa muy bien torneada y esbelta, con una mirada vivaz como la de su padre VILO MANCI, con un intenso negro, grueso y lacio cabello; unas cejas bien pobladas y estructuradas de acuerda a la brusca y exótica belleza de su rostro, en eso era muy parecida a su padre SILES DIQE; para completar la blancura de su piel parecida a la de la leche fresca, heredada de su madre LALIA y confirmada con la genética de su padre PENAUL PON y ni que decir de la astucia y perspicacia, heredada de su madre SERÁ.

No se especifica mucho de ella, pero se conoce que a partir de sus 17 años entró en un estado de depresión aterrador, sus padres murieron al filo de espada por los sanguinarios hijos (POMNI PE) de la época. Toda la sociedad lamentaba su esquizofrenia aunque nunca más supieron de ella; excepto hasta después de su muerte, donde se conoció que había concebido de varón COMÚN un niño muy particular.

II



Minimo creció en medio de un sueño imaginario, mientras su madre fue puesta en el olvido por su propia parentela; este nunca pudo fusilarla de sus pensamientos, creció con la idea que su madre era un cuerpo flotante de muchos componentes de la vida; para él su madre jamás fue la persona que murió al mismo tiempo en que mínimo tuvo hálito de vida.

En sus pensamientos siempre contemplaba otra vida; de niño acostumbraba soñar con un monte desértico, Pedroso, rodeado de rocas áridas y bastante secas, en sus sueños siendo un niño de 5 años causaba gran mal a los adversarios de aquel monte, quienes eran hombres avanzados en edad con mucha potestad, fuerza y poder. Minimo en sus sueños lanzando una piedra muy pequeña e insignificante derrumbaba grandes montañas de piedras enormes pertenecientes a cada uno de esos hombres malos con aspecto de reyes necios (barbados, grandes y de cabellos blancos amarillentos); estos en contraataque lanzaban contra Minimo enormes cantidades de rocas con el fin de destruirlo pero nunca podían afectarle.

Una vez hubo cumplido sus catorce años comenzaron a sentirse los ataques de sus tres grandes enemigos; los tres espíritus enfermos por hacer valer el poder que veinte siglos atrás el CUERDO HAEL hijo del admirado, ascendencia directa de la clase de MINIMO le había arrebatado cuando en una noche torrencial, invadida por espesas tinieblas; se juntaron sobre la faz del abismo los catorce principados de la luna media, poseedores del conocimiento y sabiduría de la vida, cada uno de ellos anciano, con un aspecto desbordante y aterrador, todos de cabellos blancos, lacios y blancos con extrema blancura; todos se encontraban flotando sobre la faz del gran abismo, todos tenían las reglas claras, todos tenían el sentido de la vida en sus manos y propósitos, pero se tenía que tomar la decisión final, la decisión que involucraría el triunfo sobre el espíritu AGEO, grande en poder y muy conocido entre los COMUNES por forjar la vida hacia un camino interminable, vacío y lejos de toda satisfacción –“la muerte”.

En el fondo del penoso abismo fue traído al medio de los catorce principados, mientras ellos discutían con sus miradas y hablaban un lenguaje mental bajo una lengua extraña pero sonora como la multitud de aguas en desesperación que daban la impresión de desvanecer cualquier alma, menos a aquella que tenía voluntad propia, la única de entre todas las generaciones pasadas y venideras.

Una vez fue acordada la sentencia, sin ningún movimiento en el aire, ni siquiera un parpadeo de ojos por parte de los allí presentes fueron desatadas las cadenas que oprimían a AGEO y le fue entregada la potestad sobre los vivos, sobre aquellos que excedieran sus actitudes y molestias. AGEO era una masa blanca, descolorida y desteñida, suave en el aire y ligera por donde se desplazaba; no tenía ojos, ni le funcionaban sus sentidos; él era en todo su esplendor una maquina perversa, programado solo para ser la marioneta y la intercesión de las existencias humanas, de repente, ¡en una distracción de mis ojos! Fue entregado un vaso de cristal que descendió de la profundidad del abismo, dentro del cual se encontraba un rio de sangre helada, que de tan helada al menor soplo del viento formaba una capa externa de códigos que solo el espíritu de la muerte(AGEO) entendía. No recuerdo más, sin darme cuenta, en el más mínimo parpadeo desapareció del alcance de mis ojos la forma del personaje hablado.

Hubo luego un silencio profundo, muy profundo y sobrecogedor, el frio inundo a todos los presentes, incluso los principados parecían no poder soportar el dolor de una presencia grande y temible; una fuerza negra ascendía de sobre el fondo del abismo, era una fuerza que persuadía la intención del mando a hacer lo contrario de lo estipulado en el contrato del fuego. (El contrato del fuego parecía ser un florero de pétalos cristalinos que ardían continuamente, dentro del cual se encontraban siete hachas de poder). De repente, esa fuerza abrazadora se fue recogiendo lentamente, comprimiéndose por entre los aires hasta formarse como un caparazón grueso y demasiado fuerte, tan fuerte que nada ni nadie podrían quebrantar jamás, en un momento ese enorme caparazón se puso en frente de los principados; como el contrato de fuego estaba puesto en medio de la reunión; por si solo levantó cinco de las hachas, sosteniéndolas en el aire. Cuando eso ocurrió, el enorme caparazón se transformó en doce jinetes sin caballo, cada uno con características muy parecidas. La primera hacha les concedió la tarea de merodear la tierra y sojuzgarla sin compasión alguna. Cuando fue recibida la segunda hacha, el aspecto de los doce jinetes se cambio por el de tres moluscos hambrientos; el primero tenía ojos amarillos y dientes demasiado largos pero frágiles. El segundo tenía ojos negros, demasiado negros pero no tenía boca, ni nariz; solo oídos. El tercero era el de aspecto más aterrador dado que sobre sus doce extensiones tenía llantas en forma de cierra que no paraban de girar en forma continua, su boca era demasiado pequeña para su cuerpo y sus ojos eran tapados por las plagueras que caían sobre sus frentes pero en sus oídos se encontraban siete colmillos que cerraban y abrían constantemente y al hacerlo se producía un sonido de eco que movía una pluma en el viento, se escribía sobre el viento bajo letras invisibles los acontecimientos de la historia que cada segundo registraban muchos ecos, demasiados ecos mientras la pluma se movía al son de los mismos. Cuando los jinetes se convirtieron en esas figuras tan extrañas fueron galardonados con la omnisciencia para destruir y desgarrar la cordura de los CUERDOS. Cuando se dio paso a la entrega de la tercer hacha, esas figuras monstruosas se hicieron seres demasiado hermosos, la belleza era su virtud principal, fueron quince varones con aspectos de hombres letrados e intelectuales pero sobretodo muy elegantes y muy finos y a cada uno le fue entregada una Nación en la tierra de los COMUNES, su poder permitía conmocionar el mundo hasta la muerte. Cuando se dispuso a entregar la cuarta hacha un gemido largo y agudo desespero a los allí presentes, en sus rostros se reflejaba angustia y mucha desesperación hasta que desaparecieron los quince hombres con aspectos de intelectuales y apareció un dragón grande y temible, un dragón bestial, lejos de la cordura y del razonamiento y quien lo conducía era una mujer muy sensual, de cabellos negros y labios oscuros, llena de embriaguez y complacida por la altura de la bestia, la cual le permitía ver con claridad los cuatro puntos cardinales de la tierra con sus respectivos fundamentos. Finalmente al entregarse la última hacha, la quinta de entre las levantadas por el contrato de fuego se conmovieron los cimientos de la tierra y los grandes héroes y los grandes reyes fueron humillados, la bestia fue despedazada y su conductora violada y torturada hasta la sepultura eterna por las mil generaciones que faltaban para completar el término del contrato.

Luego hubo paz, una paz agraciada, nada era malo, todo era paz. De un momento a otro se levantaron los principales para recibir al CUERDO de los cuerdos, al nato de los innatos. Sobre los allí presentes vinieron relámpagos, destellos, torbellinos y muchísimos truenos, descendió de la intemperie de lo muy alto una legión de llamas puras que rodeaban un cristal enorme y sin igual, no parecido alguno a nada, no referente en ojos algunos para ser contado, ¡solo visto!

El CUERDO de los cuerdos era una armadura protectora; elaborada bajo la mejor construcción de piedras preciosas y talladas en todas sus perfecciones por el precioso fuego linguido de las purezas ancestrales. Al momento se compaginaron como en uno solo el contrato de fuego, la armadura y el cristal y al momento una voz de una niña tierna y delicada dijo “la vida se ha formado y es deber de los hombres hacer uso de la séptima hacha que es la de la salvación”; entre tanto el hacha se elevo sobre el refulgente cristal y fue puesta en medio de chamizos y animales ponzoñosos y muy peligrosos, de donde el único con la capacidad de sacarla y volverla a meter sin ocasionarse heridas o daños era el CUERDO de los cuerdos. Pasado esto todo se hizo tinieblas, tinieblas muy oscuras y un apagón enorme cayó sobre todos los seres de la especie humana, no hubo luces, ni salvación. Después de esa noche el cuerdo HAEL, logró condicionar los excesos de poder que tenían los tres fuertes de entre los poderosos. Todo quedó escrito en el contrato de fuego y adjuntado al libro del terror (este libro era el único que podían leer los asesinos, ya que no podían soportar el contrato de fuego, de lo contrario se convertirían en mascotas humanas).

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Finalmente la noche en que cumplió sus diecisiete años, tiempo en el que moriría como producto de la maldición que caía sobre el linaje de las doncellas violadas por los tres nobles o reyes del planeta-cosmos-, según el contrato así lo estipulaba al decir “mujer que intimara con los tres poderosos de las naciones sería maldecida por su existencia y las edades de sus generaciones serían el número de años que pasaron hasta que se ultrajó y contamino su ser.

Esa noche MINIMO había compartido con sus amigos en el reformatorio, pues por lo de sus alusiones y extraños sueños nadie lo consideraba una persona normal y por supuesto ¡jamás lo fue!; pasado el día de su cumpleaños y llegada la noche; siendo las siete de la noche, se percibía cierta incomodidad en el ambiente, nadie estaba tranquilo ni seguro, había un cierto inexplicable temor y miedo de esos que los COMUNES suelen sentir a ratos.

Se habían reunido AVILÁN ABOC padre de los AVILANOS, SOSOR SOSIR padre de los SOSOS y POMNI PE padre de los PONÓPELOS, habían acordado incitar a AGEO que pusiera fin a su termino de existencia cumpliendo con lo que estaba prescrito en el contrato. Cuando la muerte (AGEO) a las doce de la noche procedió a ejecutar su rutinaria hazaña sobre los hijos de los COMUNES; (pero ninguno de los cuatro sospechaba que algo había cambiado y para su sorpresa cuando la muerte estaba entrando en el aposento de MINIMO) no pudo acercarse a 10 metros de distancia dado que una fuerza lo cauterizaba haciéndolo débil e impotente de traspasar ese vidrio enigmático que cubría el andamiaje corporal de MINIMO. De repente vio como una luz que iniciaba en el cerebro de MINIMO le mostraba que todas las generaciones de su linaje que habían sido antes de él habían tenido efecto en la maldición de los diecisiete años porque en todas, luego de la primera generación (el hijo de LALIA Y SERA) nunca hubo un hombre y por tanto MINIMO al ser el primer varón luego de tantas generaciones de mujeres rompía por completo la potestad de la muerte sobre su descendencia según lo estipulado en el “contrato de las reglas de la vida y de las maldiciones”.

El furor de los fuertes de entre los más poderosos produjo cambios climáticos radicales, pues se desbordaron muchos ríos, en diferentes lugares de la tierra se ocasionaron remolinos, huracanes, inundaciones, temblores, terremotos y hasta incendios. Tanto así que al día siguiente de los diecisiete años de vida de MINIMO la humanidad estaba toda compungida, todos lloraban a sus muertos y culpaban a Dios de la injusticia de sus actos; nadie entendía que pasaba, pues el señor AGEO se había llevado más de las tres cuartas partes de toda la población de la ¡humana tierra! No hubo monstruo suficiente para explicar lo acontecido, los pocos vivientes atribuían el hecho a un cambio de tiempo en la era, a cualquier cosa, unos aseguraban ser ese un castigo de Dios, otros expresaban su desmotivación por la vida en medio de tanto dolor y lagrimas cuando en realidad todo fue causado por la no muerte de MINIMO y por las rencillas casadas desde la generación tres mil doscientos quince de las un millón dos mil generaciones que habían pasado por sobre la faz de la tierra.

Pasados unos días de aquel histórico acontecimiento sobre los hijos de los hombres; Estaba MINIMO recostado sobre una silla mecedera, dura y vieja, de aquel cuarto frio y húmedo que le habían asignado por ser en aquella época una carga estatal para la población de los COMUNES, ¡siempre perennes e idiotizados en todas sus generaciones!; con su aire siempre sereno, como si nada le doliera, como si nada sintiera y dejando resbalar su saliva por entre sus labios, cayó en un sueño placentero, bueno, no se sabe si realmente fue un sueño, pero fue lo que él mismo explicó después de haber sido visitado por la razón. Pero lo que nunca supo MINIMO fue que estando acostado sobre aquel tiesto de silla, un hombre en estado de envejecimiento, ¡como caído del cielo!; su aspecto grande, muy grande y ancho de espaldas, con un cabello claro envejecido acompañado de una sonrisa tierna y de unos ojos muy cristalinos, ¡demasiado cristalinos! Puso su mano derecha sobre la cabeza de MINIMO y en una lengua angelical de las primeras generaciones que pisaron la tierra lo transportó por entre un túnel, que parecía no tener fin, dentro de ese túnel destellaban cientos de colores y formas elípticas a su alrededor. Hasta que llegó a una habitación muy grande, minada de sumo silencio y completa paz, parecía un salón desocupado, pues no había movimiento alguno en él, que llamara la atención de MINIMO, el tiempo en ese instante parecía nunca haber corrido, todo se sentía tan simple, tan claro, tan sencillo que MINIMO se sintió diferente, algo extraño paso en él. Una vez tuvo conocimiento de quien era, fueron abiertos sus ojos de poder y en cuestión de segundos, como en un relampagueo de ojos, miró solo por un instante, en una milésima de segundo, un atrio elevado, suspendido en el silencio y la paz, ocultado por una cortina que reflejaba la luz inaccesible de una esfera gigante que mostraba la silueta del atrio por sobre el velo, como una clase de sombra promulgada en medio de tanta luz.

En ese mismo instante una fuerza muy potente que tenía forma de hombre entró en él; no paso un instante cuando otra fuerza similar a la anterior que tenía forma de animal feroz y destructor le atravesó su corazón y permaneció allí; alejado ya de sus cávales, en ese mismo instante sin que pasara un ruido entró la tercera fuerza en forma de serpiente con cabeza y tronco de guerrero liderando un cetro de luz en la única mano que salía de su frente.

De su interior una fuente de agua brotó, despedazando su cuerpo entre mil partículas atómicas que luego se unieron y dieron forma a un nuevo ser. Las palabras que primero oyó en voz ronca y fuerte fueron las siguientes: “no tendrás compasión de ninguno, por tu mano cumpliré mi propósito”; al instante fue transportado sobre una roca a una noche, una noche oscura y serena, no habían estrellas, ni suelo; todo era suspensión, solo se encontraba un camino de pasos a su vista; la roca resbalándose por entre el espacio, lo dejó en un camino muy estrecho, un camino que para transitarlo se debían adquirir mil formas y asumir cientos de condiciones y pruebas demasiado difíciles y dolorosas. Dejado sobre un piso invisible, (todo era invisible a su alrededor), él sabía que había un camino porque así lo sentía, de repente sintió su carne y a su postrado muchas montañas en medio de fuego ardiendo de manera implacable; no había mucho tiempo, debía transitar lo más rápido posible porque el suelo se desvanecía a su paso; de repente oyó una voz angustiada que le grito “corra”, sus pies empezaron involuntariamente a correr, cual atleta nunca ha sido visto entre los COMUNES. Le fue soltado en su cacería un monstruo horrible, grande y muy veloz; mientras corría una voz en su oído le decía lo que debía hacer, llegado a un tramo final la voz le dijo SALTA, él saltó pero vio muy cerca al temible y horrible monstruo, sintió miedo y resbaló, afortunadamente de manera muy veloz se apoyó sobre sus manos, levantando su cuerpo y siguió el camino, ya con cierta pericia, pues no necesitaba de la voz que lo guiara; una especie de instinto, tacto o mejor aún discernimiento guiaba su paso y por si solo sabía donde debía actuar con más precisión. Dentro de ese inicio, habían piedras a mucha distancia en suspensión, el tenía que saltarlas todas y correr, no podía parar, no podía descansar, de hecho su cuerpo no sentía cansancio; luego contempló a lo lejos de sobre esos abismos y fuegos; un castillo blanco, elevado, de acabados y talles muy curiosos, con una elegancia arquitectónica indescriptible. Pero mientras más se acercaba a la casa, más se complicaba pasar el camino; hubo un momento en que el monstruo arrojó un chorro de espesa saliva sobre MINIMO y generó cansancio en él, pero ya la casa estaba cerca y un impulso vivaz motivó su esfuerzo de alcanzar la casa; casi que flotó por el aire cuando tuvo que dar su último salto de entrada, lo hizo con una rapidez que era casi imposible verlo a través del aire; al entrar al castillo, la luz encandiló sus ojos, pero su cuerpo se movía en dirección a las escaleras que tenía a la vuelta de la entrada el gran castillo blanco; en ese momento la velocidad de aquel monstruo aumentó tres veces más de lo que estaba antes, casi que tocaba los talones de MINIMO mientras se subían las escaleras a velocidades sorprendentes “(si tan solo lo alcanzara acabaría con su vida y con el rumbo de su destino)”; subió hasta que las escaleras terminaron en un tercer piso, había un pasillo largo y oscuro, todo estaba vacío y en silencio; al fondo del pasillo había un portón enorme, un portón grueso y agigantado; en ese momento la angustia y la temperatura aumentaron, MINIMO corrió lo más que pudo, haciendo su mayor esfuerzo y cruzando la mitad del pasillo aparecieron en sus manos las llaves para abrir el gran portón, las llaves eran gigantes, casi un brazo de él. Cuando se detuvo para abrir la puerta, el monstruo se dispuso a devorarlo, ya casi encima de MINIMO, cuando abrió la puerta y los dos (MINIMO y el monstruo) entraron. Al estar dentro, esa bestia encogió su cola y se postró sobre el suelo, tapando sus ojos y gimiendo; MINIMO por tanto se sorprendió de ver unos niños hermosos volando, danzando y cantando alrededor de un anciano de aspecto de rey, que daba la impresión de temor y respeto, con puras y blanquísimas barbas; sonrió a MINIMO mientras mandó a reprender a aquel monstruo atormentador al son de una mirada lenta y espaciosa por entre el aire del castillo con dos de sus fuertes y callados servidores que vestían como dos monjes puritanos (con largas y anchas túnicas café rojizas), luego de eso fue atendido por cientos de servidores del anciano, todos ellos hermosos y en extremo misteriosos y en silencio, solo se limitaban a servir y a obedecer las órdenes que corrían por el aire, las cuales solo ellos oían. Hasta que en medio de tantas atenciones, se vio puesto en un jardín donde había muchos árboles frutales, mientras se paseaba por entre ellos y deleitándose de las gigantescas y deliciosas frutas, se percató de la presencia de un hombre a su lado, que de tan alto no tenía rostro, pues MINIMO no alcanzaba a vérselo,ni subiendo su cara en extremo,pues le resultaba imposible. Había al otro lado del jardín un terrado de plata como suelo y entre ese suelo unas piscinas no muy grandes de aceite trasparente con visos dorados muy cerca al sol; pues a ese lado del jardín el sol parecía uno más de esa comunidad de seres especiales. La orden a MINIMO que le impartió el hombre que de repente estuvo a su lado, el mismo que de ser tan alto no tenía rostro visible, solo un tronco promulgado hacia el espacio aéreo fue la siguiente: “sumérgete en el aceite”; el hombre lo acompañó y desapareció mientras MINIMO se sumergió. Se sentía tan relajado y feliz, que por muchas horas estuvo sumergido en casi todas las piscinas de ese aceite que encontró a su paso. Al salir definitivamente, su cuerpo brillaba como luz y tenía un aspecto diferente, pues era más grande y lucia fuerte y perfectamente bien hecho; la belleza y elegancia se adjudicaron a su ser. En ese lugar el tiempo parecía no tener efecto, pues toda la permanencia de MINIMO en aquel lugar era la misma de cuando entró, no había cambios, ni en temperatura, ni ruidos, ni sonidos, todo transcurría igual. Luego Minimo fue llevado a la sala donde había entrado por primera vez junto al horrible monstruo y frente al hermoso y sabio anciano. Sin proponérselo inclinó su cabeza en son de reverencia y escuchó con la voz con que un papá le habla a su hijo, lo siguiente: “te he dado mi sello y mi fortuna, ahora tu deber es seguir la meta que te he trazado”; en ese instante fue abierta una puerta trasera, en su ser MINIMO sabía que debía pasarla, sentía miedo pero fue fortalecido con una armadura dorada que estaba acompañada de un anillo nupcial con un diamante de brillo único y un collar con un diamante tallado en forma de libro, el cual si se abría se revelarían los misterios de la vida, pero fue prohibido abrirse, solo se abriría en caso de extrema necesidad, en casos de muerte, angustia y desesperación; de lo contrario ningún ser en la tierra podría abrirlo o destruirlo. Al cruzar la puerta, todo era tinieblas, habían a sus pies toda especie de bichos raros, culebras por doquier, eran cuartos húmedos, con muchos COMUNES desplegados sus cuerpos muertos por entre las paredes y los techos, habían muchas cadenas y mucho fastidio al estar allí, lo único que alumbraba eran el diamante del collar que proyectaba una luz verde muy bonita y resplandeciente; tuvo que tomar la espada para acabar con la sanguijuela, las arañas y las negruras de bichos y culebras que intentaban pegarse a su cuerpo, con su espada de guerra se las quitaba de encima con mucha facilidad, hasta que llegó al final de esos cuartos asquerosos y detestables, donde había un abismo y en su espacio flotante cadáveres de toda especie de animales salvajes, dinosaurios, leones, lobos, aves sin número, reptiles en todos sus tamaños, perros, cerdos y en fin muchos cuerpos de animales suspendidos sobre la faz de ese abismo. Sin escapatoria de ese desastroso lugar, imploró ayuda y vio como de lo alto y rodeado de una luz gloriosa descendía hasta el lugar donde él se encontraba un CORCEL de extrema blancura, con alas enormes y un cuerno bien puntudo en su frente; mientras descendía bramaba con mucho ánimo, tenía una expresión de felicidad y sabiduría que impartía a MINIMO tranquilidad y confianza. Juntos alzaron el vuelo.

III



Mientras la cantidad innumerable de cuerpos animalescos flotaban; apareció un sujeto todo blanco, montado sobre un dragón blanco con una furia que reflejaba en sus ojos viles y refulgentes. Cuando Minimo miró hacia atrás vio a este hombre blanco a seis pies de distancia y se impactó, dado que la boca del hombre blanco se hacía más grande entre más se acercaba, con unos colmillos de hielo azulado que giraban en su círculo bucal. La desesperación se hizo grande, puesto que esa bestia blanca era muy grande y veloz, Corcel conocía el camino que debía conducir, y pese a que esa velocidad excedía los limistes de Corcel, siempre se guardó una distancia hasta que se vio una ciudad pequeña y dorada, una vez fue vista, el camino se hizo más lento, las velocidades no eran las mismas, había mucho pánico y temor por parte de Minimo, en un momento de lentitud, el animal arrojó a corcel lava blanca y corcel perdió el equilibrio cayendo cerca a la ciudad, lo bueno fue que una capsula invisible que cubría la ciudad los entró a ellos y cuando la bestia y el sujeto blancos lo hicieron estrellaron y cayeron en la consumación del vacío y la sequedad.

Cuando despertó Minimo y corcel, se encontraban en una fuente de agua cristalina, donde los peces hablaban y secreteaban muchas cosas entre sí. Al momento, tanto Minimo y corcel ojearon el camino de la fuente, vieron un abrevadero donde se encontraban seres muy extraños, eran como una combinación entre la especie acuática y humana, mientras el agua terminaba de sanar las heridas de Minimo y Corcel una creatura mediana, de cabellos oscuros y largos narraba la historia de una mujer, de manera muy cronológica y detallada, se refería a su voz de canto, al poder que le había sido otorgado, a la perfección de su sabiduría, entre otras virtudes mencionadas; la lengua en que esta mujer refería esas cosas era diferente a la de Minimo, lo sorprendente era que en su gran mayoría Minimo entendía con mucha claridad; y pasó que mientras más entendía Minimo; este y Corcel se hicieron un solo cuerpo que se incorporó en la estructura ósea de Minimo sin alterar su belleza humana.

Luego un señor gigante sin rostro, los recogió en un auto de colores, muchos colores con visos dorados. Comenzaron a pasear la ciudad, todas las calles eran de metales y diamantes finísimos, más que el oro puro, había gran felicidad en el corazón de Minimo, hasta que llegaron a un templo, de donde fluía el agua que daba inicio a la quebrada que atravesaba toda la ciudad dorada.

Al entrar al templo, ya no había señor sin rostro, se encontraba Minimo completamente solo, sumado en un gran silencio. En ese momento se subió un velo rojo, dejando al descubierto un pergamino azul rey y una voz que dijo “tómalo”; al cogerlo Minimo fue vinculado a otro “mundo”, en ese mundo tenía 18 años.

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Apareció en un cuarto estudiando y aprendiendo muchas cosas, al salir de la habitación se dio cuenta que tenía una familia pobre conformada por dos hermanos y dos hermanas mayores, y que su país era uno de esos, de esos países del sur de la tierra, se encontraba iniciando una carrera universitaria y tenía un ritmo de vida como cualquier adolescente de su época, ¡nada diferente a lo que se vive hoy en día!; pasado un tiempo corto, fue invitado por uno de sus amigos a un lugar diferente a los medios comunes de la historia, en ese lugar recordó de manera inédita su pasado, su ascendencia, LA DE LOS CUERDOS!, recordó cada detalle de lo que había pasado con su familia y sus generaciones. De manera continúa siguió asistiendo a aquel lugar, hasta que pasados tres meses fue lleno de un poder, que lo facultaba de discernir las intenciones de la gente, de convencer a las personas y de hacer otras muchas cosas, le fue otorgado un poder muy grande, sumamente grande, que fue alimentado con deseos del bien, pues pasaba que entre más bueno y perfecto en su actuar era, más hermoso y poderoso se volvía; ¡pues ese era el secreto de su potente poder!

Mientras Minimo tomaba camino a su casa, en un momento inesperado, la tarde se hizo demasiado oscura y torrencial, en ese momento sobre los vientos huracanados, aparecieron sobre los vientos torrenciales los fuertes de entre los más poderosos, ahí estaban AVILÁN ABOC padre de los AVILANOS, SOSOR SOSIR padre de los SOSOS, y POMNI PE padre de los PONÓPELOS, con estruendos aterradores, estos tres de manera bestial y con voz apoteósica, conocían que en unos años Minimo sería el más fuerte de todos y le propusieron: “hemos rebajado nuestra alteza al pasar por el tiempo de los tiempos para que dejando nosotros que seas uno de los grandes en toda la tierra que poseemos y no te falte ni gloria, ni trono, decidas servirnos y obedecer nuestra voluntad, regalándonos el poder que te ha sido concebido”; en ese momento Minimo sin pensarlo dos veces respondió negativamente en una lengua aborrecible por ellos. Dada su repuesta, se hizo un torbellino grande, muy grande en los cielos de aquella oscuridad espantosa y un ataque muy grande fue lanzado contra Minimo, pero una coraza protectora que brotó de sus entrañas devolvió el ataque desapareciendo en ese momento a los tres rufianes, en seguida vino la luz, y la tarde transcurrió sin que nada hubiese sido notado por los COMUNES.

Al día siguiente Minimo recibió un correo en su casa, donde le informaban de un viaje al exterior con motivo de profundizar sus estudios por el curso de seis meses,

Este viaje le fue otorgado por su excelente conducta académica en sus estudios universitarios. A la semana siguiente, al llegar a la ciudad de destino, un señor, de elegante vestuario, al verlo, se impactó de su apariencia y talle físico; lo siguió por el destino que tenia Minimo en aquel aeropuerto, lo miró y le sonrió, Minimo con mucha seriedad siguió adelante en su camino, luego, este sujeto en su lengua le preguntó que para donde iba, y siguieron una conversación, donde este le dijo que le interesaría mucho trabajar con él, puesto que Minimo le recordaba su hijo muerto, en cuanto a su apariencia física. Este sujeto era un cineasta, considerado uno de los hombres más grandes en influyentes en el ámbito empresarial, con un capital muy grande y con un profesionalismo minado de mucho talento. Este sujeto le dijo a Minimo: ¡yo nunca me equivoco cuando veo una persona y sé que tienes mucho para dar!, ¡además en mi larga edad es la primera vez que lo hago!; Minimo respondió, “la verdad los propósitos de mi vida son completamente diferentes a los que usted menciona, yo la verdad no ve veo como actor o como artista, eso no es conmigo, para mi actuar es la idiotizacion de la personalidad humana, eso no es para mí, muchas gracias, pero me tengo que ir”. Este sujeto le insistió en la necesidad de volverlo a ver y se quedo con él; se portó como un padre muy especial y le propuso enseñarle todos sus conocimientos, en ese momento, este sujeto se encontraba trabajando en el desarrollo de cinco películas, las comentó con Minimo y para su sorpresa, Minimo poseía gran habilidad para desenvolver guiones y trabajar en ese medio. Entre los dos desarrollaron cinco películas, donde el actor principal en todas ellas era Minimo, haciendo papeles completamente diferentes, durante esos seis meses, muy aparte de sus estudios,- motivo del viaje que había hecho-, Minimo aprendió a elaborar guiones, a dirigir películas, a manejar con perfección todo el equipamiento de cine. Por esos días Minimo informó a su ya magnate amigo que una de sus pasiones era escribir, y le mostró las 35 obras literarias que tenia elaboradas, pero en sí, sentía un gran temor de publicarlas todas, pensando que ninguna de ellas tendría éxito propio, lo hizo y de hecho logro su trabajo literario impresionar en gran manera, pues fueron publicados sus escritos; el éxito fue total, todos los gremios literarios estaban conmocionados de la manera tan particular y tan clara de redactar y pintar escenarios por medio de letras; a la semana siguiente, la producción literaria de Minimo había constituido un record insuperable por muchos, casi toda la humanidad hablaba de sus libros y de sus historias, muchos buscaban simbolismos y explicaciones de vida, era algo muy particular, que gustaba mucho a la gran mayoría de la gente. Todo el mundo se preguntaba acerca del autor, dado que su literatura fue escrita de manera anónima, él no se dio a conocer.

En el auge de su fama literaria, las cinco películas protagonizadas por Minimo se encontraban en el cine, todos querían ver esas producciones cinematográficas; el éxito fue demasiado completo, todos querían conocer el anonimado personaje que conmocionaba a la gente en sus actuaciones y libros. Por esos días, la familia de Minimo se dio cuenta de sus éxitos y quisieron compartir con él, pero no había suficiente tiempo, dado el tiempo limitado de Minimo para descansar. A los tres meses siguientes, para gran sorpresa Minimo aparecía nominado a los premios Oscar, como mejor actor de cine, mejor guionista y mejor director; meritos que el sujeto que para ese momento era como su padre había reconocido en él. Y no solo eso, fue nominado al premio Nobel de manera simultánea. Estos hechos escandalizaron a toda la humanidad y la gloria del pueblo natal de Minimo donde había sido recluido, saltó en destellos de júbilo y felicidad. ¡Todo fue un completo agasajo!

Dado el tiempo, Minimo viajo, recibió mucho dinero, muchísimo dinero, se convirtió en un empresario muy poderoso, dado que el sujeto que lo descubrió, pasado un corto tiempo fue invadido por un cáncer maligno, por lo que antes de morir dejó todos sus bienes al entonces enaltecido Minimo.

Minimo entonces ya no era el ser pobre, de pobre familia, dado que estaba codeado de las grandes esferas económicas e intelectuales del universo, Minimo era un apasionado por el estudio, y a su vez era muy dinámico, mientras se preparaba intelectualmente en sus profesiones, se desempeñaba como director de cine, empresario, en todo ello tuvo gran éxito, hasta que pasado unos meses, el mundo se encontraba en alerta, dado que se estaba por firmar un negocio sumamente grande, donde solo tenían competencias los países del norte y sus grandes empresarios, por lo que Minimo no fue invitado. Pero faltando apenas un día de la licitación del gran negocio, Minimo viajo hacia aquel país y en lengua Árabe convenció a esos Nacionales que él era la mejor opción, Minimo no necesito de traductores, ni de ayuda ajena; era demasiado inteligente, demasiado sabio para conducirse en ese tipo de caminos. Todo el mundo estaba expectante de lo que sucedería, ya Minimo lo tenía todo, era el hombre más rico y millonario sobre la faz de la tierra a sus veinticinco años de edad; era poseedor de un atractivo único, era hermosísimo, tanto así, que en ese tiempo se le dio por organizar un reality show con los mejores cantantes del mundo, aquellos catalogados como best sellers en el ambiente musical. Así las cosas, él mismo elaboró el formato del reality, la convocatoria fue mundial, hubo un cantante por cada país, uno femenino y uno masculino, el propósito para seleccionar el mejor cantante del mundo consistía en cantar canciones de otros cantantes ahí presentes en las noches de gala, de esa manera el mundo entero, a través de líneas gratuitas iba decidiendo que cantantes pasaban las eliminatorias. El premio de ese gran evento era el respaldo a un millonario proyecto, que se hacía a la fundación liderada por el artista en el país de origen; es decir, si ganaba un Latino, el proyecto por la duración de un año se extendería a todo un país, para beneficiar socialmente a la población que el artista así quisiese. Por ese estilo se premiaría al ganador.

Mientras, ese proyecto se ponía por obra, a Minimo se le ocurrió hacer un concurso de carácter mundial, donde de cada país se seleccionara el hombre más bello y sabio del mundo, para ello seleccionó los hombres que por su trayectoria académica, se seleccionaban para aplicar todos las pruebas de inteligencia, a través de concursos, juegos, roles y otros… la premiación para este evento, era un triunfo de país, dado que para el concurso el candidato debía llegar con una propuesta que beneficiara su país, y perfeccionarla durante el tiempo de concurso que eran aproximadamente tres meses. Brutos no, decía Minimo, brutos no!!!; solo hermosos y sabios, muy hermosos y muy sabios y ese fue el nombre del concurso, ¨hermosos y sabios¨.

Minimo era el conductor de los dos programas que desarrolló casi que de manera simultánea, encontraron entonces todos los candidatos de cada país, pero no se encontró fuerte en el país de Minimo; entonces lo postularon, luego de hacerse rogar por un par de días. El concurso fue genial, la inteligencia de Minimo, sobresalió en todo tipo de actividades, el requería asuntos más complejos, pero no los había y por ende criticaba fuertemente el jurado. Llegado el tiempo de la premiación, se encontraban en el escenario los cinco finalistas, entre los cuales se encontraba Minimo, estaban ahí, un Italiano, un Griego, un Americano, un Argentino y Minimo del país ignorado.

Realizaron la ronda de preguntas y dado que los otros hombres eran un poco más altos, Minimo era más sabio que todos juntos y su belleza era enigmática, era hermoso en extremo, un cuerpo bien trabajado, con un vello muy bonito y sexy en todo su conjunto, que lo hacían deseable ante los ojos de mujeres y hombres que lo admiraban, incluso Minimo era provocativo para hombres que en su vida jamás habían decidido fijarse en un ser de su misma condición sexual.

Se ejecutó el proyecto de Minimo por haber sido el ganador, muchas Naciones pretextaban que había sido arreglado el concurso, pero al tiempo se convencieron de su labor y gestión en su país, donde Minimo dio otro estatus a su país, al trabajar con la educación de su población, se trataba de una educación que sobresaltaba la dignidad de sus habitantes, haciéndolos muy admirados por sus modales y pensamientos sociales; Minimo construyó una ¡real sociedad!

Casi que por el tiempo en que concursaba, se excedió en sus labores y compromisos, para atender el reality show ¨best Singer world¨; Para el tiempo de las semifinales del programa, de cada categoría (hombre / mujer), quedó un representante de los cinco continentes del mundo, es decir, un hombre y una mujer de Latinoamérica, otro de Norteamérica, otro de Europa, Asia, Australia etc.



Quedando solo cinco hombres y cinco mujeres, las eliminatorias se excedieron por el mundo de manera apoteósica, todos tenían que ver con ese programa mundial de televisión, siguieron las eliminatorias hasta que quedaban solo tres cantantes hombres y tres mujeres, y siguieron las eliminatorias con toda la creatividad que Minimo conducía. Hasta que solo quedó un hombre y una mujer de continentes diferentes, ambos ganaron pero se identificaron muchas preferencias, por cuanto la mujer ganó el primer lugar.

Terminado eso, ya habían pasado muchas cosas en la vida de Minimo; a él no le faltaba nada, todo lo tenía, no faltaba familia, no faltaba amor, no faltaban amistades, no faltaba dinero, no faltaba diversión, ni nada de lo que pudiera desear su alma en ese estilo de vida que lideraba; y en fin, era un hombre muy completo. Pero él se sentía vacio, reflexionaba sobre su vida y se dio cuenta que había puesto en el olvido su vida primaria, sus deseos de adolescente, las voces que lo guiaban y había olvidado el momento en que fue transpuesto al mundo de los idiotas. Pues en su linaje de sabios, al estar en el país de los idiotas, pues como es lógico, fue puesto como el ser más grande y poderoso de ese mundo!

Esa noche Minimo en su cansancio de vida, se acostó con una tristeza de corazón que él no entendía, en ese momento cerro sus ojos y en milésimas de segundo vio la presencia de un varón de ropas blancas que lo intimido por completo ante tanta omnipotencia, y una voz que le decía ¨donde tu estas, yo te he permitido estar; ¡ahora trabaja para mí!



Atónito por aquella situación tan nueva para él, buscó nuevamente el lugar de sus comienzos, donde se sintió inspirado, sintió tranquilidad y mucha paz; pero había una guerra muy grande, era una guerra con todo tipo de seres extraños, seres olvidados y desvanecidos de toda maldad.

Por ese tiempo Minimo soñaba con un guerrero muy malo y muy fuerte, lleno de odio hacia él, y siempre que combatían. Minimo luchaba como un guerrero experimentado en las artes de defensa, y siempre la lucha quedaba empatada, siempre peleaban igual.

Por aquel tiempo la gente de su país empezó a criticarlo, puesto que Minimo al ser el hombre más rico y poderoso del universo, su país no tenía un buen nivel de vida, ante eso todos juzgaban y saturaban al pobre Minimo.

Para ese momento, los hijos de los fuertes de entre los más poderosos, empezaron a combatir a Minimo, inventando todo tipo de calumnias de su vida intima, Minimo con mucha frescura hizo una publicación extensiva de todo lo que su poder le permitía conocer de la gente que lo asediaba de una manera tan vulgar. Al día siguiente de dicha publicación muchos fueron los que se suicidaron…

Terminado ese episodio de la vida de Minimo. Entró en un trance de vida entre dos mundos, Donde tenía un mejor amigo, y un eterno rival, eran dos fuerzas extremadamente poderosas, cada una jalonaba por vías completamente opuestas, cada fuerza tenia consigo ejercito de escuadrones y combatientes de valor, hasta la sangre.

Y pasaba que mientras Minimo vivía su vida humana como tal, de la manera más arbitraria y extraña, empezó a vivir otra vida, era una vida de lucha, de guerra continua, de enemigos horribles y poderosos por doquier, enemigos que tenían el dominio de las cosas del mundo, se trataba de los mismos enemigos que por muchas generaciones habían oprimido a los CUERDOS, se trataba de los hijos de los tres enemigos a muerte de Minimo, los cuales no eran de carne, eran los tres espíritus dominantes del siglo y querían a todo dar, acabar con la descendencia de Minimo y por ende la de los CUERDOS.

Minimo para ese entonces, se trasladó a su ciudad natal, donde se refugió en la muy pequeña comunidad de CUERDOS, que muy lentamente iba creciendo, Minimo como era un gran intelectual, hizo unas publicaciones de libros donde proponía el manejo que debía dársele a su país, montaba estrategias y como siempre, proponía soluciones, fueron muchos los libros que publicó, de muchos temas, entre los cuales habían novelas, poemas, poesía, y otros estilos literarios que a Minimo le apasionaba escribir. Los publicó y no paso una semana cuando las casas editoras de Minimo tenían records en ventas, traducidos todos los trescientos cuarenta libros de esa producción a todos los idiomas del mundo. Se decía de Minimo que era el escritor que ponía a leer a la humanidad, se decía que su estilo no tenia referencia en el pasado, se decía también que sus libros no eran suyos, sino de algo desconocido, algo oculto que se los daba. Minimo en las entrevistas nunca respondía eso, es más, nunca daba una entrevista, siempre hablaba de todo ello en términos generales.

Un día tuvo Minimo un acercamiento con su mejor y jamás visto Amigo; Minimo se encontraba meditando, mientras una luz le decía, ¨se te ha concebido poder y sabiduría, se te ha concebido grandeza y belleza, se te han dado las armas de fuego, pero ven aquí Minimo que te mostraré lo que preparan tus enemigos para ti!, debemos pensar en la salida para que este mundo no perezca de la manera que nuestro enemigo quiere; tú fuiste elegido, porque eres el equilibrio de las generaciones, eres el punto intermedio de todos los seres humanos que han pisado la tierra, si los contáramos ahora, tu estarías en la mitad de su censo, porque todo se dispuso desde mucho antes que nacieras, desde mucho antes que se pensara la vida…¨ en ese momento, Minimo fue transpuesto a un lugar tenebroso, horrible, escuchaba gemidos y mucho dolor y represión se sentía en ese lugar, montado sobre su corcel que apareció de la nada nuevamente y en compañía de su mejor amigo, viajaron por el olvido para descubrir el plan del esforzado enemigo, pero para Minimo era muy difícil conocerlo, no le alcanzaba el entendimiento ni el poder, su enemigos en uno eran muy difíciles. Mientras volaban, el Amigo de Minimo le dijo ¨solo cree¨, inmediatamente Minimo se vio en el aire, y una cantidad de bestias volátiles, con picos largos y dientes afilados que lo seguían para devorarlo, Minimo en lugar de seguir, miró hacia sus pies y vio un vacio que lo desmayó.

Eran la cinco de la tarde, en la casa de los cuerdos, había mucha preocupación porque Minimo había caído de los cielos, casi muerto, hervía en fiebre y sudaba a montones, agua muy helada, demasiada helada, era algo muy extraño para su familia, la familia que le había sido asignada en ese tiempo.

Ese pues, fue un ataque que dejó a Minimo muy mal, pasado un mes, Minimo se había recuperado con tal ligereza, que todos quedaron anonadados; pero lo que no se percató, fue que en ese momento de la caída, recibió el espíritu de la fuerza y la valentía. Ya Minimo no tenía miedo de nada, estaba dispuesto a no defraudar nuevamente a su amigo, se sentía nuevo y listo para combatir sin ningún temor, tomó el liderazgo de las cosas y se fortalecía espiritualmente como ningún otro de su parentela. Estando pues en su país, dado su poder económico y su capacidad de liderazgo, su mejor amigo volvió a verle, pero esta vez en un sueño, donde le aconsejaba participar en la política de su país, Minimo jamás había pensado en cosa semejante, jamás, pero lo hizo, porque no tenía miedo y porque tenía al mejor amigo.

Nada fue fácil, mientras muy pocos lo querían al mando de su país, los mas, intentaron asesinarlo en varios atentados, pero siempre Minimo salía victorioso, siempre bien librado, dado que la amistad del Amigo era algo incomparable. Pasado el tiempo de la campaña, Minimo fue elegido como la máxima autoridad política y administrativa de su país, Minimo tenía mucha cancha en el trabajo de organizaciones, y comenzó lentamente a examinar cada uno de los componentes de su gobernación. Empezaron los cambios en su país, pero como los países internacionales querían a como fuera lugar seguir atando al país por medio de prebendas y deudas externas, cuando Minimo quiso romper eso, se llegó a pensar de una guerra, con para el entonces país mas rico y poderoso del mundo. Pero con su sabiduría Minimo condujo las cosas y empezaron los cambios en su país, se había rodeado de toda su parentela para gestionar ¨LOS CUERDOS¨, y por ende los cambios fueron muy significativos, primero, el nivel de vida de su gente cambio radicalmente, todos accedían sin problema alguno a la carrera que querían y a cuantos estudios quisieran obtener en su vida, el único compromiso era que debían trabajar con y para su país; de esta manera Minimo realizó un programa de vida para su gente, que iniciaba desde la edad cero, a la edad cien, cada una estaba vinculada por lo que debían hacer sus ciudadanos en ese momento, por ejemplo, en cuanto los niños en sus inicios escolares, hasta la edad de los diez años, lo conocían todo, les mostraban de una manera muy detallada todo los campos de acción y los iban perfilando para trabajar en sus profesiones que iniciaban a la edad de los doce años, tenían acceso a cinco idiomas, crecían con esos conocimientos, se enfocaban desde pequeños en todo, para que a la edad de doce años, ellos pudieran escoger lo que les gustaba y/o apasionaba mas, a la edad de quince años ya eran profesionales y se especializaban de manera que a los dieciocho ya tenían que producir ganancias para sus país (empezar a pagarle al país lo que él había hecho por ellos). El censo hecho por Minimo, era un sistema que registraba desde los hospitales, los seres que nacían y morían, y a cada uno les llevaban un control, a si que si alguien no quería ocuparse en nada, nada tendría, el albedrio era haga lo que más le gusta, el país le daba todas las herramientas y ellos salían adelante. En cuanto a la salud y otras ofertas estatales, las personas vivían muy bien. Como era entonces el auge del capitalismo, Minimo expuso su país a todo tipo de inversión, haciéndolo muy atractivo para las Naciones extranjeras, nadie quería invertir, por lo que Minimo, siendo el hombre más rico y poderoso, trajo su capital y invirtió como único socio en muchos proyectos que salieron de los CUERDOS, y de de los estudiosos. Pasados dos años, el país era el mejor en cuanto a calidad de vida, (pues no había pobreza), sino que era considerado un país hermoso en demasía. La religión era politeísta, pero como para Minimo solo había una creencia, era la creencia de los CUERDOS, esa religión la adoptó todo el país, sin ser impuesta por alguien, todos lo quisieron así y la felicidad y prosperidad cimentó ese país de manera muy grande sobre todos los otros países.

Dado que el dinero era muy importante para la época, le pareció bien a Minimo cambiar ese sistema dentro de su país, pues antepuso las capacidades de la gente, las virtudes de los seres humanos al dinero de su país. De esa manera, las personas con mas capacidades intelectuales, artísticas, literarias, y en fin, en todo tipo de pericias en cualquier ámbito de la ciencia, fuera cual fuera, tenía reconocimiento social, ya no era por el que más dinero acumulado en un banco tuviera, sino por la capacidad constructiva de cada individuo, por sus hazañas y talentos y por la aplicación, protección y defensa de los valores de convivencia.

Ese sistema en su país, escandalizó al mundo entero, pero era el juego que Minimo había querido jugar, los resultados de esa hazaña, hicieron que todo el continente latinoamericano, se acoplara al sistema educativo del país de Minimo, se acoplara a su sistema económico y en fin. Al ver el país la capacidad de Minimo para sacar de la “olla a un país enfermizo” y de recaídas continuas, optó por reelegirlo, Minimo no quería, se opuso a ello, entonces su Amigo le dijo, ¡no hay otro que lo haga, sigue tu!; Minimo pues obedeció a su mejor y único Amigo y todo fue un éxito completo. Empezó Minimo por viajar a otros países y manejar las relaciones internacionales con otros países, respetando la soberanía y las costumbres de cada pueblo –eso no fue fácil-, ya que mientras otros países se vinculaban sin problema alguno, otros solo querían acabarle y matarlo movidos por el dominio que ejercían sobre ellos sus antecesores y adversarios…. Calumniándolo y haciéndolo vil para muchos… pero él seguía… (siempre pasaba que mientras Minimo se encontraba en este tipo de situaciones, en su otra vida empezaba a pelear con monstruos y a combatir demonios muy fuertes y poderosos, por lo general Minimo siempre salía victorioso, pero algunas veces de esas guerras a muerte, salía de combate muy herido, muy mal, ese era pues el mundo espiritual de Minimo con sus grandes enemigos, pasara lo que pasara en ese mundo, Minimo tenía que mostrarse fuerte y sin problema para que todo siguiera andando sin dificultad alguna y para que ninguno de los CUERDOS dejara de trabajar en aras del bien…

Pasado un año, todo el Occidente se alió a Minimo y a sus Ideas, a los meses siguientes el Este, y pues como el Sur ya había sido añadido a su campaña. El único país renuente, fue el país del norte, donde por la rebeldía y arrogancia de sus Gobernantes, las personas se estaban muriendo lentamente de hambre, pues a si mismo se había bloqueado internacionalmente y habían entrado todo tipo de enfermedades y epidemias a aquel país. Hasta que llegó un día, donde uno de los CUERDOS, habitante del país del norte, decidió hacer campaña para gobernar ese país, nadie daba un voto por él, puesto que no le conocían; pero en la angustia de los habitantes de aquel país, este Joven logró lo inimaginable, fue elegido por todos como el Gobernante, se abrieron entonces la puertas para Minimo y al permear sus ideas, ese país del norte cambió, permaneció bello en extremo, y su gente volvió a optimizar sus nivel de vida, bajo condiciones no muy diferentes a las ya vivenciadas por ellos.

Para ese momento ya todo el mundo en su conjunto, vivía sin problema alguno, todos estaban muy bien ubicados, trabajando cada uno en sus talentos de vida, en sus preferencias y de esa manera no había nadie que se quejara de nada por algo, todo se hacía y se solucionaba de manera muy clara.

Lo que no se contó en las anteriores líneas, fue de la tercera guerra mundial que enfrentó Minimo donde hubo muchas plagas, muertes, y como era de esperarse, Minimo fue el objeto militar de muchas Naciones, pero salió bien librado de todo ello. En su otra vida Minimo en ese momento se enfrentaba con un grande y feroz animal blanco con cara de oso y con cuerpo cambiante, es decir, durante la batalla, su cuerpo tomaba muchas variaciones, cambiaba continuamente pero su cabeza de oso inofensivo seguía intacta. Esa pelea se hizo en uno de los mares del averno.

Minimo mató ese animal cuando pudo entrar al occidente de la tierra, salió muy cansado de esa pelea pero le fue muy bien en su recompensa.

Otro apunte que no se comentó en las líneas anteriores, fue cuando Minimo intentaba negociar con los gobernantes de las otras Naciones, lo que nunca pudo hacer porque inmediatamente los fuertes de entre los más poderosos, me refiero a AVILÁN ABOC padre de los AVILANOS, SOSOR SOSIR padre de los SOSOS, y POMNI PE padre de los PONÓPELOS; lo enemigos a muerte de Minimo, poseían a los gobernantes con sus muchos poderes y los oponían por completo a él; pero como Minimo tenía poder cuyo poder respaldado por su mejor e incomparable Amigo, desentenebrecía el cerebro de esos gobernantes y expulsaba el mal que había sido puesto dentro de ellos, haciéndolos Cuerdos y adoptándolos como los otros nacionales LOS CUERDOS. De esa manera la población de los CUERDOS crecía de manera aterradora para las familias de los malos, pues no había remedio, y el miedo del enemigo se acrecentaba mientras más peligroso y decidido se hacía.

Como ya el dinero no tenia equivalencia mayoritaria, Minimo entregó todo su dinero y sus bienes; bajo el modelo que el planteaba, dejó de ser rico en dinero para ser un hombre muy influyente, dadas sus capacidades intelectuales y humanas y sobre todo las espirituales.

Terminado ese tiempo, casi toda la humanidad militaba en la religión de los CUERDOS, y por ese hecho, el gran DRAGON ROJO fue encerrado, pero antes de eso, la mujer ataviada y vestida de ramera que lo montaba y que fornicaba y hacia desastres en las mentes de los COMUNES, fue quemada y arrastrada hasta la sepultura y el olvido eterno, y todos sus novios se avergonzaron en su caída y fueron renovados y alumbrados por la inteligencia de otra Mujer, pero esta fue humilde, Sabia y respetada; era la mujer, la única mujer que sostenía las doce coronas de la vida cuyo poder se alimentaba con el AMOR que le entregaba su respetado Marido.

Para el día en que se dispuso encarcelar al DRAGON ROJO, solo por un tiempo corto, ¡no muy largo!; el mundo entero había dispuesto del mundial de futbol y pues como un tiempo antes Minimo se encontraba viajando, vio que el equipo de su patria seria expuesto en vergüenza, por cuanto no había ganado un solo partido desde que había iniciado el torneo, entonces su Amigo, le aconsejo jugar por su patria, Minimo sin experiencia alguna, confió en su Amigo y entró a jugar, al principio no pusieron trabas, porque sabían que Minimo no jugaba futbol de manera profesional, entonces lo dejaron. Para sorpresa de todos, incluso para sorpresa de Minimo al estar en la cancha en sus pantalonetas, sus piernas se hicieron como de hierro indestructible, y una agilidad, permitió empatar el cinco a cero que llevaba el juego y ganar con una diferencia de tres goles, de ahí hasta el día final del campeonato no hubo un solo equipo que hiciera escarnio del equipo de Minimo, ahí si querían impedirle que jugara, pero finalmente Minimo logró seguir sin problema alguno. Para la gran final, el equipo contrario, es decir, el oponente, jugaba en casa, y como extranjeros el equipo de Minimo se sentía aterrorizado. Iniciado el juego, algo andaba mal con Minimo, no podía correr bien, se agitaba, se cansaba con facilidad, tenia vaso y se sentía mal, cuando miró a los ojos a su equipo contrario, los miró con ojos espirituales y se dio cuenta que no jugaba contra personas, sino contra sus grandes enemigos, pues se había dispuesto en las otras esferas, en las esferas invisibles, que si el equipo de Minimo ganaba, el DRAGON ROJO seria encarcelado, de lo contrario, su gobierno destruiría el trabajo de Minimo sobre la tierra. ¡Ese partido fue tenaz! Todo sucumbió, hasta que Minimo no pudo más y pidió un receso en el primer tiempo, puesto que él era el único que estaba jugando contra los once demonios que habilitaban a los jugadores del equipo contrario. En el receso Minimo, pidió ayuda a su Amigo, porque el discernió el trato que se había hecho en las altas esferas, como Minimo era el único CUERDO entre los que jugaban, a cada uno de los jugadores de su equipo dio un vaso de agua pequeño, pero de agua viva.

Cuando entraron nuevamente al campo de juego, el juego arreciaba, los jugadores de Minimo, hacían lo que más podían. En el segundo tiempo, todo parecía perdido, eran más las opciones de gol que tenían los oponentes, a las que tenía el equipo de Minimo; entonces siguieron luchando con todas sus fuerzas, y mientras el tiempo del juego llegaba a su término, los jugadores del equipo contrario se hacían, más salvajes, los árbitros y jueces estaban ciegos, ya estaba el partido en otro nivel y era de mucha responsabilidad no perder. A Minimo le tocaba correr con tal ligereza que tenía que ganarle en velocidad al balón para que no entrara en el arco de gol, muchos de los tiros contrarios, el los tapaba, pero no estaba cansado, porque su Amigo estaba con él. En el último minuto o la última jugada, se ocasionó un lanzamiento de esquina, Minimo por tanto sabia que el equipo no podía quedar empatado, y que tenía que cabecear el balón para hacer gol, en ese momento, Minimo saltó muy alto, pero no pudo cabecear el balón, porque este había rebotado, pero estaban en juego, cerca a Minimo, entonces Minimo moviéndose en el suelo hizo su máximo esfuerzo y con su cabeza arrastrándose, mientras los malos lo halaban para que no lo hiciera, el se esforzó mucho mas y entró el balón a la cancha. Los estallidos de júbilo hicieron temblar el estadio de juego, de repente una luz cristalina, cubrió ese día nublado y todos felices, entonaron una canción que Minimo cantaba en una lengua desconocida, (a Minimo le había sido otorgado el poder de hablar cualquier idioma en el mundo, pero en el idioma que cantó ese día, era una lengua no de ese mundo) solo muy pocos podían seguir la melodía de Minimo, otros solamente se deleitaban con su voz y con lo que producía esa música sin igual.

Una vez encarcelado el DRAGON ROJO la tierra fue llena de paz y satisfacción, hubo demasiados cambios, muchas hazañas increíbles fueron hechas, todas las personas que militaban la religión de los CUERDOS, habían recibido todo tipo de poder para hacer el bien, (algunos tenían poder para obligar a que Ageo devolviera la vida a las personas, otros hacían que la gente enferma se mejorara, los jóvenes hacían que las personas que les faltaba cualquier extremidad de su cuerpo, le naciera nuevamente; se reconstruían las cosas solamente con las palabras que emitían aquellos que habían alcanzado el PODER) . Minimo fue aconsejado por su Amigo a construir en una isla que su Amigo le había mostrado, un escenario, donde se reunirían todos los gobernantes de las Naciones de manera periódica, algunas veces mensual, para analizar las condiciones de gobierno y de vida que se llevaban. Como los CUERDOS tenían un partido político, ese mismo partido fue adoptado por el mundo, durante el encierro del DRAGON ROJO, también la religión de los CUERDOS.

¡Así se hizo! Durante tres años Minimo presidió la asamblea mensual de análisis de resultados en las políticas que se implementaban en cada Nación, hasta que por conducto regular su amigo le mostró que el MINISTERIO de los cuerdos, que presidia las conductas de los NOBLES, era el ente encargado para continuar esa labor.

Por aquel tiempo, a la edad de cuarenta años, Minimo comenzó a viajar por todo el mundo, conociendo y descubriendo muchas cosas. Ya sus padres habían muerto y tenía poca familia. Minimo un día, estando en un país ajeno a su pensamiento, vio una doncella que lo cautivó, mujer de veinte años de edad, ella conocía de Minimo mucho y pues al parecer “el encanto” fue mutuo. Hubo casamiento, los Cuerdos y extranjeros se regocijaron de una manera muy especial. Al poco tiempo Minimo fue padre de familia, concibiendo con su mujer trillizos, cada uno de ellos muy diferentes, el uno del otro, ellos crecían con todas las comodidades y con dones intelectuales y espirituales, eran niños muy especiales, con poder y bendiciones.

Pasados tres años, mientras Minimo se encargaba de otros asuntos bien complejos, le nacieron trillizas, todas ellas idénticas en su apariencia física, pero muy diferentes en su actuar.

Siguió pues Minimo y casi veinte años después concibió un hijo varón, idéntico a su padre, solo que de tez morena, por tanto ellos decidieron ponerle el nombre del papá.

Ya a la edad de sesenta y cuatro años, Minimo se regocijaba en su familia, teniendo consigo mucha felicidad, viendo como sus hijos hacían el bien e influían en el mundo; Minimo fue pues un hombre muy saludable y energético, pese a su edad, pues ya era un adulto mayor.

Esa felicidad y esa tranquilidad, llegaron hasta el día en que las prisiones del DRAGON ROJO fueron abiertas, salió pues con aire de venganza, con ganas de matar y de devorar y en su lujuria de maldad, empezó por atacar vilmente a los CUERDOS, y como era de esperarse iniciaría por la casa del ¡pobre Minimo!

La mujer de Minimo empezó por fastidiarse de él, y por irse en pos de hombres jóvenes y buenos mozos, sus hijos se encendieron en lascivias, haciendo cosas que para los CUERDOS eran prohibidas, practicaron todo tipo de obscenidades y perversidades, incluso, llegaron a odiar a su padre con tanto odio, que quisieron darle muerte, por tanto Minimo huyo de entre sus familiares y supuestos amigos y lo más lamentable de sus enceguecidos hijos. El único que jamás hizo eso fue el hijo menor de Minimo, Minimo Junior, dado que él era en extremo especial y conocía de antemano lo que estaba pasando. Ya Minimo sabía lo que pasaría puesto que su amigo se lo había dicho hacia veinte años, pero el guardaba eso en lo más profundo y secreto de su corazón, sin compartirlo con nadie, solo con su amigo.

El tremendo DRAGON ROJO, en vista que no había torcido, ni dañado ninguno de los pensamientos del corazón de Minimo, y en vista que por lo sucedido no había logrado quebrantar su amistad, ni su corazón, decidió meterse con su salud y su bien, (todo esto paso, porque en la entrega de las espadas al DRAGON ROJO le fue entregada la potestad de este siglo por un tiempo y pues como era de esperarse este venia a defender su reino, al precio que fuera. Pero como está escrito en el libro de fuego, este DRAGON tenía sus límites establecidos.

Minimo se envejeció en demasía de un momento a otro, sus uñas le crecían y se encorvaban, su cuerpo se torcía de vez en cuando y el dolor en sus huesos era insoportable, se arrastraba bajo el sol y la lluvia y nadie lo auxiliaba, fue puesto mucho miedo y dolor en su corazón, pero ni con todo ello el dejo a su amigo, siguió con él, puesto que por más dificultades él nunca dejaría de ser y Minimo tenía eso muy claro. Para ese tiempo el mundo enloqueció en los ofrecimientos del DRAGON ROJO, la gente se hizo salvaje, se hizo torpe, se hizo infiel, muchos de los CUERDOS fueron muertos por el DRAGON y por los discípulos que hacía en la tierra; eran tiempos muy difíciles, eran tiempos terribles; con el tiempo se fue disminuyendo la población de CUERDOS. En ese trance se produjo la cuarta guerra mundial y la Quinta (ambas guerras fueron hermanas), de manera seguida, no había tratado de paz, la mortandad era enorme, nadie estaba seguro ni en su propia casa, nadie podía confiar en nadie, todo fue inseguridad, vacio, terror…

Los países se mezclaron, se adulteraron las razas, durante ese tiempo Minimo fue olvidado, sus hazañas y arduo trabajo fue estimado en nada, el huía, solo huía, quería huir de sí mismo, tal era su sufrimiento y dolor que lo único que tenia por preciado era la muerte, pero ese espíritu solo lo atormentaba y con burlas enormes no se lo llevaba.

En una madrugada, en un destello de luz, su Único Amigo le dijo, ¨ten ánimo Minimo, ten ánimo¨ ¡TU VENCERAS!

Pasaron unos años, ya Minimo había tomado otra postura corporal, era de cabello lanudo, extremadamente blanco, algo encorvado, no mucho, sus ojos hermosos, muy claros y resplandecientes, su sonrisa delicada y profunda.

Fue enterado de los caminos de su familia, lo recibieron nuevamente en la ciudad de los CUERDOS, (puesto que en el tiempo del mal, lo habían desechado de su parentela, declarándolo inmerecedor de ello). Volvió su vida, y solo encontró a su hijo menor, casado y con un hijo muy especial, lo abrazó y lloró mucho sobre su hombro, hasta que su alma hubo reposado y desahogado. Cuando fue a visitar a sus otros hijos que se encontraban en el manicomio, atormentados por el poder del DRAGON, sintió lastima por ellos y quiso ayudarlos pero no le fue permitido hacerlo; tuvo por tanto que resignarse. Su esposa había sido muerta durante uno de los ritos dragonéanos inventados por el DRAGON.

Minimo era pues, totalmente diferente ahora, tenía mucho poder y tenía mucho conocimiento de la vida, era un varón de poder, tenia ganadas muchas cosas para sí. Siguió trabajando con y por los CUERDOS de ese tiempo, los ataques del DRAGON ya no eran tan persistentes, cambiaron muchas cosas, muchas…

Luego de ello y conducido con mucha prudencia y serenidad, siendo de noventa y dos años, escribía mucho, pero ya no era su voluntad hacerlo, escribía códigos secretos en palabras figurativas, profetizaba el destino de los tiempos, no para una sola generación, sino para el remanente de personas deseosas de tener el amigo que jamás le había dejado a él.

Ya habían pasado muchas horas, en las cuales Estaba MINIMO recostado sobre una silla mecedera, dura y vieja, de aquel cuarto frio y húmedo que le habían asignado; con su aire siempre sereno, como si nada le doliera, como si nada sintiera y dejando resbalar su saliva por entre sus labios, despertó de su placentero sueño en el preciso momento que la razón se despedía de él.

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Pasaron los días en los que Minimo contaba a sus dementes amigos su sueño; deliraba mucho Minimo, temblaba sobremanera y una fiebre estremecedora cubría todo su cuerpo. Los médicos de aquel reformatorio estaban seguros que le perderían, porque Minimo en lugar de mejorar, su estado de salud iba de mal en peor. Cuando Minimo le dijo a su psiquiatra que él era un hombre viejo y con mucho poder. Este psiquiatra puso un espejo frente a sus ojos. Allí estaba el hermoso jovencito que escurría las babas por entre sus labios, el mismo que hacía pocos días atrás había cumplido sus diecisiete años de edad. Al reconocer una imagen joven sobre el espejo; Mínimo entró en shock, inmediatamente su cuerpo empezó a convulsionar y de su boca comenzó a salir una espesa babaza blanca. Lo sepultó un enorme sueño, dado los medicamentos que ejercían efecto en su inmaduro cuerpo.

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Luego de algunos días MINIMO despertó del coma en que se encontraba, nuevamente tornó a su común diario vivir. Un día de los muchos en que solía pasar la tarde sobre la mecedera dura y vieja; vio como de la ventana de su habitación entró una aureola conocida como la PAZ. Esa aureola puso sus dedos corazón sobre las sienes de MINIMO y en una lengua-sonido emitida por tonalidades musicales.

MINIMO en ese momento volvió a su sueño y se encontró exactamente en el lugar que lo capturó en sus cabales: “Al entrar al templo, ya no había señor sin rostro, se encontraba Minimo completamente solo, sumado en un gran silencio. En ese momento se subió un velo rojo, dejando al descubierto un pergamino verde zafiro y una voz que dijo “tómalo”; al cogerlo Minimo se encontró en medio de una guerra”.

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Era completamente oscuro y una lluvia torrencial golpeaba fuertemente las armaduras doradas de los seres que tenían cuerpo humano y caras de animales; algunos tenían cara de conejos, otros de leones, otros de serpientes, otros de osos, lobos, ovejas y de todos los animales existentes sobre la faz de la tierra. En tanto que los dragones y las bestias, a una arremetían contra ellos. La guerra parecía no tener un fin, ni propósito definido. Estaban todos a una luchando fuertemente pero ningún cuerpo caía al suelo. No había muertos y parecía que no hubiera perdedores ni ganadores.

En ese momento vi unas armas flotando, eran las armas que darían continuidad a la guerra que muchos siglos atrás había quedado pausada en el tiempo. Sentí que mi deber era ir y tomar esas armas y cuando lo hube decidido, unas aves negras que caían en picada desde las alturas, caían a mis lados y estrellaban cuando golpeaban con el suelo de cristal, en la medida que más me acercaba, más continuo era el ataque, hasta que logré contemplar muy cerca de mis ojos, aquellas armas que parecían estar envueltas dentro de una capsula de fuego blanco. Cuando estiré mi mano para alcanzarla, un ave negra muy grande cayó en forma de rayo sobre mi cabeza, pero en ese preciso momento se hizo cenizas y yo quede completamente ileso. En ese momento sentí un impulso en el interior de mi cuerpo que me hizo saltar y así logré atravesar con mi mano la luz blanca que cubrían las armas y las tomé.

En ese momento, corcel salió del interior de mi cuerpo y una luz cristal iluminó todo mi ser, todo mi cuerpo estaba rodeado por una luz mágica que me hacía inmune a cualquier ataque; corcel también se encontraba cobijado por aquella luz y cuando sobre sus lomos alzamos el vuelo sobre las oscuras tinieblas que rodeaban el campo de batalla. Todos los seres que se encontraban en lucha, a una se detuvieron y detuvieron su mirar al magnificente vuelo de Corcel. Desde lo muy alto contemplé los rostros angustiosos de los seres que habían quedado en la lucha sobre la plataforma de cristal. Cuando hube inclinado mi rostro para motivar más el vuelo de corcel, vi como a diez metros de distancia, la manera como las nubes negras del aquel oscuro momento se abrieron sobre las alturas y dieron entrada nupcial a un ave legendaria, al ave que había carcomido por décadas la carne rojiza de los hijos de los CUERDOS. Pero el ave blanca en extremo, con una mancha de color rojo vivo sobre su cabeza; de uñas muy cortas y muy rojizas, y con un pico como la lanza de un arquero hecho de metal y de aspecto aterrador, no se encontraba solo; sobre sus lomos había una dama, en extremo delicada y elegante; de cabello cenizo, de ojos blancos y de tez escarlata; ella con voz de hombre maduro, me dijo: “”hombre tarado ha encontrado el camino que debe seguir, hombre inepto ha estrellado la vanguardia de los siete dominios y un hombre necio ha escupido el rostro de mi amo; ¿crees que debo tolerarlo?”; yo no pude responder nada, pero me sorprendí al ver en mi mano derecha un báculo dorado y sobre mi cabeza una corona de príncipe guerrero tallada con un nombre que no se podía leer por la cantidad de consonantes que mezclaba. Eran siete consonantes que alternaban sus posiciones en milésimas de segundos y por tanto se hacía muy difícil leerlas.

La joven mujer escarlata, me miró con deseo de lujuria, sus ojos ardieron en un amarillo escándalo e inmediatamente el ave se lanzó sobre nosotros sacando de sus muy cortas y blancas uñas terrones de hierro muy grandes y filudos. Afortunadamente corcel se balanceó por el viento y me guardó ileso de los ataques de aquella bestia voladora. Cuando la mujer escarlata vio que no era posible quitarme la corona y el báculo de poder. El cielo oscuro escupió siete grises rayos, que se convirtieron en siete diferentes mujeres la una de la otra, todas ellas con características muy ancestrales y con vestidos en extremo mitológicos y extraños. A una, todas quisieron perturbar mi mente, quisieron entrar en mi mente para alterar mis pensamientos, sus voces a pesar de la distancia que guardaban ellas de nosotros, la escuchaba nítida y sensual en mis oídos. Cuando empecé a sentirme confundido por la presión de la presencia que estaba ejerciendo aquellas siete mujeres sobre mí, la corona de príncipe que estaba en mi cabeza empezó a elevarse por el espeso aire que transitaba en ese momento y mi báculo de manera extraña intentaba mohosearse y/o pudrirse. Sentí mucho dolor y tristeza en mi corazón y decidí cerrar mi mente a esas voces, cerré mis ojos a la apariencia de aquellas mujeres y callé. Todo era silencio y el combate solo estaba en nuestras mentes. Cuando inicié mi combate mental, nuevamente mi corona de príncipe empezó a descender y mi báculo a recobrar su peso y sus primeras características. Pasado un momento no muy corto, me sentí con la capacidad de conocer las mentes de aquellas mujeres, a quienes contemplé como siete dinosaurios en extremo desagradables cuando decidí abrir mis ojos. Desafortunadamente, los siete dinosaurios, tenían consigo muchos escuadrones de ejércitos de guerra; todos ellos con sus trajes diferentemente diseñados; percibí mucha maldad en esos seres de apariencias extrañas; todos ellos cubiertos con un aire diabólico, animalesco y bestial. Ello intimidó mi corazón y sentí miedo, al sentir eso, corcel perdió sus alas y nos fuimos en picada por en medio de aquel gran oscuro abismo. Cuando me encontraba en la angustia del descenso, vi a un señor como de cuarenta y cinco años, vestido de negro, con barba y con una pipa color marrón, este personaje, se encontraba por encima de los seres que seguían luchando, pero esta vez si veía muchos cuerpos que yacían muertos sobre los bordes de lava que consumían el suelo de cristal. Cuando yo hube mirado el descenso, este sujeto alzó su mirada y nuestros ojos se compaginaron. Sus ojos eran los de una mujer, pero su aspecto era el de un hombre. Con una negra capa, se tapo para recibirme en una asquerosa, repugnante y ancha boca llena de colmillos pequeños y grandes; pude apreciar dentro de esa boca muchos túneles. A ese punto ya no tuve miedo, sentía coraje y de manera involuntaria, mi báculo se activo y lanzó sobre aquella boca un laser verde luz que volvió a aquella boca en su estado inicial; en el hombre que con cara de satisfacción controlaba la pelea de los seres que se encontraban sobre la plataforma de cristal y al mismo que con los ojos de mujer parecía demostrar ingenuidad.

Simultáneamente a lo anterior, en respuesta al sentimiento de coraje que brotó de mis entrañas, corcel recuperó sus alas y una diadema fue introducida en su lucido unicornio que emitía una luz que ninguna oscuridad podía ocultar. Sentí que corcel estaba más grande y fuerte, también sentí mi cuerpo más liviano. Cuando ascendí en las alturas de aquella oscuridad, vi nuevamente al señor de cuarenta y cinco años, que tenía ojos de mujer; se hizo frente a mí, sin bestia alguna en la que estuviera montado. Me miró a los ojos y con un movimiento ligero de su cabeza, se iluminaron millones y millones de servidores suyos. Yo me aterré en extremo y pensé estar perdido. Pero ya sabía que no podía haber lugar para la cobardía porque ello empeoraría las cosas. En ese punto estaba seguro que debía hacerlo todo por tener una muerte digna y admirada y por ello vi las cosas de otro modo.

Con el mismo gesto con que aquel señor me había mostrado su gran ejercito; una luz magna como de cientos de miles de millones de seres luz se iluminó a mis espaldas y por ende me sentí seguro y confiado.

No se atrevieron a tocarme y por ende, se abrieron dos puertas muy grandes y en las cuales yo tenía que decidir en cual entrar. La primera avizoraba un camino verde, lleno de descanso y trasmitía cierta tranquilidad y paz pero era muy largo de transitar, en tanto que el segundo, era completamente opuesto al primero, el camino era pedregoso, demasiado angosto y repleto de fieras y animales enfermos y peligrosos, lo bueno era que no a excepción de los tropiezos, el camino parecería más divertido y emocionante y por tanto decidí vivirlo.

Cuando entré a ese camino, el mundo oscuro se cerró a mis espaldas, pero no entré solo, porque cuando se cerraron las puertas siete gritos fueron emitidos en siete formas diferentes y todos conmocionaron mi ser y sentí triste mi corazón.

Ya no estaba corcel conmigo, ya no tenía corona de príncipe, ya no tenía báculo. Sentía dolor en lo más profundo de mi alma, pero me llené de coraje y seguí el camino que debía andar. Iban a pasar días y noches sobre mis lomos en los cuales yo no podía parar porque de hacerlo podía morir y de seguir me fortalecería hasta vencer y salir victorioso de aquel camino. Decidí no arrepentirme de la decisión tomada y continúe.

Para ese momento vi vestido mi cuerpo con unos zapatos deportivos, una sudadera gris y un buzo azul oscuro. Inicié corriendo con el pensamiento de que si corría el camino se haría más corto y me cansaría menos. Todo lo veía fácil y sentí que podía llegar sin ningún problema a mi destino final. Pasado un lapso como de tres horas, vi una niña rubia como de unos cinco ó siete años de edad, que lloraba sobre una roca de manera imparable. Cuando la vi, no pude explicar su presencia allí y por tanto tomé mucha precaución. Antes que le preguntara, ella me miró con dolor y angustia y me dijo “mi mami se cayó en ese pozo” yo le respondí ¿“y cómo paso?” ella entonces me contó que hacía tres horas la tierra donde estaban se había abierto y quiso tangársela a ella; ante eso su madre imploró en angustia por su hija y como pudo la detuvo de la mano y no permitió que ese pozo me succionara, lamentablemente cuando me hubo sacado una fuerte brisa la golpeó y se cayó justo aquí. (Llora la niña con amargura de corazón). Me mira a los ojos y me dice con inocencia “tengo miedo, no me dejes sola por favor”; ante ese gesto tan tierno, me sentí en la obligación moral de hacerme cargo de la seguridad de la niña, cuando lo hube decidido, un puente de madera algo podrida, atravesó el vacío como de cincuenta pies de distancia para llegar al otro extremo. Alcé la niña y traté iniciar el paso del puente, pero era absurdo ver la manera como este se zangoloteaba y se resquebrajaba con tan solo el peso liviano de la niña y yo. Decidí tomarla de la mano y andar, pero el puente se comportaba de la misma manera con los dos. Entonces ella me dijo con lágrimas en sus ojos, es a mí a quien quiere; vete tú, yo esperaré. Sentí coraje y pensé en otra manera de cruzar el paso, pero no la había. Decidí pasar solo y el puente lo permitía, cuando estuve en la mitad del cruce, quise devolverme, pero casi que me succiona el pozo, entendí que debía seguir. Cuando miré para atrás, la niña estaba en la mitad del puente, ello alegró mi corazón, y me detuve a hacer fuerza por ella para que llegara bien a donde yo estaba. Algo de ella llamó la atención en mi; de repente vi como su cuerpo parecía estar sufriendo una extraña transformación; cuando la tuve como a diez pies de distancia, en la medida en que caminaba en dirección a mí, se fue convirtiendo en un diabólico lobo, de fuertes colmillos y de pesada saliva. Solo recuerdo ese momento de su metamorfosis; quedé espeluznado, más aún cuando se apresuró atacarme. La reacción inmediata de mi cuerpo fue correr, huir y no pensar en lo más mínimo en devolver mi camino hacia atrás. Ya era claro que ello significaría la muerte de mi ser en ese trayecto.

Mientras corría, la velocidad de mi cuerpo me fue llevando como por inercia entre pastales y arboles muy verdes; sabía que detrás de mi estaba el peligro de ser devorado por el terrible lobo en que se había convertido la inofensiva niña. De repente y sin pensarlo, me vi sobre un piso de esmeralda verde cristalina. El piso era grande, el alcance de mis ojos percibía todo de ese luminoso suelo; seguí corriendo hasta que me detuve frente al inicio de una fuente de agua cristalina, que parecía verde manzana por el color de su piso esmeralda. En ese momento me sentí protegido, me sentí seguro y olvidé temporalmente el caso vivido. La vista era hermosa, parecía yo estar en un lugar sin precedentes en mi memoria; sentía satisfacción, pero sobretodo mucha paz y tranquilidad.

Me senté sobre un borde al inicio de la fuente, donde el agua sucumbía con presión y mientras relajaba mis pies con la presión que el agua cristalina ejercía sobre ellos, un señor algo misterioso, con un sombrero azul rey; me miró con una mirada negra muy penetrante. Lo curioso era que yo no sentía miedo, sentí como esa persona descubrió mi ser, sentí como su mirada escarbó hasta el más íntimo secreto de mi corazón, pasado un segundo me sonrío como si algo le hubiera agradado de mí. Luego me dijo: “tienes que seguir y encontrar la salida de esta carrera; no te confíes de este tipo de deleites, ellos te pueden hacer errar y puedes morir siendo víctima de tu propia satisfacción. Ya te has relajado mucho, creo que ahora es tiempo de seguir. Veo que eres inexperto, pero no te preocupes, tienes coraje en tu corazón y he visto valentía en tu actuar. Ven, sigamos; es hora de marchar”.

De repente, me orientó por una vía que conducía hacía un valle desértico; yo alcanzaba avizorar esa mirada y no sé por qué, pero sentía miedo en mi corazón, pero sabía que no podía devolverme porque ello significaría la muerte. Me encontraba en medio de una contradicción de voluntades; por un lado quería seguir, porque sabía que por mi bienestar era mejor salir rápido del lugar; pero una hebra de mi corazón se había enamorado de la gran esmeralda cristal y por tanto quería volver. Mientras estaba en esa contradicción de pensamientos; el señor que me acompañaba, que no se había presentado aún conmigo, me dijo: ¿y por qué lo piensas tanto?, ¡ya te decidiste y no puedes volver! Solamente se valiente, estoy para ayudarte. Me causó mucha curiosidad el escuchar aquellas palabras que provenían de ese sujeto, al momento quise indagarle sobre su vida, pero en el instante en que me disponía a hacerlo, me vi vestido de soldado de guerra; me acompañaba un rifle, tres pistolas, un báculo, el impermeable que usan los soldados y un bolso a mis espaldas que propiciaba buen peso. Lo miré a él, y me encontré solo, no lo vi y sentí pánico; pero seguí adelante y no me detuve.

Caminaba y sucedía que entre más me adentraba, parecía como si el calor más se acrecentara sobre mis lomos, me sentí fatigado y húmedo de tanto sudor que derramaba, pensé que la sed iba a ser mi condicionamiento de vida en ese lugar, pero no la sentía en lo absoluto. Como en un abrir y cerrar de ojos, todo el desierto en el que me encontraba, se tornó rojizo, y un fuerte viento de cada uno de los cuatro puntos cardinales se centraron a una en medio del lugar donde yo estaba. Era como si cuatro soplos simultaneaos emanados de una misma boca hubiesen recobrado la vida de algo extraño y que yo estaba a punto de conocer. En mis ojos, vi claramente como el cielo y la tierra rojiza se juntaron, y una especie de gelatina entre blanca y rojiza por el espacio de milésimas de segundos, dejó como resultado ante mi presencia, un enorme castillo gris; con personal que a mis ojos se veía muy fuerte. Contemplé los porteros del lugar, que no quitaban su mirada de sobre mí, sentía como si ellos me consideraran una amenaza de la cual tenían que librarse. Por mi parte, sabía que si quería seguir mi camino, debía seguir mi paso, solamente que ese enorme castillo gris, con todo lo que escondía se había cruzado en mi camino. Todo era claro; tenía un tiempo corto para entrar a ese castillo y cruzarlo, hasta llegar a la puerta del otro extremo que me comunicaría con mi camino. Supuse que debía ser amable, pero presentía que algo andaba mal, la connotación del ambiente hacía que mi corazón sobresaltara cada hálito de vida que comunicaba a todo mi cuerpo, pero al mismo tiempo sentí como desde ese mismo lugar “mi corazón”, se vertía un químico que erizó mi piel y me encegueció como máquina de guerra a afrontar esos minutos de realidad insospechada.

Estando un poco más de cien pies de distancia de la custodia principal de la entrada de ese enorme castillo gris; miré hacia lo alto, y hombres con todo tipo de lanzas y armas de guerra me apuntaban como objetivo. Intuí que si avanzaba un tramo más, ellos arremeterían contra mí de una manera sanguinaria. Tomé mi yelmo y sujeté las armas que tenía a mi alcance. Seguí caminando con mucha cautela. Hasta que un hombre gigante, se formó de la arena de aquel desierto y se paró frente a mí. Era un hombre sin ojos pero descubrí como por especie de discernimiento, que poseía un gran sentido del equilibrio y de la ubicación; en otras palabras reconocí que debía tener cuidado, porque sus movimientos de guerra no serían en vano contra mi integridad física en ese momento.

Una vez lo vi formado. Este sujeto de más de tres metros de altura, grito a lo alto de manera muy fuerte, y un ejército de hombres parecidos a su semblante se levantaron de la tierra, de la misma manera, solo que estos eran casi un metro más bajos que su líder que estaba frente a mí. Levantando la mano hacía lo muy alto, este hombre dio señal a sus hombres de atacarme. Todos se vinieron con sus armas a ¡destrozarme!, sin pensarlo, mi cuerpo se puso en posición de lucha; y empecé a pelear tal cual lo hacen los expertos. Aplicaba muchas tácticas de combate y en cuestión de diez minutos, los cien hombres que están con él, cayeron postrados a tierra. Sentí la rabia y dolor de su gigante monstruo; este arremetió contra mí, con una especie de cosmo; pues levantó mucha arena del lugar de su posición, y con la atracción de sus manos, abalanzó toda esa arena a una fuerza como para derribar ciudades enteras, la descargó sobre mí. Solamente, puse mi yelmo protector inclinando mi cuerpo en forma de cuclillas sobre mis piernas. Pasados cinco minutos de plena nubosidad arenal, todo volvió a su normalidad. Corrí en dirección a aquel gigante, con un salto, me elevé sobre algo más de sus tres metros de altura, y con mi espada lo partí por la mitad, desde la coronilla de su cabeza hasta su unión genital. Cuando el castillo gris, vio la furia en la que me encontraba, todo quedó en silencio y me permitieron cruzar el castillo gris, pero sucedía que mientras lo transitaba, este mismo se iba desmoronando y desapareciendo a mis espaldas. Finalmente, cruce la puerta del otro extremo del castillo, pasado un metro de caminarlo, miré a mis espaldas y todo era desierto, como arenal rojizo candente. Me sentí contento por aquella vivencia. Cuando me encontraba casi que en la culminación de la etapa desértica de mi trayecto, una serpiente del ancho y grosor de una anaconda muy adulta y de mucha edad, se puso en mi camino, este reptil tenía consigo la cara de una serpiente cascabel y unos colmillos grandes y muy gruesos; yo alcanzaba a ver en la punta de sus colmillos, los huecos por donde expulsaba su veneno y/o succionaba a sus víctimas. Vi muchos huesos de guerreros a su alrededor y con su mirada como de mujer noble, quiso intimidarme y no sé por qué, pero me paralizó. No podía moverme, hablar, correr. Ella se acercó a mí, con ojos de maldad, se subió sobre mi cuerpo y me apretó muy fuertemente, dejándome sin respiración, vi la profundidad y el ancho de su enorme boca; sabía que para vencerla no debía obedecer a lo que veían mis ojos. De repente una fuerza interior, puso mi mirada sobre la suya, me sentía casi como un monstro frente a otro monstro. Mis pensamientos a una se fueron de mí, (vi en un abismo oscuro, una mujer delicada peleando con millones de millones de hombres rudos y peritos de guerra). Sentí un enorme calor en mi cuerpo, que debilitó potencialmente el animal que cubría mi cuerpo, haciéndola pequeña y frágil. Abrí mis ojos y vi una mujer, con características físicas muy similares a las que me habían contado de mi madre. Me sorprendí mucho cuando casi que desmayada me dijo: no me dejes morir hijo, soy tu madre; por ti entregué mi vida; la gran serpiente que has visto, es la misma que me protegió de las grandes bestias en el desierto de TRANS, tú eres mi hijo y yo te amo. ¿No lo sientes así? Quedé perplejo porque siempre había querido conocerla, abrazarla, besarla. En la comunidad de los CUERDOS, desde que era yo muy niño me habían contado los detalles del asunto de mi origen. Y mi corazón y mi mente se revolvieron y quise abrazarla; pero algo me detuvo. Ella se puso a llorar al identificar algo en mí. Me abrió sus brazos y en señal de súplica y llanto, me imploraba que la abrazara. Pero conocí lo que debía hacer, y con las tijeras grandes que fueron puestas en mis manos; en la señal de brazos extendidos en que se encontraba llorando pidiéndome un abrazo, le corte su brazo izquierdo con las gigantes tijeras (todo el desierto tembló), luego lo hice con el derecho (todo el desierto recibió lluvia) y finalmente la decapité. Cuando su sangre salpico la arena del desierto con la último gota que cayó. Esta última gota de su sangre no fue absorbida por la tierra del desierto y se expandió en forma de hielo por sobre todo el lugar.

Ahora estaba yo, en medio de temperaturas muy bajas, todo era hielo y mucho frio, mi vestuario seguía siendo el de soldado. Fue tanta la presión del frio sobre mi piel, que se me empezaron a hacer grietas en mis manos y en mi cara. Me sentía estorboso y el dolor parecía no tener piedad conmigo. Seguí caminando al paso que más podía, miré hacia atrás, y estaba en la mitad de una montaña bastante vertical; al ver el abismo, sentí una leve convulsión en mis tripas, que también ya empezaban a renegar de hambre y mi garganta de sed. Por un momento me sentí destruido, me sentí acabado y cavilaban en mis pensamientos sobre lo que había hecho. Pero la decisión que había yo tomado, me fue impartida en el subconsciente por algo más fuerte que yo. A partir de ese momento, mi cuerpo se hizo carga para mí, no podía lidiar con él y no hallaba la manera de deshacerme de él y continuar mi camino. Pero el deshacerme de mi cuerpo, era algo que no dependía de mí. Por tanto pensé que debía resignarme a esperar las energías que mi cuerpo tuviera. Seguí escalando la montaña de hielo; ya estaba yo como hombre moribundo, mis fuerzas corporales estaban todas reducidas a nada y mi voluntad entró en desconocimiento aún de mi propia mente. En ese momento no pensaba, no deseaba, no anhelaba. Cuando recobré el sentido de mi visión, estaba yo en la copa de la montaña; escuché el gemido de muchos caballos juntos, cuando miré, vi cinco caballos de fuego, con una señora de fuego, todo era fuego, menos la carroza que movían esos caballos. Al mirar esa escena, pensé que la mente me estaba jugando una mala pasada. Hasta que la señora me dijo: ¿tan rápido te cansas?, jajajaajajjaaj, de repente, unos niños como de cinco y diez centímetros de estatura; todos de oro, en la carroza de la señora de fuego con caballos fuego, empezaron a ofrecerme víveres, comida, agua, ropa, vestuario. Y todo lo pusieron para que yo lo escogiera. En ese justo momento, recibí una orden de mi subconsciente que me dijo: no lo recibas, no te conviene. Hice caso omiso de esa orden, considerando que se trataba de algo puesto como parte de mi tomento. Cuando me dispuse a tomar algo de lo que me ofrecían, mis manos se congelaron como témpanos grandes de hielo y la señora de fuego me dijo: ¡veo que estas muy guardado!, si decides, puedes tomar lo que quieras de lo que tengo para ti. Esa intención ya la había escuchado antes. Miré fijamente mi espada, la levanté con mi mirada, de manera muy alta y luego con la poca fuerza que tenía la hice caer en el punto exacto de la mitad de la montaña. Todo se derrumbó. Miré y ya no había señora de fuego, ni caballos de fuego, ni diminutos niños de oro. Solo veía como lentamente la montaña se desmoronaba. Cuando caí en el abismo del fondo de la montaña, miré un mar de olas de lava ardiendo. Eso compungió mi corazón, y tuve mucha desilusión de no haber alcanzado la meta. Me sentí triste mientras descendía camino a la muerte y una lágrima salió de mí. Ella cayó primero que yo al mar de lava y lo detuvo. Cuando yo caí en el mar de lava, un calor cubrió mi ser que no me dejó devorar de ese fuerte horno que parecía consumir mi carne. Todo estaba en calma, en quietud, en tranquilidad y yo me sentía como dándome un duchazo con agua tibia, después de haber padecido el terrible frio. A una empecé a ver como ese mar de lava se fue secando y fue siendo absorbido por mi piel. Eso me impresionó mucho. Cuando no hubo gota de lava que mi cuerpo no hubiera absorbido; me sentí muy fuerte y poderoso. Ya no tenía hambre, no sentía cansancio ni mal genio por lo que estaba viviendo. Estaba rodeado de un resplandor dorado que innuscitaba felicidad en mí ser. Cuando sentí la necesidad de salir. Me transporté como producto de mi deseo, a un lugar natural muy bonito; de grandes frutos, de muchos árboles, con un sol brillante y agradable; la luz de ese día o momento era demasiado grata para mi alma. Estaba feliz. Veía animales y personas normales. Esa la entendí como la última etapa de ese camino que había elegido.

Cuando volví nuevamente a mi casa, a la comunidad de los CUERDOS, todos se pusieron muy felices al verme y me recibieron con danzas y cánticos bonitos. Fue un momento muy especial para mí y para toda mi amada familia.

Pasaron algunos días; y mi aspecto físico había cambiado; mi cuerpo estaba corpulento, fuerte, mis pensamientos parecían encontrar muchas alternativas de solución a todo. Todo era tan claro y lejos de toda confusión. Entendí claramente lo que podría darse en caso de que me equivocara en lo más mínimo.

Nuevamente hubo reunión de los ejércitos de los CUERDOS. La discusión parecía girar en torno a mí. No suponía gran cosa. Hasta que me dijeron que había llegado el momento de conocer y enfrentar a cada uno de mis supuestos padres.

Sentado sobre su silla y escurriendo saliva de entre sus labios; MINIMO alcanzó a ver el último reflejo de luz de la señora PAZ que se escabullía por la ventana. Convencido de su sueño quiso contarlo a sus “amigos psiquiatras” y a sus colegas “los dementes”; mientras los primeros lamentaban su condición, los segundos admiraban sus historias y se reían con la risa tonta de un “demente”.

Pasaron algunos años; ya MINIMO estaba próximo a cumplir sus treinta años de edad; en la clínica de dementes dirigida por los COMUNES; habían acordado dejar libre a MINIMO, esa decisión fue tomada; porque no había persona alguna que aportara algo de dinero por los gastos de la estadía de MINIMO en aquel “reformatorio”, segundo porque Minimo parecía ser un hombre cuerdo y había pasado mucho tiempo en que no salía con “cuentos de sueños e historias increíbles”; por otro lado; el lado oscuro; era que sus padres ancestrales vieron la necesidad “de sentir su paternidad”.

En el expediente de Minimo, los COMUNES encontraron su extraña genealogía, casi que incomprendida por ellos; llamaron al reino de los CUERDOS para reportar la no posible permanencia del “paciente MINIMO CUERDO” argumentando la quiebra irrevocable de la clínica psiquiátrica o reformatorio mental. Por consiguiente, MINIMO tendría que ser entregado en el lapso de una semana; de lo contrario sería llevado y dejado abandonado en las puertas de su reino, puesto que no había otra alternativa.

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Para el día señalado, los COMUNES se notaban un poco angustiados porque tenían pleno conocimiento que si no podían deshacerse de él por las buenas; tendrían que matarle con algún medicamento extraño; ellos le habían cogido mucho fastidio a MINIMO, querían a todo dar expulsarlo de la clínica; no soportaban el verlo, siempre lo herían con propósito en los procedimientos que le aplicaban para su “supuesta mejora”. Ese día Minimo con un aire sereno, como desconectado de su mundo exterior; entró a su habitación y fijó su mirada en cada uno de los rincones del mismo; los miraba con detenimiento y una vez terminaba de contemplarlo; devolvía el camino de su mirada y volvía a puntualizar en cada uno de esos rincones que ya parecían cansadas de tenerlo a él como huésped indeseado. Sentado sobre su dura y tiesa silla mecedera; mientras balaceaba su cuerpo y se arrullaba con el sonido fastidioso que producía la mecedera al son del balanceo de su cuerpo. Continuó Minimo observando con gran detenimiento las paredes de su habitación; parecía como si estuviera seguro de encontrar algo en ellas; nunca se había interesado por detallarlas, por nisiquera tocarlas; ellas le producían temblor en su cuerpo.

Bajo la presión de su mirada en que se encontraban las paredes de su habitación; estas, frente a sus ojos se fueron derrumbando; agua y sangre corrían por los rincones de aquel lugar que lo había cobijado por tantos años, una vez desvanecidas las paredes; se vio cubierto por fuertes barras de hierro; muy estrechas la una de la otra; su entorno no difería en nada al de una jaula asegurada con mucha prisión, fuertes candados, y códigos secretos que desvirtuaban sus pensamientos y Minimo parecía no estar viendo y viviendo esa realidad; constantemente, mientras eso sucedía, frotaba sus dedos sobre sus ojos, al punto de ¡creerse loco de purita verdad!

Luego de ello; su habitación se encendió en candela y humo sofocante; luego aparecieron tres silbidos seguidos de tres enormes carcajadas que lo estremecieron, cada silbido iba seguido de una carcajada fastidiosa. Luego sobre el sistema de seguridad, las cadenas y los códigos; se empezaron a activar otros códigos con unas luces verde zafiro y azul rey refulgente; luego Minimo sintió miedo, al ver que esas luces desactivaban los códigos y las prisiones de la candela. Su jaula fue abierta y se transformó en una selva; selva en la cual él era domador de muchos animales salvajes; todos ellos a una le obedecían a él y todos parecían agradecidos con su existencia. ¡Se trataba de los animales más salvajes y feroces de la tierra! Y era asombroso ver la pericia con que los domaba, jugaba con ellos y se comunicaba bajó vínculos entrañables de amistad y sujeción. ¡Era impresionante!

En medio de esa selva verde, fructífera y hermosa, y en medio de todos sus animales, tanto peligrosos como no peligrosos; todos juntos a una emitían ruidos y sonidos plausibles de alegría por la presencia de Minimo en aquel lugar, en ese momento a Minimo lo cubrió una aureola de fuego nítido y transparente, se elevó como a diez metros de altura, inclinó su espalda, bajo su cabeza y el magnífico blanco corcel de sus sueños se desgarró de sus lomos ante los ojos de toda la madre selva. Cuando todos los allí presentes lo vieron, se conmocionaron tanto que empezaron a aplaudir con sus patas, algunos golpeando alguna estructura de su cuerpo, y los que no podían hacerlo de otra manera, inclinaban su cabeza emitiendo un fuerte sonido. Todo el sonido que produjeron las “bestias de la selva” a una pareció como el canto de guerra de un ejército muy fuerte y entrenado que parecía estar siendo profetizado de lo que vendría a partir de ese momento. Luego de ello Minimo marchó su vuelo en los lomos de corcel hacía el reino de los CUERDOS.

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Este reino se encontraba, en una de las cúspides más altas de la colina, encima de una roca blanca pétalo muy grande estaban sus cimientos; cuando Minimo a lo lejos la vio, sintió mucha felicidad y complacencia al ver el paisaje natural, las aves del cielo y el verde de los prados altos y bajos que cubrían la tierra; en la medida que se acercaba a su reino, sintió una fuerte presión sobre su pecho y un calor enorme que inició en la coronilla de su cabeza y que empezó a diluirse suavemente por su cuerpo hasta llegar a la punta de sus pies. Corcel en ese momento parecía un caballo de oro, ya no era blanco, era dorado y refulgente como la luz; ¡era divino!, su unicornio estaba construido de un material que no conocía nadie excepto Minimo. Cuando estuvo muy cerca a su reino, las puertas principales se desplayaron para su recibimiento, inmediatamente las grandes arpas y tamboriles y demás instrumentos musicales, conjugaron la melodía de la ¡VICTORIA! “mujer hermosa, siempre galopando caballos”; luego, estando Minimo y Corcel a casi nada de distancia, el viento los detuvo; entre tanto ellos pensaban que avanzaban porque salían en forma de caravana y en movimiento rápido a su recibimiento los seres más importantes de la comunidad de los CUERDOS; la primera en salir fue LA VICTORIA, mujer hermosa esta, de mirada siempre esquiva, galopando una caballo que en la medida en que lo andaba, tomaba muchas apariencias de caballos finísimos y hermosísimos jamás vistos por el hombre COMÚN; la melodía que acompañaba su desfile sobre la alfombra roja, era estruendosa y tranquila; nunca antes escuchada por el hombre común; a su paso; mientras la VICTORIA pasaba, le sonrió a Minimo de manera complaciente; detrás de ella venían muchos enanos sobre gigantes caballos; ello sorprendió mucho a Minimo; más aún cuando estos enanos con gestos de júbilo y alegría estiraban sus manos desde la distancia, y lo saludaban con grande felicidad. Inmediatamente, detrás de ella venía en su desfile, con gran júbilo y satisfacción EL TRIUNFO; este era un joven, de orejas grandes y empinadas a lo alto; con una trompeta en la mano, que tocaba al son de la melodía del triunfo; detrás de él venían muchos niños que tenían la misma apariencia de el joven TRIUNFO, de estructura delgada y alargada; como de dos o tres metros; los niños eran casi gigantes pero hermosos, cuando este miró a Minimo le pico el ojo con cierta complicidad. Detrás de él; venía EL GOZO el cual era un niño sabio, de pelo blanco y ojos claros; sonreía y a diferencia de los demás, no caminaba, solo danzaba y tocaba una pandereta que llevaba en sus manos; su traje era azul purpura y quienes le seguían eran hombres entre treinta y cinco y cincuenta años de edad; todos ellos danzando la verdadera danza del niño GOZO. Cuando el GOZO miró a Minimo elevó sus manos y emitió un sonido acelerado por el movimiento de sus manos sobre la pandereta; ello despertó a Minimo y lo llenó del gozo que sentían los seres que le seguían a él. Luego todo se tornó de luz blanca; y una dama blanca, de ropas blancas, de cabellos blancos, de contextura voluptuosa y agraciada, salió al recibimiento de Minimo; LA VERDAD salió montada sobre un caballo blanco, sus largos trajes caían por sobre los lomos del caballo blanco, y un grupo de damas con sus mismas características físicas la seguían, todas ellas llevaban consigo un cántaro de beber; cuando la verdad miró a los ojos a Minimo, todas las mujeres blancas que le seguían, levantaron sus cantaros y dieron de beber a Minimo desde la distancia; Minimo sintió el refrescamiento que el agua proporcionó a sus entrañas. Luego paso EL BIEN, este era un anciano de hermoso aspecto; parecía un gigante, sus pasos estaban todos bien coordinados con la estructura de su cuerpo; de elegante caminar el BIEN, sus vestidos eran de muchas piedras preciosas sobre un azul rey predominante. Al BIEN le seguían muchas ovejas grandes y gordas; de hermosa lana; todas iban en fila, formando tres filas a las espaldas del BIEN; cuando miró a Minimo, sonrió indicativamente, elevó su brazo derecho, y acomodó su mano, resaltando el dedo gordo en señal de “bien hecho amigo”. Luego LA SABIDURÍA venía de la mano con su hermana LA INTELIGENCIA, ambas eran hermanas mellizas, cada una muy hermosa; sus vestidos eran de muchos colores vivos y el sonido que nació mientras ellas pasaban deleitó sobremanera a Minimo. Cuando ambas miraron a Minimo; LA SABIDURIA la miró con seriedad, mientras que LA INTELIGENCIA poseedora de una hermosa sonrisa, le sonrió. A estas dos hermosas jóvenes mujeres, la seguían un séquito pequeño de ancianos nobles; en sus rostros se reflejaban la belleza, elegancia, riqueza y poder que emanaban las dos doncellas que pasaban. Luego un estruendo de trompetas muy grande y de cánticos y de arpas y de felicidad y de muchos instrumentos de música y de muchos canticos de Júbilo dieron paso AL AMOR, voces como de ángeles con tonalidades muy altas, daban la entrada del AMOR al encuentro de Minimo; cuando Minimo alcanzó a visualizar la apariencia física del AMOR, como la de un rey demasiado prodigioso, corcel se encogió y se doblegó; la cabeza de Minimo se inclinó y ambos volvieron a ser uno solo; quedó Minimo enfrente, esperando que el AMOR saliera a su encuentro, pero este no salió; entonces Minimo entendió que era él quien debía entrar. Cuando entró; las puertas se cerraron, toda la comunidad de CUERDOS lloró de alegría y felicidad, todos aplaudían el retorno de Minimo a su parentela. Luego hubo un gran banquete de celebración, una mesa que parecía no tener principio ni fin, estaba a merced de todos; cada uno de los allí presentes tenía su puesto reservado; y el puesto de Minimo quedó enfrente del puesto del AMOR; cuando Minimo quiso hablar y preguntar, al cabo de un buen rato se percató que la lengua en que se comunicaban era nueva para él; todos en la comunidad de los cuerdos usaban el idioma de los CUERDOS; era algo así como el sonido de una melodía pausada; como cuando se toca el piano con pericia y amor. Por otro lado, LOS CUERDOS, eran poseedores del conocimiento de todos los idiomas existentes en la vida, porque con ellos vivía MANA, la madre de las lenguas y ella daba su don a todos los que le caían bien y/o hallaban su gracia; su aspecto físico era el de una niña dorada de siete años por siempre y para siempre. La animación estaba dada por el gozo; y las niñas que danzaban para él; la una era LA ALEGRÍA, la otra era LA FELICIDAD; la música era sublime, los canticos y las voces parecían no tener dueño propio ni cuerdas bucales que las soportaran. ¡Era impresionante!

Cuando llegó la noche, el reino de los CUERDOS, se convirtió en la ciudad dorada en la que Minimo se había soñado. Esa noche, todos se disponían a regocijarse de tan maravilloso día vivido. Los atalayas, del reino y los comandantes supremos de seguridad del mismo; informaron a los altos mandos la presencia maligna que se acercaba; eran los fuertes de entre los poderosos, AVILÁN ABOC padre de los AVILANOS, SOSOR SOSIR padre de los SOSOS y POMNI PE padre de los PONÓPELOS; ellos con arrogancia y lujuria y con mucha rabia dieron muchas vueltas sobre el reino de los CUERDOS; las vueltas que dieron alrededor del castillo, se dieron a unas velocidades impresionantes, casi ninguno de los que lo vieron reconocían los cuerpos en el espacio por la velocidad en que daban las vueltas; solamente se percibían humos negros alrededor del castillo del reino de los CUERDOS. Cuando se pararon al frente de la entrada por donde la comunidad de los CUERDOS habían recibido a MINIMO, todos estaban sobre sus bestias, AVILAN ABOC montaba un caballo gris de ojos iluminados; SOSOR SOSIR montaba un caballo escarlata sin ojos y POMNI PE montaba un ave legendaria, de patas grandes, de uñas largas; de pico largo y grueso con dientes humanos muy hermosos y en movimiento, como especie de una cierra. Se veía la furia en sus rostros, como si hubieran perdido algo que les doliera mucho.

Cuando salió el AMOR, cubierto por un velo oscuro que reflejaba su aspecto de rey por intermedio de la sombra oscura de la noche les preguntó en la única lengua en que podían comunicarse con ellos, se trataba de una lengua de acento fuerte y de sonidos bastante golpeados; les dijo:

AMOR: y ahora, ¿cuál es el motivo de vuestra visita?

PADRES: los fuertes de los poderosos, todos a una sola voz respondieron: ustedes tienen prisionero a nuestro heredero; a nuestro hijo; lo queremos de vuelta para que no hayan inconvenientes entre nosotros y vosotros.

AMOR: vosotros sabéis que él está aquí por su propia voluntad; porque ha seguido los códigos que su madre dejo escritos en su corazón; además también es nuestro hijo, y vosotros lo sabéis.

PADRES: lo queremos de vuelta; y nos iremos; alzaron la voz muy fuerte y gritaron: todos vosotros sabéis de lo que somos capaces. ¿Queréis guerra? ¿Por qué no le decís a este que entregue a mi hijo? Si hacéis eso, os dejaremos con vuestra inofensiva realidad.

AMOR: no podemos echarle fuera, tampoco podemos detenerlo; tampoco permitiremos que lo tomen en contra de su voluntad. ¿Acaso no os fue suficiente, todo el tiempo en que lo tuvieron esclavizado en el reformatorio mental? ¿Acaso no os parece poco todo lo que este hombre MINIMO CUERDO de buen corazón ha vivido por causa de vuestra paternidad? A los CUERDOS les sobrevinieron desgracias y maldiciones, que pensaron no sobrepasarían, todo por causa de vuestro maligno poder. De no ser porque MINIMO tiene el corazón de los CUERDOS, vosotros lo abríais quemado junto con todos los COMUNES que murieron en aquel manicomio.

PADRES: queremos a MINIMO PESOSIRABOC, grande de los grandes; poderoso de poderosos; él tiene nuestro poder corriendo por su cuerpo. ¿Acaso no lo reconocéis; es idéntico a nosotros? De vuestra ramera no lleva nada.

AMOR: Nosotros sabemos que solo le buscáis porque de todos vuestros hijos; este es el único que ha extraído vuestros poderes y os da miedo que los use por el bien en contra de vosotros y os encarcele y consuma. Él es el único que tiene potestad sobre vosotros; por eso es que habéis buscado matarle desde que fue concebido en el vientre de su madre. Él es un CUERDO aunque os duela y os haga llaga.

En ese momento sale MINIMO y LOS PADRES, se transforman en hombres cubiertos por un velo blanco y una vela de luz amarillenta que intentaba alumbrar la oscuridad que cubre alrededor de sus cabezas; cada uno sostenía la vela con ambas manos sobre su pecho; quietos y elevados en el espacio, esperan atentamente la respuesta de su hijo.

MINIMO: He leído el contrato de fuego, he visto todas las cosas que habéis hecho desde el principio; también he reconocido que sin lugar a dudas vosotros sois mis padres y yo no podré estar en vuestra contra si no me dais motivo. También sé lo que buscan de mi y aquí delante de todos, os quiero decir que no me interesa vuestra paternidad; no me interesan vuestros dotes y poderes; yo no los quiero, lamento el no poderos devolverlos para haceros felices. Váyanse ahora; cuando sea de día hablemos con cordura si es que la luz os deja. Ya no perturbéis más este ambiente.

En ese momento; LOS PADRES, ardieron en ira y se convirtieron en tres grandes monstros horribles, que recordaron a Minimo los ataques que sufrió su madre en el desierto de TRANS; en ese momento Minimo sintió mucho coraje y un calor intenso que brotó de su pecho cubrió todo su cuerpo y se elevó a donde estaban sus monstros padres. Cuando los tres lo vieron todo vestido de un metal más valioso y refulgente que el oro puro y de ojos invisibles, tal cual lo habían leído en el libro del terror, tuvieron miedo y volvieron a la forma de ancianos. Se mostraron débiles e indefensos y le pidieron a MINIMO que les diera la oportunidad a ellos de ser buenos padres con él. MINIMO en su buen corazón, les ordenó que se fueran y que si la luz se lo permitía, él estaría dispuesto a conversar con ellos bajo la intensidad de la claridad. Los PADRES se escabulleron por entre el viento sin mencionar palabra alguna. Todo el reino de los CUERDOS percibió la ira y la rabia de ellos al desaparecer por orden de MINIMO. Todos se alegraron a una y todos continuaron la vigilia de la noche.

Al día siguiente en el reino de los CUERDOS, como de costumbre estaban todos llenos de GLORIA, mientras unos danzaban, otros cantaban melodías, otros pintaban y hacían realidad sus dibujos; eso impresionó muchísimo a Minimo, y se acerco a un joven como de catorce años que pintaba, este en cuestión de segundos pinto para Minimo un mar, con un gran barco y muchos reptiles hambrientos dentro de él, y por un instante, este joven sumergió a Minimo en su dibujo y Minimo se asustó muchísimo; cuando un reptil se lo iba a comer; el joven pintor riéndose sobremanera, deshizo el dibujo del cual Minimo salió algo asustado; ambos se rieron y se hicieron amigos, muy buenos amigos como todos lo eran en el reino de los CUERDOS.

Durante siete días, estuvo Minimo muy gozoso y contento aprendiendo mucho del estilo de vida que tenían sus entrañables amigos; ellos enseñaron a Minimo juegos muy divertidos, como el juego de la pelota loca; el de la bestia endemoniada, el juego de la máquina de hierro; en todos esos juegos había un nivel de riesgo grande; incluso Minimo no explicaba la intención con la que ellos se apasionaban por esos juegos que demandaban mucha astucia, inteligencia y sobretodo sabiduría. ¡Ya imaginarán todos, quienes eran los que semanalmente creaban todo tipo de juegos y diversiones! La tarde del séptimo día en que Minimo se encontraba jugando el juego de la bestia endemoniada; “se trataba de un animal gigante, completamente peludo y de rostro aterrador con una pesada saliva que emanaba de su jeta, el juego consistía en que ellos debían bloquear a la bestia dándole ciertas ordenes claves que tenían que ser encontradas en lo profundo de la conciencia de cada uno; entre tanto la bestia adquiría mucha velocidad y destreza mientras el tiempo pasaba y tenía la facultad de usar todo tipo de instrumentos de guerra; los golpes y movimientos de la bestia eran tan ásperos, que el menor de ellos podría dejar gravemente a cualquiera de los allí presentes; lo peor de todo era que la bestia endemoniada tenía facultades de la Inteligencia y por eso era algo complicado bloquearla mentalmente” cuando Minimo jugó ese juego, tuvo miedo al principio y pasados diez minutos encontró las palabras que desde su interior podían bloquearlo; pues toda persona lo bloqueaba dependiendo de su interior, el monstruo no se bloqueaba con las mismas palabras por todos los seres allí presentes. Las palabras con que Minimo bloqueo la bestia fueron: la primera AVE AVE AVE VA; VENU VENU VENU YA, YA, YA GLING; inmediatamente un eco lo bloqueó y Minimo con un soplo de su boca lo evaporó por el viento; de esa manera se explicaban juegos parecidos.

Una vez hubo terminado Minimo de jugar; esa tarde del séptimo día, bajo la claridad que vislumbraba el momento, aparecieron sus tres PADRES cubiertos de una aureola oscura que los protegía de tanta claridad; ellos unieron sus voces para decir a Minimo lo siguiente: “hijo, hemos venido por ti, date cuenta nuestro interés por ser tus padres, solamente acéptanos y no nos rechaces más; ven con nosotros; queremos mostrarte lo que hemos preparado para ti; cada uno de nosotros te llevará a su reino por un día, luego, al cuarto día te llevaremos los tres para que conozcas lo que queremos heredarte. Mira hijo nuestro; somos tus padres, y tenemos conocimiento de que en el reino de los CUERDOS, es un honor honrar a los padres; hijo acepta nuestra voluntad y danos complacencia”.

Cuando Minimo los hubo escuchado; se elevó al margen donde se encontraban ellos y le dijo en la lengua que ellos solían comunicarse entre ellos (eso los sorprendió muchísimo porque conocían que en toda la vida, nadie podía adquirir esa lengua, menos interpretarla, excepto aquel que por su condición fuera más poderoso y sublime; esto estremeció a los tres padres y en el reino de los CUERDOS, un halito de admiración cubrió todos los rostros): ¿ahora me reconocéis como vuestro hijo, siendo yo vuestra desgracia? ¿Acaso no soy el bastardo, fruto de vuestra pecaminosidad fingida?, ¿tan rápido habéis cambiado de parecer? Interesante acto han visto mis ojos; os lo agradezco. Para que comprendáis que soy en extremo diferente a vosotros, acepto acompañaros como habéis dicho, pero yo decido cuando volver. Luego de haber dicho estas palabras, se refirió a los CUERDOS en la lengua de ellos y les dijo, que estaría con sus PADRES, por espacio de unos pocos días y que luego volvería. Todos lo despidieron con algo de expectación; la CONFIANZA “señora pulcra”, abrigo a los CUERDOS porque ella estaba segura de quien era Minimo.

Luego que Minimo aceptó, sus PADRES, lo invitaron a entrar a la aureola oscura que los cubría de tanta claridad, pero Minimo no aceptó y enfrente de todos los allí presentes, se encorvó de manera muy estilizada, y todos vieron como de sus lomos salió el hermoso CORCEL, cuando sus padres vieron esto tuvieron más miedo aún de su hijo “bastardo”. Luego Minimo los siguió en su corcel; Corcel estaba hermoso, tal cual la última vez que lo había visto; su cuerpo todo dorado, más que el oro finísimo, su cuerno cubierto de perlas y una luz que lo hacía aún más glorioso. Minimo los siguió desde el vuelo claro que emanaba Corcel desde las alturas, Minimo desde lo alto contemplaba los valles, los arboles que con sus ramas lo despedían y se gozaban en verlo; también junto con corcel vieron los peces que hablaban y el rio en el que una vez habían caído; Minimo se deleitaba mucho en ver todas aquellas cosas, en tanto que sus PADRES no podían contemplarlas porque se mareaban y se caían, ese era el motivo por el que se encapsulaban dentro de aquella especie de humo oscuro. Cuando empezaron a salir del valle de los CUERDOS, Minimo vio como la claridad se fue e inmediatamente vio desolación sobre un valle árido y seco, era tan diferente al valle de los CUERDOS, primero porque en ese valle no pasaba un rio de agua cristalina sino un lago de lava ardiendo, rocas rojizas por todo el pedestal, no habían arboles, solo chamizos y destrucción, no veía seres, solo cosas extrañas de muchas formas casi que repugnantes, con apariencia de estar vivos pero de vida parecían no tener nada. Siguió Minimo mirando eso y CORCEL estaba perplejo de ver tanta desolación y le dijo a Minimo: ¿estás seguro que haces lo correcto?, Minimo, no le respondió y siguieron.

Cuando miraron el firmamento, desde su corcel, Minimo vio con nitidez los tres reinos oscuros, cada uno conservaban gran distancia el uno del otro bajo la misma proporción. En ese momento, los PADRES de mínimo se detuvieron, estos son: AVILÁN ABOC, SOSOR SOSIR y POMNI PE; ya no tenían la cubierta oscura que los protegía, estaban en sus aspectos normales, Minimo nunca los había visto en esa apariencia; ÁVILAN ABOC, parecía un hombre grueso como de cuarenta años de edad, de piel roja oscura y de ojos miel; su aspecto daba la impresión de ser un hombre muy poderoso; luego, SOSOR SOCIR, hombre de piel oscura, de ojos iluminados y de cabello blanco; parecía un hombre de cuarenta años también; su aspecto muy poderoso y temible; luego POMNI PE, hombre de cabello largo, lacio; de estructura delgada y alargada, parecía una maquina de pensamientos, se veía como un hombre pensante, su piel blanca, sus ojos de muchos colores, tenían pintas azules, verdes, grises, cafés, anaranjadas, rojas; eran bonitos pero daba la impresión de tratarse de un ser peligroso, poco confiable. Cuando Minimo los vio en su aspecto real, se ligó nuevamente a CORCEL y ambos fueron otra vez uno solo.

Sus padres a una sola voz le dijeron a Minimo:

PADRES: hijo, ningún ser de la vida ha podido pasar esto por sí solo, si no es con nuestra autorización. Si eres el ser especial que pareces ser producto de nuestro poder, si das un paso al frente, el túnel que por todas las generaciones hemos transitado nosotros solos, se abrirá para ti y te dará la bienvenida. Queremos ver lo especial que eres hijo.

Ellos estaban seguros de que el túnel no abriría, en efecto, cuando Minimo dio un paso al frente, no paso nada; los miró a ellos y los tres en una sola voz soltaron una enorme carcajada de satisfacción. Mientras se reían se abrió un túnel enorme que absorbió a Minimo y a sus padres, el túnel era precioso, cubierto de piedras de ónice, berilio, crisolito y toda piedra preciosa; habían piedras de juego magnificas en los contornos del túnel, una luz magna y aplacada cubría el túnel; Minimo veía códigos y claves secretas dentro del túnel, también habían dibujos de dragones y cosas que sorprendieron a Minimo. Cuando estaba llegando al final del túnel, este mismo túnel detuvo a Minimo al frente de una puerta de cristal con una palma de mano, cuando Minimo puso su palma en ese lugar, la puerta de cristal se lacró y permitió el paso de Minimo; al entrar Minimo ahí, vio sobre una pared de madera el dibujo tallado de cuando su madre, huía del dragón en el desierto de TRANS, en el siguiente dibujo, vio cuando su madre fue dotada de alas y luego, en el último, vio su nacimiento en el aire de los vientos, finalmente vio cuando su madre LALIA y SERA se desunieron y ambas se escabulleron por el viento. Esto sorprendió a Minimo sobremanera; luego, esa pared de madera se trasformó en tres puertas completamente iguales, Minimo tenía que elegir cual cruzaría primero; y se fue por la de la izquierda; cuando la cruzó, entró al reino del temido POMI PE, su padre.

Todo era glamur y elegancia, los espacios bien distribuidos, la decoración era sorprendente; cada instrumento habido en ese reino simulaba una cuantía enorme; vi en la sala un cuadro muy grande del rostro de mi padre POMNI PE, era un cuadro mágico, muy llamativo; como en un abrir y cerrar de ojos mi padre salió de ahí, y el cuadro quedó vació, solo quedo la imagen de un mostro asesino que miraba. Ambos se sentaron en el salón donde se recibe la visita.

POMI PE: eres la primera visita que recibe este reino. Todos los vampiros y los Lobos están expectantes de ti y quieren conocerte. Ellos son mis hijos, los que tengo en este mundo; luego sabrás de los otros tus hermanos, los que tiene vida corta. POMNI PE, miraba detenidamente a Minimo y se impresionó de ver los modales, el glamur y la decencia de Minimo para el momento. Al momento salió un hombre totalmente pálido, con la cara de mi padre pero de cabello corto, sus labios y ojos eran morados; se acercó con una bandeja, se inclinó a mí y me llamó amo. Yo me impresioné muchísimo y acepté el pan y la bebida que me ofrecieron; la cual fue exquisita a mi paladar; me gustó muchísimo; jamás había probado algo tan delicioso. Mi padre me ofreció más de lo que había comido, pero por normas de cortesía y decencia no acepté; luego empezó a referir que yo era muy importante, con voz delicada y tierna me decía que lo que sentía no lo explicaba; incluso se le llorosiaron los ojos; con lo que no contaba él era que yo me estaba dando cuenta de la máscara que estaba cubriendo su rostro en ese momento mientras me hablaba; no sé porque pero yo me daba cuenta de las intensiones de ellos. Entonces le dije: padre porque queríais que el túnel me devorará cuando lo hube cruzado y porque te alegraste junto con mis otros dos padres cuando el túnel demoró en abrirse. Él me respondió algo asustado: no hijo, como decís eso; no te engañen tus pensamientos y no se confundan vuestros poderes; tú eres mi hijo y eres como yo, tu condición es la mía. Ignoré con un gesto de elegante rostro sus palabras y le dije que me enseñara el castillo del reino. Inmediatamente me llevó a caminar su castillo; él estaba vestido con un manto rojo oscuro que arrastraba el suelo, tenía su traje un ancho cuello que prácticamente ocultaba su cabeza; en su frente tenía una plataforma de piedra en forma de tela que cubría sus muslos. Mientras caminábamos, me sorprendía el ver tantos seres trabajando; era como si el orden y el desorden vivieran en guerra en ese castillo y los esclavos (vampiros y lobos) estuvieran programados para equilibrar el ambiente, veía como al menor descuido todo quedaba hecho un caos; por eso cuando estaba en la sala junto con mi padre, me parecía que las paredes se movieran solas y entendí luego, que muchos vampiros estaban dentro de ellas rehaciendo lo que el desorden dañaba. ¡Era raro ver eso! Vi en el jardín de la casa, montes de fuego y piedras bonitas, también volcanes que eructaban muchos tesoros y reliquias preciosas. Eso me llamó la atención; los acabados del castillo eran bonitos; era un castillo blanco con acabados en metales preciosos; la elegancia del reino no tenía igual; también vi a los vampiros ocupados en labores más decorosas y a los lobos en labores que implicaban fuerza. No entendía como mi papá equilibraba a todos esos seres, entonces decidí preguntarle, a lo que él me respondió: como todo, ellos también tiene sus reglas, y tienen pleno conocimiento de las consecuencias si desobedecen mis órdenes; yo como si no supiera le pregunté: ¿y qué les puede pasar?, él me sorprendió al decirme, no cuestiones lo que ya conoces. Me quedé callado y esperé, mientras él me explicaba la construcción e historia de su castillo. Luego me llevó a su cuarto, donde acostumbraba a pensar y a encontrarse a sí mismo, en la pared principal del cuarto, estaba puesta una foto muy grande, de un hombre con una apariencia diferente a la de mi padre; este hombre tenía dos cadenas ligadas a sus manos y se veía en la foto la manera como el viento lo golpeaba sin causarle daños. Le pregunté sobre quién era el personaje de la foto, a lo que el muy ligeramente me contestó: ¡ese era yo cuando estaba joven!; no pasaba de mis dos mil quinientos millones de eras de vida. De una vez le pregunté por su pasado, por mis abuelos; a lo que se quedó callado y me dijo: ¡hay secretos y misterios en nuestras vidas que hace mucho borramos de nuestro conocimiento! Yo sabía que eso no era cierto pero olvidé el asunto. Luego me llevó a mi habitación; me dijo: espero te guste, todo era majestuoso, la alcoba, las paredes de cristal y los fundamentos en oro; las hadas que puso a mi servicio por si necesitaba algo. Ellas estaban para hacer lo que yo quisiera. Luego me dejo solo y me dio un diario, el cual me prohibió leer; me dijo que apenas descansara; el libro proyectaría en mi mente lo que debía conocer, es así como cerré mis ojos, escuchaba los aullidos de los lobos y la tenebrosidad del castillo, me hacía sentir que todo a mi alrededor daba vueltas a una velocidad difícil de detectar, me concentré en mi descanso y en cuestión de segundos empecé a ver muchas cosas que me consternaron sobremanera.

Terminado ese episodio; cuando la oscuridad se hubo ido; y todo empezaba nuevamente, me atendió mi padre Pomni Pe muy contento y me llevó un alimento que me fortificó mucho; luego, me dijo: el día cuarto volveré a verte. Este es tu reino, tú dispones de él cuando quieras, eso lo dijo con dolor. Luego nos elevamos por sobretodo el castillo, me dio un abrazo que pareció sincero, luego se quitó un anillo muy amarillo que tenía puesto en uno de sus dedos y lo puso sobre uno de mis dedos y aparecí nuevamente frente a las tres puertas, solo que la de la izquierda ya estaba con la luz apagada, como desactivada. Tenía entonces dos opciones y no sabía cual escoger, entonces me fui por la de la derecha y entré a una fiesta de enanos y duendes, todos ellos con bebidas alcohólicas en sus pequeñas manos, cuando mire alrededor, una línea roja como rio de sangre que corre, atravesaba toda la mitad de las paredes que estaban al alcance de mi visibilidad. No me di cuenta el momento en que los duendes me vistieron; pusieron muchos adornos en mi cuerpo, y me llenaron de extravagancias, al punto que quedé con el aspecto de un hombre de hierro con visos dorados; luego vi a mi padre SOSOR SOSIR, con un atuendo muy sobrecargado, lleno de anillos, diamantes y muchas monedas con las cuales alimentaba a los duendes y dominaba a los enanos. El reino era todo de metal, del techo se proyectaban muchos colores vivos, que compaginaban perfectamente con el metal precioso del que estaban hechas las paredes. Los enanos eran sonrientes, los duendes maliciosos y en todos ellos reinaba la infelicidad, eso lo pude discernir yo. Cuando vi a mi padre, los enanos y los duendes hicieron una especie de túnel o camino, se ubico un duende enfrente de un enano y así hicieron un pasillo como de veinte pies de longitud; cuando estaba caminando por en medio, no sé cómo pero me elevé a la estatura de los duendes y enanos, de modo tal, que la panta de mi pie quedaba en la cabeza de esos personajes. Cuando tuve frente a mí, a mí padre SOSOR SOSIR; él alzo sus pesadas manos y yo pensando que me daría un abrazo, batió sus manos a la altura de mi cuerpo. Yo sentí como si hubiera oxigenado mi cuerpo, sentí mucha frescura, lo percibí como un ser de una sola faceta; nada parecido con mi padre POMNI PE, este era más confiable a mí parecer, me llevó al jardín de su castillo y me pareció muy bonito ver como nacían las rosas de oro y de muchos colores; yo veía que eran rosas no como las que había visto en el valle de los CUERDOS, sino de metales, eran rosas de colores, se trataba de un oro de colores, también habían otros metales mejores que el oro puro dentro de ellas; algunas se abrían a mi paso y me mostraban diamantes. Todo el lugar estaba invadido por el agradable sonido de un rio que da vida; se respiraba mucha frescura en ese lugar y me sentí muy bien con mi padre. El sonreía conmigo y su rostro misterioso y algo enigmático me causaba la impresión de que se agradaba de mí. Todo fue tan extraño que llegué a sentir que lo quería. Vi a los duendes ocupados en darle brillo y belleza al castillo; veía como trepaban las paredes, los altos muros del castillo que en todo su esplendor era muy llamativo; daba visos de muchos colores, pero el rojo era el color que más se destacaba en su arquitectura y diseño. Vi a los enanos dándole forma a los metales, injertándoles un líquido gris espeso, lo que los convertía en plantas y en creaturas que hacían movimientos y cosas agradables. Recorrí con mucho agrado todo el reino de mi padre, el me contaba muchas cosas, quería que yo me sintiera bien, y ordenó a todo su personal de servicio que yo era muy importante, y que debían obedecer lo que yo mandara. Luego me llevó a su habitación y en ese lugar desde su cama nacía el rio de sangre que atravesaba todas las paredes por la mitad. Me causó impresión ver esa cama blanca que no se teñía con el rojo intenso de la sangre. Yo le pregunté por esa sangre y sin pensarlo me dijo: hijo, ¡es parte de la vida! En su habitación no habían imágenes, ni cuadros, parecía que todo lo moviera por el poder que tenía su mente. En ella alcancé a ver imágenes y recuerdos; incluso vi cosas que él no me quería mostrar. Yo me quedé callado y cuando él se dio cuenta que yo había entrado en su mente, guiño sus pobladas cejas y me dijo: ¡se me había olvidado tu poder!, mentalmente le dije, que de mi boca no saldría nada de lo que había visto; pues era algo bastante vergonzoso para él. Él a partir de ese momento se tornó disgustado conmigo, pero no quise disculparme, solamente hice caso omiso de su situación y también simulé no estar muy contento. Luego me llevó a mi habitación, donde las comodidades no eran tan altivas como lo fueron en el castillo de mi padre POMNI PE, había muchas cosas en él, me daba la impresión de desorden, aunque todas las cosas estaban bien puestas pero el ambiente fresco del castillo, en el cuarto parecía asfixiante, todo era muy estrambótico a mi parecer. Concluido el tiempo, llego el momento de descansar, cuando mi padre me despidió en la habitación, me dio un pequeño báculo de un material que no conocía, parecía de goma que alumbraba, pero no lo era, porque lo deje rebotar con el suelo y salto como caucho, pero el sonido que produjo el golpe fue de metal; era algo extraño a mis ojos. Cuando lo miré detenidamente, ese báculo me emergió dentro de un cuento que continuaban las imágenes del libro que mi padre POMNI PE me había dado antes de dormir; con este báculo empecé a vivir cosas durante ese lapso de descanso que me conmovieron sobremanera.

Cuando de nuevo todas las cosas volvían a su inicio, mi padre abrió la puerta de mi habitación y me dio un banquete muy grande para la hora que era; la verdad es que todo lo que me dio de alimento en ese momento, me encantó tanto o más que lo que había probado en la casa de mi padre POMNI PE. Luego todo quedó limpio, él con su prodigiosa mente lo controlaba todo; luego, él tomó mis manos y nos elevamos, el techo del castillo se abrió a nuestro paso; estando flotando sobre el aire; me miró y se le llorosearon los ojos y me dijo: “eres el ser que esta vida no había parido”. Inmediatamente sacó un anillo rojo de uno de sus dedos y lo puso sobre uno de mis dedos. Volví a aparecer en el lugar de las tres puertas; ya solo tenía una opción, era la puerta que se encontraba en medio de las otras. Sin pensarlo dos veces, entré y estaba caminado sobre un tapete rojo muy elegante, el tapete era muy sofisticado, alrededor mío habían personajes que parecían superhéroes, magnos, respetados y con un poder limitado que él les había otorgado. Estos personajes daban la impresión de ser buenos, pero a mí no me engañaban, encontré en sus miradas perdidas, un índice considerable de maldad e hipocresía. Alcé mis ojos y vi un libro sentado en un trono, con una pluma que escribía por efecto del viento y del cual salían más y más personajes con aspecto de superhéroes, en la medida que avanzaba salían más y más superhéroes con poderes limitados y en su apariencia simulaban ser muy buenos todos pero yo descubría que tenían una porción considerable de maldad e hipocresía. Cuando estuve más cerca, el salón estaba repleto como si se tratara de un asunto importante y apoteósico, cuando estuve muy cerca de aquel trono de rey, ese libro se convirtió en un rey, vestido con traje azul rey y muy elegante y bonito, el señor con barba blanca y pelo blanco que vi frente a mi era mi padre AVILÁN ABOC, que cuando lo hube reconocido, soltó una carcajada estruendosa de bienvenida que estremeció a todos los allí presentes. De inmediato se bajo de su trono y me dio su mano derecha, la cual estrecho con la mía; en ese momento, me pareció gracioso todo y dentro de mi me preguntaba ¿dónde estarán los sirvientes de mi padre? Me di cuenta de su grande poder porque inmediatamente me dijo: he aquí todos tus sirvientes, cuando miré a todos esos personajes que parecían superhéroes y otros que también salieron, se trataba de personas muy simples, pero muy elegantes y en extremo bien vestidas; identifiqué que mi padre en medio de sus risas era quien exponía el último grito de la moda en todos ellos. Ellos inclinaron su cabeza hacia mí en señal de reverencia, y mi padre AVILÁN ABOC me dijo: MIRA. Con esa palabra, tuve conocimiento de quienes eran todos ellos y el poder que tenían; En ese momento mi padre soltó otra risotada que hiso que todos ellos se taparan los oídos; entonces los consideré torpes y vacios. Dentro de los que parecían tener más imponencia de los allí presentes estaban Superman, el hombre araña, la mujer maravilla, Harry Potter, los Power Ranger, la liga de la justicia, los cuatro fantásticos, Batman, centella, flash, el hombre de hierro, el hombre acuático, el hombre invisible, las chicas superpoderosas, tarzan, caliman, el hombre increíble, pokemon, entre otros muchos que no vale la pena mencionar ahora.

Él era muy sonriente, carcajeaba por todo, me miraba y se reía, ello produjo en mi incomodidad y decidí hacerle ver lo tenebroso que se veía con esas risotadas tan inapropiadas. Luego de ello, se calmó un poco y siguió con sus risotadas, entonces entendí que era algo muy propio de su ser. Todo era muy elegante, toda la estructura del castillo de madera era muy llamativa; yo veía como por las paredes escurría agua, pero el agua no paraba de fluir y de volver a su punto de inicio, era muy bonito; me llamó la atención del jardín ver grandes reptiles y dinosaurios todos de diferentes metales, alumbraban mucho y se veía un paisaje muy interesante. Cuando hube contemplado el reino desde afuera, me encantó el catillo; cambiaba de colores, en segundos era todo blanco, en segundos era todo rojo, en segundos era todo amarillo, en segundos todo era azul rey y así permanecía por un rato más prolongado hasta que volvía a alternar los otros colores. Pero lo que más me llamó la atención fue ver como desde la punta del castillo un rio se desplegaba con mucha fuerza en su comienzo y luego como corría el agua por toda su parte exterior sin que se hiciera laguna; parecía como si el fundamento de ese castillo fuera el agua que lo bañaba, parecía que sus paredes fueran de agua y no de madera. Era genial ver esa edificación.

Recorrí todo el castillo en compañía de mi padre, él me hablaba muchas cosas, yo le prestaba mucha atención; me dí cuenta que era un hombre docto, con una mente clara y abierta y eso me gustó de él. Todo lo que vi en ese lugar me gustó mucho; mi padre hiso un banquete donde solamente nos sentamos los dos y le ordeno a Harry Potter que acomodara la mesa; los otros “superhéroes” estaban trabajando muy duro y sirviendo mucho ese día. Cuando estábamos alimentándonos con unos manjares muy delicados y exquisitos; le dije: padre, ¿de dónde sacas todos estos personajes?, soltó otra risotada y me respondió: de la mente hijo, de mi mente hijo, todos ellos son alter egos míos. Entonces le dije: ¿y con qué propósito? Me dijo: ¡me gusta divertirme! Cuando escuché eso me solté a reír también, y me impresionó que mi risa sonó exactamente igual a la que él emitía. Luego se puso serio y me dijo: también tengo otros hijos, ellos nacen con corta vida, los he adoptado y cuando me complazco en ellos los siento a escribir y dejo que se permeen muchos de los personajes que ves acá. Mañana sabrás mejor de este asunto. Siguió sonriente conmigo. Luego de haber terminado, nos fuimos para su habitación donde todo eran ondas magnéticas, así su cama, su mesa de noche; absolutamente todo emitía ondas que de acuerdo al estado de ánimo emitían los colores. Eso fue lo que logré percibir del lugar.

Al otro día, sin darme cuenta, amanecí en medio de los tres; a nuestro norte se encontraba el castillo MALIGNIDADES, se trataba de un castillo solo, a parecer deshabitado, arquitectónicamente tenía características muy particulares de los castillos anteriores, con la diferencia de que en este se percibía una maldad muy grande; el resplandor de ese castillo está cubierto por una gruesa capa de terror que yo no podía explicar. Cuando nos dispusimos a entrar, ellos pretendieron que yo lo hiciera primero como las otras veces, pero rehusé a hacerlo y quedé en el último lugar. Cuando estuvimos los tres en ese lugar, las apariencias de mis padres cambiaron, todo en absoluto respiraba miedo, terror, pánico. De repente salieron a nuestro encuentro tres monstricos de estatura mínima, el primero se presentó ante mi presencia como TERROR, se trataba de un ser en forma de señor peludo en extremo, de gruesas manos y ojos acechantes, no podía dejar quietos sus ojos, en todo momento estos se movían de manera rápida y estresante. El siguiente monstrico era GUERRA, se trataba de algo así como una máquina perfecta pero desfigurada que en todo segundo daba la impresión de estar haciendo cálculos difíciles de comprender; parecía una red de conexiones que no tenían explicación ni sentido. Las asechanzas y maquinaciones que vi en ese aparato, no me intimidaron, pero lamenté mucho la vida de unos seres que vi siendo víctimas de todos estos juegos. Luego MIEDO, tenía el aspecto de un bebe tierno y sin problemas, pero sus ojos reflejaban mucha picardía; al tenerlo cerca producía una sensación que no había sentido nunca, y fue fastidioso ese ser a mis ojos.

Estos eran los tres guardianes del castillo que pertenecía a mis tres padres en común. Mientras nos atendían, en una lengua mental, mis padres ordenaron que me llamaran amo y señor del castillo; porque yo era dueño de todo. Yo no podía creer tanta generosidad de mis padres; ellos lucían ásperos, fuertes, intimidantes y en sus ojos se podía ver lo que era el mal. Yo no me veía dentro de sus intenciones de padres abnegados.

Luego de haber descansado un rato; ellos estaban en sus deleites, comían y bebían sobremanera, pero el poder que poseían los facultaba de controlarlo todo en ese lugar, incluso de los efectos del alcohol que bebían.

Luego me invitaron a entrar a un rincón oscuro, dentro de una habitación que olía a sangre; en ese rincón había una mesa de dos pies de altura y sobre ella, una esfera con una luz entre azul y blanca. Ellos estaban borrachos, me dijeron: “ven hijo, MIRA, esta es una parte que debemos heredarte”, les respondí: ¿por qué deben?, porque es lo que hemos leído en el libro del terror. En ese lugar vas a conocer a tus hermanos, a aquellos que son de corta vida; allí tenemos nuestros hijos, ellos gobiernan allá, ellos son reyes. Son dioses, son seres con los cuales nos divertimos mucho y nos obedecen en todo momento, también están los otros; los de tu otra parentela; ellos nada son. En ese momento, sus bocas se abrieron y muchos vientos salieron de sus bocas y vociferaron: “tu nos perteneces, quédate de nuestro lado”; luego todo se calmó y todo volvió a la extraña normalidad.

Cuando miré sobre la esfera de colores blancos y azules, vi VI DENTRO DE ELLOS A LA CONDENADA PAZ Y A LA RAZÓN CANSADAS DE TANTO LUCHAR, TAMBIEN VI DENTRO DE ELLOS A LA ÉTICA “MUJER COMO DE UNOS 20 AÑOS DE EDAD, SENTADA SOBRE UNA PIEDRA LLORANDO SOBREMANERA POR LAS GRANDES VIOLACIONES A LAS QUE ERA SOMETIDA”; VI A LA CORDURA ENOJADA, VÍ A LA PACIENCIA “MUJER DE LAS PERLAS”, ARDIENDO EN IRA, VI AL CORAJE APESADUMBRADO Y A LA VERGÜENZA CON GLORIA Y PODER. TAMBIÉN ESTABAN JUNTO CON ELLA LA MISERIA Y LA ARROGANCIA, ADEMAS VÍ A ALA INMUNDIA “MUJER CODICIADA Y EN EXTREMO CODICIABLE, DEMASIADO SEXY Y SENSUAL PERO PELIGROSA” TAMBIÉN VI A LA ALTANERÍA Y A LA INFELICIDAD.

LUEGO DE QUE MIS PADRES ME MOSTRARAN EL MUNDO QUE QUERÍAN HEREDARME; YO ME ENCONTRÉ MUY ENOJADO Y NO ENTENDÍA PORQUE ESOS SERES HUMANOS TAN PARECIDOS A NOSOTROS ACTUABAN SIN LA GUIANZA DE LA SABIDURIA Y SIN EL APOYO DE LA RAZÓN, Y SIN LA CONFIANZA DE LA PAZ. LE DIJE POR TANTO A MIS PADRES QUE ME GUSTARIA ENTRAR A ESE MUNDO A VER QUE SE SENTÍA, ELLOS SE MIRARON CON MALICIA Y ME DIJERON: SI ENTRAS A ESE MUNDO, PARA PODER SALIR TENDRAS QUE LUCHAR CON NOSOTROS; Y NOSOSTROS DESDE AQUÍ TENEMOS MUCHO PODER, NO TE DAS CUENTA QUE TODAS LAS PERSONALIDADES QUE ESTAN EN EL REINO DE LOS CUERDOS HAN SIDO DESTERRADAS DE ESTE UNIVERSO QUE POSEEMOS POR VOLUNTAD DE ESTOS HUMANOS TERMINALES; ELLOS NO SON ETERNOS. AVILAN ABOC LE DIJO, HIJO, SI QUIERES IR ALLÁ, ES POSIBLE QUE TE PERDAMOS Y NO REGRESES NUNCA; PORQUE EN ESE LUGAR EL ESPIRITU AGEO TIENE POTESTAD SOBRE LOS HOMBRES; POMNI PE LE DIJO: ALLÁ TE ENCONTRABAS TU, CUANDO ESTABAS DEMENTE Y HABLABAS A ELLOS DE NUESTRO MUNDO. ¿RECUERDAS LO QUE TE HICIERON LOS COMUNES?; SOSOR SOSIR LE DIJO: ¿ACASO QUIERES IR?, ENTRE ELLOS SE MIRARON CON MALDAD. YO ME QUEDÉ CALLADO Y MIRÉ MUY BIEN ESA ESFERA QUE REPOSABA EN EL CASTILLO DE MIS PADRES; ME DETUVE A MIRARLA Y VI LOS GOBERNANTES DE ESAS NACIONES, SE TRATABA DE MIS HERMANOS, ERAN LOS DESCENDIENTES DE MIS PADRES; ELLOS ESTABAN SIENDO MANIPULADOS POR LAS FUERZAS EXTRAÑAS QUE MOVIAN LOS DESIGNIOS DEL CORAZON Y LA VOLUNTAD DE MIS PADRES. ME ADENTRÉ AL CORAZÓN DE TODOS ELLOS, CON EL PODER QUE ME HABÍA SIDO DADO Y ME DÍ CUENTA QUE EN ELLOS HABIA MUCHA MALDAD, TAL CUAL NO HABÍA CONOCIDO SINO EN LA LENGUA DE MIS PADRES; PERO PENSÉ ENCONTRAR ALGO BUENO EN ELLOS, ALGO ME DECÍA QUE NO ERAN DEL TODO MALOS Y ME DI CUENTA TAMBIEN QUE DENTRO DE SU ESPECIE, HABÍA UNA HUELLA DEL BIEN: (EN ESE MOMENTO, TUVE UNA VISIÓN QUE PERMITIÓ QUE ENTENDIERA TODO); LO QUE PASO ES QUE HACE MUCHOS SIGLOS ATRÁS, TODOS LOS SERES DE MI UNIVERSO NATAL, FUERON CASI QUE OBLIGADOS POR MIS PADRES A IR A UNA FIESTA; EN ESA NOCHE, TODOS PARECÍAN ESTAR DISFRUTANDO EL AGASAJO; Y LO QUE PASO FUE QUE EL MAL “MUJER HORRIBLE, DEMASIADO FEA” SE ENCONTRABA LIDERADA POR EL VINO Y LA SIDRA Y SE FIJO EN EL BIEN; LO ENCONTRÓ SEXY SOBREMANERA Y EN SUS MALAS INTENSIONES FUE EMBRIAGANDO AL BIEN Y POR ÚLTIMO LE CAMUFLÓ DENTRO DE LAS BEBIDAS, LA BEBIDA DE “LA POSESIÓN”; ESA BEBIDA ERA PROHIBIDA, PERO COMO SE TRATABA DEL MAL; NO DUDO EN DARSELA; CUANDO EL BIEN LA HUBO BEBIDO; EL MAL SE LO LLEVÓ A SU HABITACIÓN Y ABUSO SEXUALMENTE DEL BIEN; LA MUY FEA MUJER NO SE CUIDO EN EL ACTO Y SE DIO CUENTA QUE ESPERABA DEL BIEN UN HIJO. CUANDO EL MAL ENTRÓ EN SUS CABALES, QUISO MATARSE E INTENTO HACERLO CON TODOS LOS CONJUROS Y BRUJERIAS QUE CONOCÍA PERO NO PODÍA MORIR PORQUE SU TIEMPO Y FIN NO HABÍAN LLEGADO Y POR ENDE LA ETERNIDAD “AUREOLA DE PODER Y LIBRO DE FUEGO, RESPOSADO SOBRE UNA FUENTE PEQUEÑA DE AGUA EN LA CUAL SE ENCONTRABA SUMERGIDO EL LIBRO, Y TODA LA FUENTE ESTABA PROTEGIDA POR LA CUBIERTA DE UNA AUREOLA DE FUEGO NUPCIAL”, NO PERMITÍA NINGÚN CAMBIÓ EN EL DESIGNIO DEL MAL. CUANDO EL BIEN SE DIÓ CUENTA DE ELLO, SE ENTRISTECIÓ MUCHISIMO Y SE CASTIGO A SI MISMO, PROMETIENDO TENER CUIDADO DEL SER QUE NACERÍA. CUANDO EL MAL LE CONTÓ LO SUCEDIDO A LOS FUERTES DE ENTRE LOS PODEROSOS, OSEA A MIS PADRES; ELLOS SE ENOJARON SOBREMANERA CON EL MAL Y JUNTO CON SU YA AVANZADA PREÑEZ LA ARROJARON A ESTE MUNDO, AL MUNDO CON EL QUE MIS PADRES SOLÍAN DIVERTIRSE CADA VEZ QUE ESTABAN ENBRIAGADOS POR LA SIDRA. CUANDO EL BIEN SUPO LO QUE MIS PADRES HABÍAN HECHO CON SU HIJO QUE NACERÍA; SINTIÓ MUCHO MIEDO Y CON VALOR DE PADRE RESPONSABLE; FUE EN SU CARRO DE FUEGO AL CASTILLO DE MIS PADRES, Y EXIGIÓ LE CONCEDIERAN EL DERECHO DE SER PADRE; ELLOS LOS VIERON Y SE BURLARON Y LE PROPUSIERON QUE LOS SIGUIERA, QUE ELLOS NO TENDRIAN PROBLEMA EN ARROJARLO JUNTO CON EL MAL AL MUNDO QUE ELLOS GOBERNABAN, PERO DE INMEDIATO LE DECLARARON LA GUERRA Y LE ADVIERTIERON MILES DE SUFRIEMIENTOS Y DESDICHAS. CUANDO EL BIEN SE FUE PARA EL REINO DE LOS CUERDOS A DESPEDIRSE DE ELLOS, ELLOS LO DESPIDIERON CON LAGRIMAS Y ALGUNOS LE DIERON BENDICIONES DE PODER Y RESPALDO; PARA QUE NO SE SINTIERA SOLO. CUANDO FUE EMERGIDO POR LARGO TIEMPO EN ESE MUNDO, Y CUANDO SUS HIJOS SE REPRODUJERON COMO LAS BACTERIAS; COMENZO A VER QUE ELLOS NO LE ESCUCHABAN Y QUE NO VALORABAN SUS CONSEJOS; SE CANSÓ DE ELLOS Y DECIDIÓ DEJARLOS ARGUMENTADO QUE SI ELLOS QUERÍAN CONOCERLE; QUE LO ÚNICO QUE LES DEJABA ERA LA RAZON Y LA PAZ QUE ERAN PODERES INVALUABLES QUE POSEÍA EL BIEN; SE SEPARÓ POR TANTO EL BIEN DEL MAL Y PASARON MUCHOS AÑOS DE REPRODUCCION, MUERTE Y VIDAS SOBRE TODAS LAS GENERACIONES DE SUS HIJOS. POR ESO EL BIEN AHORA VIVE EN LA COMUNIDAD DE LOS CUERDOS; PERO EN SU CORAZÓN SIEMPRE HAY UN GRAN SUFRIMIENTO POR SUS HIJOS.

Cuando hube entendido eso, me sentí muy impotente; sentía que la solución se salía de mis manos y que estaba ligada a PODERES muy superiores, que mi condición no alcanzaba a comprender. Entonces le pregunte a mis padres: ¿y cuándo he de heredar ese mundo?, ellos se miraron con inquietud y a una me respondieron: “hijo, sabes que todo lo nuestro os pertenece, por tanto tu dispones de todo cuando quieras y como quieras”. Reconociendo el dolor con el que me trasmitieron esas palabras, les dije en un tono bastante golpeado: ¡entremos todos!, mi padre AVILÁN ABOC me respondió y dijo: “por lo general no nos gusta entrar a ese lugar; pero si nos lo pide podremos ir; pero no te va a gustar lo que nuestra presencia puede causar; siempre mueren muchos seres, porque nuestra presencia conmociona todos los fundamentos de ese mundo” ¿aún así quieres que te acompañemos?; les respondí con mucha seguridad: ¡por supuesto!, de hecho, lo único que quiero es conocer mi herencia, quiero ver todo lo que se encierra debajo del Sol y la Luna. No hay nadie mejor que “MIS PADRES” para ello. ¿No lo creen? Ellos no respondieron palabra y aceptaron. Inmediatamente, se abrió el terrado del castillo “malignidades”, nos sujetamos los cuatro de las manos y como si el tiempo no contara, nuestros cuerpos se elevaron a una velocidad incalculable como rompiendo el espacio sin ningún remordimiento. Inmediatamente aparecimos acariciados por vientos muy suaves que golpeaban nuestros cuerpos, también la vista desde lo muy alto era preciosa, había mucha luz, pero esa luz no afectaba a mis padres, vi muchos pastizales verdes y parajes muy hermosos, todo era muy parecido a lo que había visto en el valle de los CUERDOS. Mis padres no cambiaron en apariencia, todos se detuvieron a mirarme y parecían estar sorprendidos, cuando me percate, estaba encima de CORCEL, MI AMIGO. Lo abracé y lo llamé “campeón”; luego mis padres me dijeron: ¡vamos, te enseñaremos este mundo, acorde a lo que has pedido! Lo recorrimos y todo me pareció muy hermoso, hasta que un murmullo incesante empezó a alterar mis sentidos, percibía mucho dolor y desolación. Les dije a mis padres que no podía seguir, que me tenía que detener. Cuando me detuve. Cerré mis ojos, luego los abrí. Y estaba en medio de muchos mares; ellos estaban perturbados e intentaban producir sonidos que solo yo entendería, hasta que por fin entendí lo que quisieron decirme; luego se hizo un remolino en el agua y un señor de barbabas negras y grueso de cuerpo, con un ancla en su mano y montado sobre un caparazón muy grueso, estaba ordenando a los mares exceder sus límites. Cuando mis padres vieron eso, se reían entre ellos con cierta malicia y expectantes de lo que yo haría. Cuando me di cuenta del mal que produciría ese sujeto de barbas negras, ardí en cólera y sobre Corcel aparecía frente a él. Me sorprendía al ver que ese sujeto no me veía, luego vi como del caparazón donde estaba montado dos ojos muy “piyos” se burlaron de mí. Yo acudía a mis padres, y ellos con imponencia me dijeron: “te advertimos, nuestra presencia provoca desastres en este mundo”, yo me negaba a aceptarlo, sentía dolor en mi corazón; pero no pude hacer nada y un mal muy grande fue hecho. Luego sentí rabia y seguí sobrevolando en los lomos de Corcel y en compañía de mis padres; la brisa estaba muy fuerte y golpeaba mucho mi cuerpo, imposibilitaba que avanzáramos, pero a mis padres, no les pasaba nada. Les pedí ayuda y se hicieron los inaludidos. ¡No me escucharon!, luego sentí un murmullo desesperante en mis oídos, no podía seguir, nuevamente me detuve, cerré mis ojos, luego los abrí, mire y vi grandes y hermosos bosques, ríos, montañas, arboles, todos estaban en desesperación y trataban de huir de algo que no podían, luego me angustie mucho y mire a un señor vestido de candelas rojas con un arado en su mano derecha perturbando a la tercera parte de la tierra y a una parte de las aguas; yo sentí cólera contra ese sujeto, me paré frente a su presencia y no me vio; luego vi en su arado los mismos ojos que vi en el caparazón del señor que estaba sobre los mares. Acudí a mis padres y no me escucharon. Tenía mucha cólera a ese punto, sentía estallar. Pero la sabiduría me contuvo; miré hacía atrás y todos esos bosques, ríos, montañas y arboles que vi estaban hechos carbón y cenizas. Una lágrima se resbaló de mis pupilas y sin darme cuenta, (Minimo jamás se dio cuenta que la lagrima que se resbalo de su ojo, recobró la vida de los bosques, ríos, montañas y árboles y que por ello, el señor vestido de candelas rojas se detuvo y huyo; los que si sintieron este acto fueron los padres de Minimo, pero no dijeron nada, solo sintieron rabia hacia su poderoso bastardo).

Cuando ya oscurecía, mis padres me invitaron a un aposento alto, muy alto sobre las nubes y las brisas; (mis padres en todo momento estaban cavilando mal contra mí, pero jamás esperé un acto que consideré muy noble de su parte); estando en ese lugar de reposo, demasiado hermoso, miré hacia el firmamento y les pregunté: ¡padres!, ¿el señor Sol y la Señora Luna, tienen presencia en esta mi herencia? Ellos me dijeron, la luz de esta mañana que no nos afectaba es de nuestro amigo SOL, te lo vamos a presentar muy pronto y la que está apareciendo, es la hora de la señora Luna, aquí las reglas son muy aburridas, todo tiene su hora, todo tiene su tiempo, todo tiene su lugar; no así en nuestro mundo, ¡tú lo sabes!, me dijeron: hijo, nos gustaría presentarte a una dama de la alta sociedad de nuestro medio, es muy hermosa y tiene muchas virtudes, además parece tener tus años, ¡aunque en realidad es un poco mayor! es perfecta para ti, ella usualmente, nos pide permiso para venir aquí y ayudar a los seres que habitan este lugar, le gusta ayudar, pero siempre huye de este lugar, no se amaña. Ya hace mucho que no la vemos, pero sabemos que se conserva pura. ¿De quién se trata?, les pregunté. Escucha me dijeron los tres en una sola voz: “El sol y la luna decidieron separarse, las estrellas todas a una se dividieron por la causa; las unas seguían al sol, las otras seguían la luna. La agresividad llegó a su término cuando ambas glorias acordaron la disputa, cuyo galardón más grande sería el tener la custodia de la pequeña que crecía mientras su hogar se desvanecía. La disputa no duró mucho, nadie ganó y nadie perdió, ambos ganaron y ambos perdieron; el libro de fuego les estableció reglas y los condenó al trabajo y como su decisión fue irreversible, el libro les enseñó las reglas. Mientras el señor Sol poseyó el día, la señora y elegante Luna, se adueño de la noche; de esa manera no se volvieron a contemplar sus rostros, ¡aunque se rumora que a veces se esconden, por aquello de las necesidades de las estrellas! Ambos cuidaron de la pequeña que creció con todo los poderes de sus padres, ella se transformó en la estrella de las estrellas, fue la más grande de todas, es la pura, la perfecta, es la luz de su padre y el orgullo de su madre. Es una hija bien educada, de gran apariencia, muy noble y sencilla pero a veces no se le entiende. Ella nos adora y siempre nos pregunta por ti. ¿Quieres conocerla hijo?

Mi respuesta fue convulsionada dentro de mi ser por una especie duda y satisfacción, afirmativamente moví mi cabeza”

Luego me enseñaron la noche de mi herencia, volamos y recorrimos la noche, bajó la inspección nerviosa de la Luna, vi muchas cosas que desilusionaron mi alma; la torpeza y el error eran los reyes de la noche; a ellos quise darles una lesión pero no pude porque era invisible ante sus pecaminosos ojos. Una vez sentí que había sido suficiente el trayecto, les dije a mis padres que quería irme de ese lugar. (Apenas terminó Minimo de decir esas palabras y su cuerpo junto con el de sus padres estuvieron nuevamente en el cuarto que olía a sangre, en el rincón donde se encontraba la esfera y desde donde se podían ver las cosas de manera muy diferente a como las había percibido Minimo en su viaje; lo que él veía en la esfera eran los casos profundos que hacían realidad las intenciones de sus padres). Una vez me vi en ese lugar, ellos me informaron que ese mundo ya me pertenecía y que era mi deber “jugar con él”, se trataba entonces de un juego muy peligroso que ellos me explicaron bajo el juramento del secreto. Que llamaron “la condena”, ese era el nombre del secreto que acababa de conocer. También me hicieron entender que en mi calidad de dueño podía entrar y salir cuando quisiera y que ellos lo permitirían. Seguí reconociendo el tenebroso lugar que era el castillo “malignidades”, lo que en un principio parecía tan asqueroso a mí ser, parecía no incomodarme tanto en ese momento. Conocí muchas creaturas extrañas, todos hijos de los seres que habitaban el castillo malignidades, ellos me veían con un potencial enorme de maldad; esa era la manera de demostrar que yo les agradaba. No conocían, eran seres sin conocimiento, sin procesos neurales, vacíos y ciegos. Pero no podía detestarlos, tampoco podía amarlos, solo los aceptaba como parte de las incoherencias de la vida.

Al quinto día, mis padres sabían que me iría y entre todos me prepararon un agasajo que a mi paladar resulto “inmundo”, no pude siquiera verlo, y cuando quise probarlo, ello altero mi salud y pareció como si mis poderes se hubieran alejado de mi por un instante. Mis padres se sintieron satisfechos y como que querían seguir obligándome a comer eso, hasta que me aire sobremanera y los enfrenté con aire amenazante y maligno. Ellos tuvieron miedo, también tuve miedo de mi mismo porque no conocía esa faceta de mi. Luego me fui. Me elevé sobre el espacio y Corcel se desprendió de mí ser. Juntos nos fuimos. Vi en el cuerpo de Corcel una mancha amarillenta que no me gustó, me adentré en mi conciencia y me di cuenta que de ese lugar se había alterado mi pureza y elegancia. Me sentí muy triste por ello, lloré mucho y sentí la necesidad de expresarle todo al Rey no conocido. No quería llegar rápido a él valles de los Cuerdos, quería olvidarme de todo lo que había vivido en esos días, cuando llegué; vi el valle hermoso, resplandecía su color dorado en medio del oscuro espacio; cuando llegué nadie me esperaba; entonces me sentí indigno de estar allí y quise devolverme; entonces EL AMOR me dijo: Amigo nuestro, ¿cómo es que has durado tanto tiempo sin nosotros?, pensamos que te habías acostumbrado a los caminos de tus padres; ya te considerábamos perdido. Yo les dije: como decís eso amigos míos, ¡jamás viva yo tal cosa! Vosotros sabéis que no soy como ellos. No contuve mis lágrimas y lloré sobremanera, sentía una pesada carga sobre mis hombros. Le pregunte al amor: ¿cuánto tiempo ha pasado en mi ausencia?, me respondió y dijo: “exactamente cinco mil días de nuestro tiempo”, le dije en tono asombrado y molesto: ¿cómo fue eso posible?, me dijo cada sistema tiene un funcionamiento diferente, debes aprender muchas cosas. Luego todos me atendieron, me cuidaron, me protegieron, aprendí muchas cosas al aldo de toso ellos, jugaba todas las mañanas, me divertía y estaba muy animado. Ya, hacía mucho que no veía mi corcel, todos fueron muy gratos conmigo mientras compartí con ellos gran tiempo en la ciudad dorada. Todo fue lo más grato a mi ser hasta que comenzaron a trastonar mis pensamientos y mis intenciones y otros deseos, cosas que llegaban a mi mente; escuchaba quejidos, llantos, sufrimientos, lamentos, me recitaban endechas al oído. Me suplicaban ayuda y yo no entendía. Un día salí como loco corriendo por los corredores de la ciudad dorada, cuando todos se dieron cuenta de lo que me ocurria, todo se detuvo y el BIEN, me cito a su morada. Me contó toda su historia y me recordó todo sobre el mundo que me habían dado por herencia. Cuando termino sus palabras me dijo: “nadie sabe cuan sufrimeinto ha embaucado mi alma, por los hijos que no pude reconocer y por tanto dejé en el olvido, con dos de mis más grandes poderes (LA PODEROSA RAZÓN Y LA ANHELADA PAZ), pero ellos son ciegos y no ven, son sordos y jamás me oyeron; los amo porque no lo puedo evitar y me duele la causa de mi error, si tu me ayudas, estoy seguro que todo puede ser menor cruel” lloré mucho cuando supe eso, porque sentí en mi corazón lo que el BIEN sentía en el suyo. Le dije: ¡no se preocupe amigo! Tomaré las riendas de ese “mundo” y reconocerán lo que es de lo que no es. Y serás el padre digno, de los hijos indignos que no te dan tranquilidad. Mañana las cosas serán mejor. Esa noche hubo asamblea, todos estaban atentos a los dichos de mi boca, les conté mi experiencia con muchos detalles de cómo había sido todo en casa de mis padres, luego les hablé de mi herencia y los exhorté a trabajar unidos y a apoyar el BIEN en todo lo que se necesitara. Esa misma noche, nos desplazamos todos al lugar de entrenamiento para la guerra, cada uno recibió una orden secreta por medio de un sorteo que hicimos y finalmente yo decidí irme solo, pero les di permiso y poder de entrar al castillo malignidades y entrar al mundo de mi heredad si querían encontrarme. Les dije que mi propósito sería ubicar esa esfera dentro de la ciudad dorada, les aseguré que debía estar en el templo del silencio, que fue el primer lugar a donde llegué luego que me hube caído junto con Corcel, pero para ellos debía enfrentarme a muchos poderes, debía estar lleno de todos ellos para poder vencer y les pedí que no me dejaran solo porque un mal congénito muy grande, heredado de la maldad de mis padres, estaba dentro de mí y por ello podía fluctuar. Cuando dije eso; todos hicieron una fila frente a mí y me llenaron y poseyeron con todo su poder, (en ese momento tuve un romance con la sabiduría y la inteligencia, las acaricié, las bese, hicimos el amor y todo fue plenitud), el último fue el amor quien lo hizo de la misma manera. Cuando terminó esa ceremonia, me sentí grande y muy poderoso. Sabía que de ahora en adelante todo dependería de mí y que por nada debía perder el control. Ellos sabían que todo era muy peligroso, que había muchos riesgos, y que por ende necesitaba mucho valor y ánimo.

A la mañana siguiente me subí a los lomos de corcel, tenía la mente determinada hacía el objetivo. Cuando llegué al castillo malignidades, todos estaban espantados de mi y nadie se atrevía a mirarme a la cara, -no podían-, entre al cuarto que olía a sangre y me dirigí al rincón, pensé que para entrar debía concentrarme y elevarme pero no fue así. La esfera se conectó conmigo, parecía como si ambos nos necesitáramos, ambos nos absorbimos. Cuando me vi dentro, todo fue diferente.

Cuando los padres de Minimo se dieron cuenta de lo que había acontecido, aparecieron todos en el castillo malignidades y preguntaron a sus siervos sobre lo que su hijo Minimo había hecho. Ellos le dijeron lo que vieron, inmediatamente entraron al cuarto donde el olor a sangre se había hecho más intenso y repudiante que las veces anteriores. De inmediato se sentaron alrededor de la mesa que tenía dos pies de altura, miraron la esfera y se llenaron de mucha complacencia porque tenían toda la capacidad de dejar prisionero a su hijo en ese mundo hasta el término de su voluntad ó hasta que su hijo por si solo hubiere vencido todos los desafíos a encarar que lideraban a ese mundo. Pasó el tiempo y los tres padres de Minimo AVILÁN ABOC padre de los AVILANOS, SOSOR SOSIR padre de los SOSOS y POMNI PE padre de los PONÓPELOS, ya estaban completamente radicados en el castillo “malignidades” haciéndole guerra a su hijo, con todo el ímpetu de su poder.

En el valle de los CUERDOS, todos estaban bastante inquietos, sabían que la tranquilidad estaba desmoronándose por aquello de la peligrosa Incertidumbre (ambas estaban peleando, se alaban los cabellos y luchaban muy fuertemente con todo su poder y gloria, ellas seguían peleando como dos mujeres en celo que luchan por la conquista de su varón). Por otro lado, la sabiduría estaba en su aposento meditando, ella sabía que si perdía la tranquilidad, las cosas en el valle se complicarían y serían invadidos por las bestias del castillo malignidades y por las creaturas que nacían en los reinos de los padres de Minimo. El Amor por su parte, estaba muy callado y expectante de lo que sucedería y de la misma manera las cosas en el valle de los CUERDOS siguieron su rumbo, aunque se sumaron muchos cambios en el ánimo de los allí presentes.

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Cuando Minimo se encontró sin escapatoria, cuando vio que sus poderes habían sido reducidos, sintió mucho coraje en su corazón y trató de buscar las parientas del BIEN. Pero Minimo no contaba con que a ese punto sus hermanos, los hijos de sus padres, es decir, los AVILANOS, los SOSOS y los PONÓPELOS, ya lo reconocían y cuando lo vieron deambulando por las calles, inmediatamente iniciaron una persecución contra él. Todos ellos eran movidos por sus PADRES que controlaban todo desde la esfera. Afortunadamente, Minimo podía volverse invisible en algunas ocasiones, sobre todo en aquellas donde el peligro abría su salvaje jeta para devorarlo. En sus escapatorias, La RAZÓN y la PAZ fueron avisadas por el sexto sentido del BIEN acerca de la presencia de Minimo en ese mundo.

MINIMO, en vista de tanto peligro, se fue a habitar a los valles, a las colinas, a los mares y a todo lo que lo alejara de sus peligrosos hermanos. Se dio cuenta que en los montes y en los valles vivían muy pocas personas, eran sus parientes, sus hermanos, el reducido remanente de CUERDOS terminales que vivían en ese mundo. Cuando ellos lo reconocieron, lo recibieron con mucha complacencia y alegría de corazón. Minimo los contempló con algo que fue nuevo para él, sintió ternura, los miró, los conoció, se dio cuenta que eran dignos hijos del bien. Ellos tenían sus casas edificadas en las copas de los árboles y tenían muchas destrezas y habilidades. Cuando el líder de ese pequeño remanente salió al encuentro de Minimo, le dijo: se han cumplido las profecías acerca de ti, ahora conocemos que lo que los libros nos han enseñado no ha sido en vano, por ellos, conocemos de tu madre, de tu reino y de esta tu herencia. He aquí somos tus amigos, en nosotros la PAZ Y LA RAZÓN lideran. Cuando Minimo escuchó eso: se sintió muy conmovido y desde lo muy profundo de su corazón los abrazo a todos, cada uno de los que conformaban el remanente de CUERDOS sintió en calor del abrazo de Minimo y en recompensa cada uno recibió un nuevo traje de guerra, era un traje de un material resistente a todo, al fuego, a la brisa, a las inclemencias de los tiempos, cada traje tenía una piedrecilla verde que reflejaba luz cristalina en el lugar del corazón de cada CUERDO. Cuando todos se vieron vestidos de esa manera se regocijaron sobremanera; en ese momento donde todos las voces juntas se acoplaron al son de la complacencia, en aquel monte, entró la RAZÓN, (mujer de tez morena y cabellos rojos, de escultura delicada y agradable a los ojos de todo los que la veíamos); cuando ella entró, todos mis hermanos, LOS CUERDOS inclinaron sus cabezas en son de reverencia. Yo al verla, corrí hacía ella y la abracé cual hermano que ha sido extrañado por lo terrible del tiempo. Minimo le preguntó a la razón por la PAZ, ella le contestó: “ambas decidimos buscarte por caminos distintos, y mira todo te ha traído hacia nosotros, espera me comunico con ella y le digo que estás aquí. (En ese momento el cabello de la razón se eleva al cielo, ella cierra sus ojos y su cuerpo se eleva también, una estrella en su frente alumbra y en un lenguaje mental –sin sonido-, le da aviso de mi presencia en el valle de los CUERDOS). Una vez terminó la RAZÓN de darle aviso a la PAZ acerca de la presencia de Minimo; se dirigió a este y le dijo: ¡la ética y la paz están juntas!, en ese momento, todos los CUERDOS empezaron a aplaudir y se alegró el corazón de Minimo sin saber por qué. Todos los presentes subieron a la casa del CUERDO llamado LIDER, su casa estaba construida sobre la copa del árbol más grande de aquel monte alto. Cuando todos estuvieron allí reunidos, quedó en medio un pasillo y a cada lado una hilera de bancas. En ese momento, cuando todos se disponían a escuchar al LIDER, entró la PAZ cargando en su seno a la agraciada ÉTICA (ella estaba herida), en ese momento todos miraron hacia atrás, la luz de la paz iluminó todo el recinto y todo fue maravilloso. Inmediatamente empezaron a hablar, Minimo tenía a su diestra a la RAZÓN y a su siniestra a la PAZ Y A LA ÉTICA. Mientras el líder hablaba, Minimo tuvo una visión, en esa visión veía: “al rey de los AVILANOS, al rey de los SOSOS y al rey de los PONÓPELOS, sus hermanos, convertidos en monstros muy aterradores y desagradables, cada monstro representaba una “ideología” muy diferente la una de la otra y la cual les había sido impuesta a esos monstros por los padres de Minimo desde su mundo natal; también Minimo vio en su visión, muchos muertos y el espíritu AGEO en forma de masa gelatinosa estaba sobretodos ellos como si se tratara de un remolino sin compasión de nada, el cual absorbía todo lo que veía a su paso” Minimo vio a los descendientes de esas tres bestias enceguecidos hasta lo sumo por el poder que ellos ejercían sobre sus Naciones. Minimo sabía que ellos eran sus hermanos, que esos monstros también lo eran; luego Minimo vio como esos monstros se transformaron en grandes héroes, de apariencias muy elegantes y deseables, tenían mucha belleza y atracción en ellos; todos los descendientes, los querían y los respetaban hasta la muerte. En ese punto Minimo comprendió la historia del bien y del mal y sintió pena por ellos, de llevar los mismos códigos en su ser. Luego Minimo fue remontado a un pasado vivido mucho tiempo atrás en ese mundo: se trataba de su madre y de los reyes de ese tiempo, sus nombres eran VILÓ MANCI rey de los AVILÁNES, SILES DIQE rey de los SOSOS y PEANUL PON rey de los PONÓPELOS, vio dos ejércitos muy bien consolidados, el uno era el que estos tres reyes dirigían y el otro era el comandado por el VALIENTE CUERDO HAEL, miró y vio como su madre LALIA CUERDO descendiente directa del gran valientísimo varón HAEL CUERDO; fue raptada por esos tres asesinos, vio como la ultrajaron, la violaron y la asesinaron arrojándola al desierto de TRANS, vio también la serpiente que cuidaba los intereses de los CUERDOS en ese desierto, enfrentándose a los tres enormes dinosaurios que cuidaban los intereses de los asesinos en ese desierto; también vio cuando la serpiente SERÁ y el cuerpo casi sin vida de su madre se ligaron y sintió dentro de la serpiente el primer latido de su corazón. (En ese momento Minimo vio una imagen muy veloz de la sorpresa que se llevaron sus padres, hicieron gestos de rabia y venganza, mucha ira los cubrió), Luego vio muchos muertos a su alrededor por causa de esas tres ideologías de los tres monstros cuyo fin último era acabar con el REMANENTE DE LOS CUERDOS, bajo métodos muy diferentes de fingida JUSTICIA. Finalmente, volvió a ver a sus supuestos padres, pues entendió que eran sus ¡ABUELOS!, embriagados de tanto vino y de tanta sidra, riéndose a carcajadas espeluznantes sobre los hechos que ellos provocaban en el mundo “tierra”. En ese momento el LIDER que hablaba a todos los presentes en el recinto llamó a Minimo para que hablara a todos los allí presentes.

Cuando Minimo se levantó de la banca donde estaba sentado junto a la PAZ y a la RAZÓN, todos aplaudieron como poseídos por la felicidad y la alegría. Lo primero que dijo fue: “vengo de un mundo lleno de contrariedades y diferencias, reconozco este mundo como mi heredad, vosotros sabéis mi origen, y conocéis lo difícil de mi parentela; conozco los sufrimientos y las amenazas que padecéis contantemente, también he visto valentía en vosotros; ahora es mi responsabilidad cuidaros para que vuestro padre el BIEN también se haga sentir en este mundo llamado “tierra”, hoy todos somos guerreros, hoy todos estamos luchando, los monstros que he visto, también son parte de mi, debemos ser cuidadosos, son muy peligrosos y no tienen límites de maldad; parecen inofensivos y son demasiado crueles, debemos ser prudentes y muy cautelosos; sé que el miedo ha querido hacerse sentir en vosotros, pero yo le conozco, solamente ignoradlo, nada puede en contra de vosotros; no os dejéis influenciar de nada, porque el engaño y la traición son armas muy letales de aquellos mis parientes. Tenemos que entrenarnos todos, y estar listos para la guerra, ella misma está buscando complacencia en despojar de nuestros cuerpos nuestras cabezas. Enfrentémosla, solamente estando unidos podremos derrotarla y entregarla como polvo a aquellos también mis hermanos.

Pasaron los días y el remanente de los CUERDOS se preparó muy bien, se entrenaron en la guerra como ejercito fuerte y consolidado; Minimo les enseño algunas claves para alcanzar la amada VICTORIA, todos conocieron las reglas y trabajaron arduamente por cumplirlas, todos hicieron su mejor esfuerzo, hasta que pasado un tiempo no muy largo, todos hablaban el mismo idioma, (idioma que enseño Minimo a ellos con la ayuda de MANA (madre de todos los idiomas), todos tenían el mismo sentir y todos compartían el mismo propósito de vida.

Una noche, una de aquellas que la señora LUNA dominaba; en el monte de los CUERDOS, los atalayas dieron aviso, de tres fuerzas oscuras que se aproximaban con intenciones de destrucción, inmediatamente todos estuvieron alerta y se formaron en escuadrones de guerra, todos listos para la batalla en sus trajes de guerra, todos tenían un yelmo que los protegía del peligro y una espada que desafiaba el mal (mujer horrible demasiado horrible). Cuando esas tres fuerzas llegaron al monte de los CUERDOS, (MINIMO, LA RAZÓN Y LA PAZ se ocultaron por cuestiones de prudencia), al instante, una risotada muy áspera estremeció sobremanera los baluartes de guerra de los CUERDOS. A una los tres dijeron: ¿Dónde está nuestro bastardo? ¿Dónde está vuestra ansiada Paz y vuestra estúpida razón?, al escuchar MINIMO eso, ardió en ira y quiso salir a enfrentarlos, pero ambas mujeres lo detuvieron, entonces, los tres ABUELOS, abrieron sus bocas y expulsaron fuego sobre los soldados de los CUERDOS; ellos se cubrieron con sus yelmos y las llamas fueron devueltas hacía los tres asesinos. Al ver eso ellos, dijeron: ¡pero qué cambios ha habido entre vosotros, se nota que nuestra parte esta de vuestra parte!, MINIMO se liberó de sus amigas RAZÓN y PAZ, y en presencia de todos ascendió al lugar donde estaban ellos: cuando ellos lo vieron fingieron amistad hacía Minimo diciendo: ¡hijo, cuánto te hemos extrañado t henos sufrido tu ausencia! Hemos venido por ti, ¿quieres venir con nosotros? Minimo reconoció que se trataba de una trampa y les contestó ¿Acaso ya el bien invadió vuestro castillo “malignidades”?, yo mismo los autoricé. Ellos se miraron con recelo y miraron con mucho odio a Minimo, le dijeron: ¿por qué lo hiciste?, Minimo les respondió en la lengua que les fastidiaba a ellos: la potestad es mía, ¡vosotros sabéis eso! ¿Ya no confían en vuestro poder?, ellos respondieron: ¡nuestro poder sigue intacto, el tuyo no vale en este mundo, ya hablamos con AGEO y está dispuesto a darse un banquete de CUERDITOS!, al oír eso Minimo, se llenó de ira y su cuerpo se tornó completamente dorado y de sus lomos volvió a salir su amado Corcel; en ese momento, sus abuelos se intimidaron sobremanera y desaparecieron por la multitud de perversas intensiones que invadieron sus mentes. Todos estuvieron atentos, y todos juntos hicieron la vigilia de la noche.

Al día siguiente, un séquito grande de hombres COMUNES, llegaron al monte de los CUERDOS con el fin de llevarse a Minimo CUERDO al reformatorio, lugar de donde había escapado de un incendio que él había propiciado, estos hombres enmascarados, con bolillos y armas de fuego quisieron aplicar “JUSTICIA” a Minimo, y en su intento, los guerreros de entre los CUERDOS, con mucha astucia, los hicieron ir al reino de los PONÓPELOS, quienes a su vez dieron aviso a los AVILANOS Y LOS SOSOS, de que los COMUNES buscaban al temido MINIMO CUERDO; en ese momento decidieron los reinos ir a acabar con el reino de los CUERDOS.

Se alistaron los guerreros, se afirmaron los frentes de guerra en todos sus escuadrones, cada escuadrón de guerra tenía características muy particulares, todos ellos eran diferentes, cada uno de ellos tenían características de los castillos que Minimo había visitado en su mundo natal, luego se vio muy bien con la mujer fea: “MAL”, los conducía a todos ellos, sobrevolándolos en una escoba con sentidos humanos y cabello humano, todos iban directo al monte de los CUERDOS, con el uno fin de acabarlos para siempre.

Entre tanto que ellos iban en camino, el BIEN había entrado a la esfera que se encontraba en un rincón del cuarto que olía a sangre fresca dentro del castillo malignidades, y estaba en el monte de los CUERDOS nuevamente, después de muchos años de ausencia; cuando Minimo lo vio, preguntó por la PAZ y la RAZÓN, ellas le sonrieron y le alzaron las cejas, moviéndoles los ojos desde el rostro del BIEN; Minimo entendió que ellas se habían incorporado a su dueño. Por su parte, el ejercito de los CUERDOS estaban todos decididos a combatir; todos ellos estaban seguros que debían darlo todo por su “destino”, ellos se organizaron, liderados por el señor BIEN y se fueron hacía el encuentro del MAL y sus tropas; cuando los CUERDOS descendían del monte, vieron a lo lejos a sus enemigos; el BIEN montaba su caballo de fuego puro y fortaleció sus tropas dándoles a sus soldados, un toque de poder que le dio más brillo al dorado de sus armaduras y la estrella de fuego verde que ellos tenían en su corazón resplandeció sobre la luz del día de manera prodigiosa.

Sin pensarlo, ambas tropas se encontraron en el desierto de TRANS, allí estaban la horrible MAL y el señor BIEN, cada uno con sus tropas de guerra. Cuando los soldados del señor BIEN vieron las numerosas tropas de MAL, ellos sintieron coraje y un deseo enorme de combatir nació dentro de sus especiales seres. Los abuelos de MINIMO desde su mundo natal, hicieron sonar sobre la esfera el cuerno de la guerra, el de la destrucción y el de la muerte. Cuando todos los seres que habitaban la esfera que se encontraba en el castillo malignidades, en el rincón del cuarto que hedía a sangre, oyeron el sonido tenebroso del cuerno, todo quedó en silencio, todos los animales de la tierra solamente observaban y en sus cuerpos reflejaban angustia y desesperación. Al sonido del cuerno que soplaron los fuertes de los poderosos, en el alto del espacio se abrió un hoyo oscuro que parecía ser el puente hacia otra realidad y era deber de Minimo cruzarlo. Cuando Minimo vio el hoyo en el espacio, a lo muy alto, entendió que había llegado la hora y comprendió que debía entrar sin fluctuar. Debía estar preparado a todo.

Cuando Minimo entró, la realidad era la misma que la que vivían los soldados pero en otros términos de combate. Lo primero que vio Minimo, fue una pantalla gigante donde podía ver como el remanente de CUERDOS luchaba contra los guerreros y fuertes de los AVILANOS, SOSOS Y PONÓPELOS, vio al MAL y vio al BIEN dirigiendo sus tropas. También identificó que se encontraban en el desierto de TRANS.

Luego escuchó una risotada desvanecedora e intrépida, se trataba de una alianza que se había formado en los ALTOS MANDOS, una alianza que él debía controlar y desaparecer; ese fue su objetivo de guerra a partir de ese momento. Su cabeza se movió hacía su diestra y una luz gloriosa en extremo encandiló sus ojos, luego reconoció a un señor cubierto de luz, una luz muy potente y clara, este varón tenía aspecto de guerrero, tenía una corona con muchas estrellas en su cabeza y un cetro muy refulgente de luz; cuando lo miró, estaba sentado en una especie de trono del cual fluían muchas fuentes de aguas que danzaban alrededor del trono, parecía como si esas aguas tuvieran conciencia propia, por la manera como danzaban sobre los contornos del trono. Luego se levantó de su trono y caminó las tres gradas que dependían de su trono, Minimo vio de cerca su apariencia y contempló un anciano con talante de guerrero victorioso, lleno de poder y sabiduría. Cuando Minimo se encontraba perplejo por lo que sus ojos veían, este le dijo: “soy tu padre HAEL, el padre de LALIA tu madre, mucho tiempo ha pasado, mis ojos te han conocido, ven hijo, acércate, me complace mucho tu presencia en este lugar; (en ese momento se abrazan y un destello de luz majestuosa invade todo el lugar, Minimo recibe los poderes de su abuelo HAEL, se reconforta sobremanera y le dice: “TE AMO”). Luego su abuelo le dice: “hemos sido reunidos por aquella decisión que ha de tomarse sobre las generaciones futuras de nuestros pueblos, Naciones y lenguas, han sido destinados a venir todos los frutos del PODER, debes luchar por un remanente justo y por millones de seres enfermos dominados por la que entre ellos tiene nombre de santa, pero nosotros sabemos la clase de ramera que es. Hijo, cuando mires a tu izquierda, sabrás que lo que te ha tocado a ti no va a ser fácil, por ahora mira que solo la luz y los buenos frutos están conmigo, ¡no nos defraudes!” Minimo en ese momento echó un vistazo a todo lo que constituía su diestra y vio entre la multitud de la luz a los catorce principados de la luna media, poseedores del conocimiento y sabiduría de la vida, cada uno de ellos anciano, con un aspecto desbordante y aterrador, todos de cabellos blancos, lacios y blancos con extrema blancura; luego Minimo inclinó su cabeza en señal de reverencia y fue ubicado por el viento en el medio, luego su cabeza se movió hacia la izquierda, allí estaban sus tres glotones ABUELOS, en la apariencia más maligna que jamás se le hubiera conocido en toda su existencia; Minimo reconoció que estaban decididos a desgarrar, humillar y destruir por el paso de todos los tiempos, los tres estaban sentados en tres tronos de colores fuertes y opacos, una luz triste alrededor de sus imágenes corporales, producía terror y miedo. También miró a su diestra, al siempre hambriento espíritu AGEO, (masa blanca, descolorida y desteñida, suave en el aire y ligera por donde se desplazaba; no tenía ojos, ni le funcionaban sus sentidos), luego su cabeza se movió en dirección a su norte y vio un florero de pétalos cristalinos que ardían continuamente, dentro del cual se encontraban siete hachas de poder), luego muchos truenos y relámpagos emanaron de él y una voz muy gruesa y potente que dijo: “este es el contrato de fuego, en él todo se ha definido”. Cuando Minimo escucho eso, un calor muy fuerte subió por sus pies hasta la coronilla de su cabeza, luego apareció en otro lugar, todo era lluvia, todo era oscuro, habían muchos relámpagos, rayos, truenos, la soledad hablaba por si sola; luego alzó sus ojos y miró un caparazón grueso y demasiado fuerte, tan fuerte que daba la impresión de que nada ni nadie podrían quebrantar jamás, este caparazón tenía dos ojos grandes que se burlaban de Minimo, Minimo recordó que eran los mismos ojos que había visto cuando el sujeto de barbas que salía de la boca de los mares estaba de pie sobre un caparazón con los mismos ojos que estaban frente a él en ese momento, también recordó al señor de de candelas que atacaba con un arado los bosques y la selva y en el arado estaban los mismos ojos que tenía frente así. Luego Minimo, mojadas sus ropas, sabía que no contaba con mucho tiempo para romper los ojos de ese caparazón, en un instante que transcurrió muy rápido, el caparazón en forma de bola de fuego ardiendo se echó a rodar sobre Minimo, pero este saltó y esquivo el ataque, luego, se devolvió con más potencia y más rapidez, a esa velocidad Minimo no podía ver los ojos del caparazón; los ataques no daban lugar de descanso a Minimo, hasta que por aquello de la presión, sus manos se convirtieron en dos puntudas y afiladas espadas; en ese momento, sobre el espacio, Minimo dio vueltas en el aire a una velocidad muy grande y arremetió contra la otra bola de fuego que era más grande; cuando se estrecharon las dos bolas, un grito de mujer violada sucumbió. Minimo entonces quedó inclinado en el aire, su pecho no paraba de respirar rápidamente, daba la impresión de estar cansado, pero él conocía que su juego apenas comenzaba. Cuando Minimo metió sus manos en forma de espada en los ojos del caparazón, salieron de él doce relámpagos negros, eran doce jinetes sin caballo, todos se ubicaron en círculo alrededor de Minimo, todos levantaron su mano derecha y de las alturas bajaron un peso invisible sobre los lomos de Minimo, ellos lo descargaban sobre su espalda con mucho ímpetu y crueldad. Cuando Minimo estaba perdiendo la fuerza, y cuando ya se encontraba de cuclillas sobre el espacio, la pantalla apareció en sus ojos, veía como en la guerra entre el bien y el mal, muchos de sus amigos soldados del bien estaban siendo poseídos por el espíritu AGEO y por ende yacían en tierra; cuando Minimo vio eso, una fuerza interior nació de sí y extendió con mucha fuerza sus brazos devolviendo a cada uno de los doce jinetes la presión que se ejercía sobre ellos, de esa manera, logró destruirlos, pero en su remplazo aparecieron tres moluscos hambrientos y muy aterradores, ellos entraron en la mente de Minimo y lo llevaron a un paraje muy hermoso, era un camino cubierto por pastales verdes y aguas purificadoras, el paisaje era hermoso, parecía la caída de una tarde oscura, con la Luna enfrente y muchas estrellas en sus contornos; cuando Minimo estaba transitando ese paraje a su lado apareció, una mujer demasiado hermosísima, con apariencia de quinceañera virginal y elegante, era la mujer más bella que Minimo jamás hubiera visto en su cordura, aunque fuera trece siglos mayor que él; esta mujer apareció a su lado, estrechó su mano derecha y enlazó sus dedos con los de Minimo, a la manera como lo hacen los enamorados; Minimo se sintió muy atraído por aquella “gran mujer”, en el camino ella con todo su deseable hermosura se presentó, le dijo: “soy la hija del Sol y la hija de la Luna, siempre he preguntado por ti, no he conocido un ser más exquisito que tú, mi nombre es BIENESTAR, contigo podré construir una descendencia prodigiosa, tengo muchos talentos y solo bien puede ser emanando de mi, tú me gustas mucho”; Minimo le respondió con una pregunta: ¿y cómo es que has venido acá? Yo me encuentro definiendo un destino que incluye muchos seres, ella le respondió: ¡amado mío, dejad eso por un instante, tu cuerpo me necesita, así como el mío necesita del tuyo; Minimo en ese momento se sintió enamorado, quería estar con el Bienestar, el poder que ella poseía era muy grande y completamente incomprensible. En ese momento todo transcurrió muy rápido, todo el proceso de los seres que se ligan en alma y cuerpo y por ende se enamoran transcurrió en cuestión de instantes que para el cerebro de Minimo parecía “mucho tiempo o el tiempo normal”, ello lo producían los tres moluscos que tenían a Minimo despojado de su cordura y tranquilidad. Luego quisieron casarse, y se dispuso todo por parte del Señor Sol y la señora Luna para la boda, en el momento en que Minimo caminaba hacía el altar donde una pluma que escribía sobre el viento uniría sus vidas para siempre, volvió a ver la pantalla donde veía como triunfaba la señora MAL y sus tropas sobre el señor BIEN y sus tropas. Pero Minimo no entendía eso, los tres moluscos se habían apoderado de su cordura y lo tenían en una completa confusión de tiempos y espacios; Minimo no reconocía nada. Cuando Minimo y Bienestar estuvieron juntos sobre el altar, cuando se suponía que Minimo debía poner el anillo en el dedo de la hermosa BIENESTAR, él intento reaccionar, pero ella lo llevo a otro cuento, en el cual tenían muchos hijos, sus descendientes eran innumerables y llenos de fortalezas y riquezas y bienes incalculables; todo era felicidad, tranquilidad y paz. Pero Minimo descubrió falsedad, en el cuento dado que Corcel movió a Minimo a mirar fijamente los ojos de BIENESTAR en los cuales se encontraban sus malignos abuelos; inesperadamente, CORCEL se salió del cuerpo de Minimo en vista de todos los presentes, pero Minimo no reaccionó; entonces, corcel huyó del lugar, escapando de los ecuaces del Sol y la Luna, que avanzaban en forma de caballos con apariencia de palomas blancas y cuyos picos eran aterradores. Corcel se centró por un instante en sus pensamientos e invoco a la SABIDURÍA Y A LA INTELIGENCIA, en cuestión de instantes ellas estuvieron sobre los lomos de CORCEL y llegaron al recinto, cuando Minimo las vio a ellas sentadas sobre corcel, no aguantó más y se desmayó. En ese momento, BIENESTAR le dijo a la SABIDURÍA Y A LA INTELIGENCIA: “han llegado tarde, el hombre que se ha desmayado es mi marido, vosotras nada podéis hacer”, todos los invitados de la reunión se transformaron en bestias feroces que hacían que Corcel temblara, pero la inteligencia y la sabiduría no se dieron por aludidas, una capa de poder no permitía que nada las dañara, entonces levantaron a Minimo, ambas abofetearon a BIENESTAR y expulsaron de su ser a los tres perversos asesinos que la poseían, luego ella aceptó lo que la sabiduría le impuso y en frente de la pluma anularon esa unión. Todo tembló y todo se fue. Minimo apareció nuevamente frente a los tres moluscos, tenía consigo su cordura y sobre ellos se elevó y los vomitó con un rio de lava ardiendo que los desapareció del entorno. Luego, aparecieron quince varones demasiado hermosos, cada uno de ellos dominaba muchos ejércitos y tenían mucho poder en el planeta que Minimo tenía por heredad, ellos con el movimiento de sus manos, rodearon a Minimo de ejércitos y escuadrones de guerra, muchos eran los guerreros que apuntaban a Minimo, todos empezaron a atacarlo con bombas, granadas, enfermedades, epidemias, le atormentaban su cerebro con múltiples conocimientos que ellos inventaban, Minimo recibió disparos, y muchos males en cuestión de segundos; en ese momento, la sangre de Minimo se derramó en el vació del espacio donde estaban y su sangre hizo despertar al gran dragón conducido por una mujer extraña. Cuando los quince varones oyeron el bramido intenso de esa bestia de cola roja, se evaporaron en la presencia de Minimo, quien yacía como hombre derrotado sin poder hacer nada por su propia cuenta. Cuando ese dragón bestial se puso frente a Minimo, Minimo vio como ella tenía consigo una copa que rebosaba de la sangre que se fermentaba, ella estaba mareada por la sangre que bebía, era la sangre de todos los que estaban muriendo en la tierra en su lucha contra el mal; cuando Minimo abrió sus ojos, vio nuevamente la pantalla de la guerra entre el mal por el bien y se sintió impotente, quiso llorar pero a ese punto el dolor era tan grande en su ser que ya no le quedaban lagrimas, obtuvo fuerzas de un lugar desconocido de su ser. Y se rió con mucha maldad, llamo al gran dragón padre, y a la sensual mujer que lo conducía le dijo madre; luego aplaudió y les demostró cuan malo era asegurándole al dragón bestial que nada lo complacía tanto como la muerte de sus idiotas e insignificantes hermanos CUERDOS, a ese punto, todos los estamentos del PODER, quedaron desarmados, nadie entendía, Minimo en su sabiduría les hiso creer a todos ellos el gran mal que lideraba su ser y que por ende era parte de las tropas malignas. Cuando el dragón lo reconoció como su hijo, Minimo se acercó a ellos y los besos y bebió la sangre de sus hermanos, la cual embriagó su ser. Luego, volvieron todos al lugar principal donde estaba el contrato de fuego como un florero de pétalos cristalinos que ardían continuamente, dentro del cual se encontraba solo quedaba UN HACHA DE PODER. Los catorce principados estaban todos serios con un guiño en sus frentes, por el lado de los malos todo era novedad y agrado. Minimo tenía ahora que juramentar su poder y su obra para ser añadido al combo de los perversos, fuertes y más poderosos dentro de las huestes de maldad; Minimo se dirigió al contrato de fuego, sabía que debía sacar la séptima hacha que por estar en sus manos ya no era de la salvación sino de la destrucción, lista para acabar con el bien, con los catorce principados y con su abuelo EL CUERDO HAEL; Minimo obtuvo el hacha, la elevó a las alturas, sabía que con esa hacha de poder, estaba facultado para destruir lo que quisiera, tenía que decidirse en destruir una de sus parentelas y al parecer estaba decidido. Miró a sus lados y no soportó tanta contrariedad, levantó el hacha a lo muy alto y la descargó sin piedad sobre su ser. En ese momento AGEO hizo su tarea, (recogió los restos de Minimo y limpió la tierra de todo lo que se llamara “vida” ante los ojos de los allí presentes) todos callaron, nadie dijo nada, “la esfera” fue escondida por el contrato de fuego en un valle nuevo, debajo de la inmensidad de las aguas, (lugar que ninguno de los presentes conocería jamás) Todo terminó, pero en el mundo de la esfera, todo se tornaría nuevo, sin la incumbencia de ningún poder extraño, todo se haría diferente, solamente con el paso desafiante del doctor ¡TIEMPO!

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