jueves, 24 de diciembre de 2009

PALOMA MÍA!

PALOMA MIA


BY JACS

Era el tiempo en que los reyes de la tierra, formaban sus grandes escuadrones de ejércitos para ultrajar a las Naciones más débiles, saqueándolos y esclavizándolos de manera muy cruel y despiadada. Era el tiempo de las riquezas y de las glorias, se veneraba al rey que más guerras ganara; ¡solo importaban los triunfos!

Entre tanto, las mujeres, cada una en sus razas, para no ser raídas de la tierra por los reyes que gobernaban, debían ser de familia de nobles; elegantes, sabias y sobretodo hermosas. La hermosura de la mujer era aquello por lo que los reyes censaban sus pueblos, para escoger entre las miles y miles de doncellas.

Bajo tanto clasismo femenino, se estaba levantando una generación de mujeres, que pese a todo los requerimientos que debían poseer para ser mujeres respetadas por los reinos; debían ser guerreras en potencia, mujeres de virtud, guerreras cobijadas con los poderes de la luna y la fuerza del sol. Sin embargo, mas allá del sol y la luna, existía la preeminencia de un poder secreto, un poder que solo los sabios conocían, ¡nadie más! Ese poder estaba aún en desconocimiento de muchos reyes y las pocas damas que lo conocían, jamás lo referían, porque conocían lo imposible de su alcance por los requerimientos del mismo.

Había llegado el año en que todas las niñas de esa generación celebraban sus fiestas de bodas, solo las más distinguidas de entre las distinguidas agasajaban sus quince primaveras, puesto que las otras eran entregadas en casamientos con hombres déspotas pero muy ricos por sus cuantías en oro. Todo en la mujer ocurría a muy temprana edad. Las mujeres por ende pasaban a ser parte de montones menospreciados y de influencia cero en las determinaciones de sus adúlteros esposos, que también poseían en sus manos el quitar o dejar vivas a sus esposas. Ahhh y pobre de la que no concebía…

Durante ese año; dieron muerte, muchas muertes a las convertidas mujeres, a unas por feas, a otras por incultas, a otras por estériles y a otras porque sencillamente no hallaban gracia sexual en los brazos de sus asquerosos maridos. De esa manera el número de mujeres sobre la faz de la tierra se redujo considerablemente, hasta que los principales príncipes de los reinos, no encontraban una mujer completa para sí de aquella generación que se levantaba y por consiguiente muchos de ellos complacían sus apetitos sexuales con sus hermosos colegas de los otros reinos. “Pero todo no pasaba de ser un secreto de muerte y perdida”.

Por aquello de las continuas guerras y de los continuos ataques en contra de los débiles, la hija de las estrellas, también descendiente de ese pueblo miserable y débil, con el que todos los reinos de la tierra jugaban y se divertían; crecía en medio de la selva, cubriendo su desnudez con las hojas de los arboles; absolutamente nadie la conocía, de hecho, era una niña muy fea, tan fea que sin lugar a dudas de ser vista llevaría las muerte más violenta que mujer alguna sufrió durante ese tiempo. Su fealdad era exacerbada. Dos meses antes de sus quince primaveras, la muy pobre, escondida entre los arboles iniciaba la costumbre de las mujeres; algo extraño para ella. Lloraba y gemía por entre los pedregales.

Una madrugada, el día que de su cuerpo se terminaba su primer flujo de sangre; mientras dormía sobre una roca en forma de cuna; una lluvia de fuego blanco, y de truenos y de relámpagos encendidos cubrió la piedra donde dormía. Los animales de aquella selva, que por supuesto la adoraban y la apreciaban como parte de aquella selva virgen y peligrosa, temieron en gran manera y solamente las especies que vieron el hecho fueron desaparecidas de entre la raza animal y salvaje del tiempo por los tiempos.

No hubo memoria del hecho ocurrido, al día siguiente, los animales del bosque que tanto la querían, no la reconocieron, y la atacaron, ella no entendía; mientras corría, y huía por los caminos menos peligrosos de aquella madre selva, sentía como si algo se desprendiera de sus ser, corría ¡cual gacela que huye de su devorador! Cuando llegó a los albores de uno de los bosques del castillo blanco, vio nuevamente al gran rey de las guerras y a su joven príncipe quien se había convertido en su amor platónico y quien por aquel tiempo andaba en épocas de amores.



Simultáneamente a este hecho; en el otro extremo de la tierra, se había desatado un poder enceguecedor y peligroso, ¡se trataba del Rey y dueño de los de abajo!, cuyo primogénito no fue un hombre sino una mujer; y como todos los alrededores de su reino conocían la dureza y arrogancia de sus corazón, el día del alumbramiento aseguró a todos sus principados que su hijo varón había muerto, encerrando a su muy pero muy hermosa bebe en el lugar de la serpiente madre y de los dragones padres, a quienes les ordenó la crianza de su creatura. La reina y madre del castillo nieblas, fue asesinada por su esposo, por haber dado en su primer alumbramiento una hembra y no un varón. Quince años después de este acontecimiento, la niña fue transformada en mujer el mismo día y a la misma hora, con el mismo proceso en que la hija de las estrellas vivió.

El día que salió esta hermosa mujer, de tan solo quince años de edad, su padre se impresionó muchísimo al verla, ardió inmediatamente en ira, y mandó matar a la serpiente y a los dragones encargados de la crianza de su bebe. Pero era demasiado tarde, dado que la adolescente, había dado muerte a sus cuidadores de sangre fría. Sin lugar a dudas, todo el castillo negro estaba ante la presencia de una belleza nunca antes vista, una sabiduría e inteligencia aterradora y un poder que tenia origen en los inicios de la confusa raza de su padre, “el rey de los de abajo”. Su padre, por supuesto sabio en extremo, quiso retenerla, pero sigilosamente la joven transformada en una gata negra, huyo del castillo y de los designios de voluntad de su padre.



Mientras esto ocurría en el castillo nieblas. En los albores del castillo blanco, la hija de las estrellas buscaba la manera de permear en el castillo blanco sin ser vista por nada, ni por nadie. Pero mientras eso ocurría, las bestias selváticas estando demasiado cerca para asesinarla, la identificaron por el olor de su juventud, el cual era apaciguador, por ese mismo olor fue que jamás le habían dado muerte, y por el mismo todas las bestias feroces se habían sujetado a su mando y ordenamiento desde que tan solo era una bebe.

En ese momento, los animales todos a una corrieron, ella desprevenida, fue levantada por sus largos marrones cabellos por uno de los servidores del castillo blanco. Este hombre la trajo hasta donde se encontraban el rey y el príncipe en su preparatoria de guerra; “nunca una mujer podía verlos juntos, sin ser muerta al menor instante por el efecto de sus rostros”; pero esta adolescente lo resistió, lo que sorprendió el poder y dominio del reino blanco. Siendo arrojada al suelo, escasa de ropas, casi desnuda; el servidor empezó a cuestionarla delante de los reyes, pero no entendía el lenguaje de ese reino y por tanto no hablaba, solo gemía; Gemidos que el joven príncipe de manera muy curiosa entendía y así mismo respondía. Entre tanto su padre, por efecto del viento desapareció de esa escena de pánico, conocimiento y atracción. El castillo blanco estaba ante la presencia de una joven doncella bella en extremo, hermosa en todo su andar, y como primera novedad había alcanzado la misericordia del castillo, motivo por el cual el rey del mismo desapareció entre el viento.



Luego hubo consejo en el castillo blanco, trataron de reconocer la procedencia de aquella joven que había llegado al castillo blanco por en medio de uno de los muchos bosques, pero no le hallaron genealogía y eso conmocionó en gran manera el consejo del reino del castillo blanco. Entre tanto fue puesta en una de las prisiones del castillo, pero como el joven príncipe había caído en un profundo encanto, intercedió por ella ante su padre, pidiéndole que fuera puesta en una de las habitaciones reales diciéndole - “padre mío, no sabemos qué procedencia tenga esta mujer, por tanto, considero necesario sea tratada como una mujer noble, puesto que tal vez incurramos en problemas con las leyes del castillo por no ser hospitalarios con una mujer sin rastros”-, esto pareció bien a su padre y la mujer fue tratada como tal, enseñada en la lengua del castillo y antepuesta a las normas y leyes del mismo. Donde el mismo rey percibía el alcance de su sabiduría y justos juicios a través de los razonamientos que en la lengua que se aprendía ella expresaba con muchos errores sintácticos.

El rey había indagado en el ministerio de lo oculto, en el que solo él podía consultar; se trataba de un ojo tranparente puesto exactamente en el lugar sagrado de su castillo; era el ojo que todo lo veía sobre la tierra e interpretaba al rey del castillo blanco lo que vendría; (este merito había sido dado al castillo blanco por las obras buenas y el corazón afable que tenía su rey). Sin embargo, mientras el rey trataba de asimilar lo que acontecía en su castillo, nada de lo que el ojo había relevado parecía concordar, todo parecía como si el ojo mintiera o estuviera ocultando algo, porque se había hablado de una mujer hermosa que llegaría al castillo blanco; pero no en ese tiempo, sino en otro y que la descendencia de esa mujer tendría enemistad con el castillo nieblas y por ende debía ser eliminada por el comando supremo del castillo blanco. Pero jamás se había hablado de una mujer como la que acababa de ser hospedada en el castillo blanco. Por lo anterior el rey empezó a desconfiar de la hija de las estrellas, pensando que se trataba de un plan de su enemigo a muerte, “el rey del castillo nieblas”.



A la caída de la tarde de aquel día, sobrevino una borrasca muy fuerte, tan fuerte que el castillo en si fue cerrado. Y la guardia principal del castillo fue agraviada por los hechiceros y brujas que había enviado el rey del castillo nieblas en busca de su pequeña bastarda. Mientras esos magos flotantes en el aire con aspectos de gran maldad atacaban los mandos de seguridad del castillo blanco, los servidores de este castillo se inclinaron sobre el suelo y se despojaron de su apariencia humana, transformándose en palomas acorazadas con alas de un plumaje excelso en hermosura. Combatieron por algo cercano a los quince minutos, hasta que el dromedario caníbal, servidor del rey nieblas, sobre los vientos de la borrasca, con su mirada profunda que traspasó los fuertes muros y puertas del castillo, miro a la doncella sobre una cama real; pero, inmediatamente identificó que no se trataba de la hija del amo. Por tanto desapareció con sus tropas enemigas; nadie murió, pero fue una señal que alerto sobremanera al joven príncipe y a su amado padre.



Enterado el rey del castillo nieblas de la doncella que habitaba el castillo blanco se perturbó sobremanera y recordó las imágenes de los jeroglíficos antiguos acerca de la batalla, lucha y guerra que se daría entre las dos hijas de la tierra; la una la hija de la luz y la otra la hija de las tinieblas, en un tiempo que parecía comprender otros tiempos antes de su llegada. Por su parte el rey del castillo blanco había caído en un sueño delicado, puesto que vio todo lo que acontecería y cuando se levantó, se levantó con gran angustia sin recordar absolutamente nada, solamente una gran perturbación sobrecogía su corazón. De inmediato levantó su almohada; pues debajo de su almohada se encontraba el lugar sagrado de su castillo “el ojo revelador”, el cual le mostró, exactamente cuando la hija del rey del castillo nieblas se transformaba en una gata negra y huía de entre las huestes del castillo de su padre. Inmediatamente el ojo revelador le mostró los jeroglíficos antiguos, aquellos dibujos inanimados que lo conmocionaron en gran manera acerca de la lucha de las dos hembras de la tierra por el designio de los reyes y de los pueblos. Era un asunto tan delicado, del cual dependía el fruto de la vida y lo sobrecogedor era que todo había sido entregado al mando de la mujer…



Pasada la borrasca y ese oscuro acontecimiento en contra del castillo blanco; En él mismo se dispuso asamblea de doctos, los cuales determinaron proteger con todas las fuerzas del reino del castillo blanco a la joven doncella. No tardó mucho en ser encontrada la hija del rey del castillo nieblas; fue encontrada en un peñasco donde nacía un rio de agua muy espesa y amarga, tanto que nadie la podía beber. Mientras esta decidía lanzarse, su padre en una milésima de segundo estuvo detrás de ella, sin que ella lo notara y la tomó por su brazo izquierdo, no dejándola morir. Sabía que su hija era el instrumento de guerra que desplazaría las deshonras de su reino, a las honras que vendrían de seres hasta el momento desconocidos por esos mundos.



Mientras todo esto pasaba, el joven príncipe, se excedía en belleza y hermosura sobre todos los principados y potestades, su sabiduría y talante no era sobrepasado por nada, ni por nadie. Se había convertido en cuestión de dos días en el varón perfecto; pero aconteció que en la noche de la borrasca; una lluvia de pétalos rojos lo bañaron en sus jugos sagrados, durmiéndolo por algo cercano a siete años. Durante ese tiempo, nadie pudo entrar a su aposento, ni siquiera su padre. Durante esos siete años ambas mujeres fueron entrenadas para el día del combate, cada reino dispuso de lo mejor para el entrenamiento de cada mujer, con el fin de obtener la victoria en el día señalado; era un día sin fecha y sin hora, era un día tan vacío y tan lleno lejos del alcance de los seres que concurrían el espacio. El único que tenía conocimiento de ese día era el rey y su hijo que dormía.



Siete años después, el día en que fue despertado el joven príncipe, las dos mujeres se renovaron en hermosura, como nunca antes había sido vista sobre la tierra; a ambas se les multiplicaron en tres medidas más sus talentos y poderes de guerra; eso fue algo ocasionado por el despertar del verdadero príncipe. Como la hija de las estrellas fue entrenada en el castillo blanco, fue inevitable tener en su presencia al hijo del rey, el Amor, fue a primera vista, sus corazones palpitaban a una velocidad nerviosa que ocasionaba mucho temor en la relación que se había cautivado. Discerniendo el rey del castillo blanco que ya era el tiempo de la batalla, notificó al rey del castillo nieblas por medio de uno de sus blancos unicornios voladores.



Ese, no fue un día, no fue una hora, solamente era un acontecimiento dentro de una circunferencia rodeada de cadenas y reflejos proyectados de luces de muchos colores. Ahí se encontraban muchas mujeres vírgenes, que aspiraban tener los desposorios del hijo del rey; pero cuando el joven príncipe vio a la hija del enemigo de su padre, sintió un fuerte temor y ordenó expulsarla de aquella circunferencia; la mujer en ese momento, con su gran poder exterminó a los servidores de rey del castillo blanco y acabó a una con todas las cientos de doncellas que hacían fila para ser opcionadas por el rey a titulo de esposa de su único hijo. En ese momento de alevosía, la única que se levantó sobre los abismos de fuego fue la hija de las estrellas, donde todo su cuerpo rosado como la fruta que inicia en las ramificaciones de los arboles, su cabello abúndate de color café oscuro brillante y sus ojos grandes del color de su cabello; ahora su figura, esbelta, como la de una mujer sin defecto, se auspició del ataque de la enemiga que quería robar el prestigio y amor de su amado y de una manera sorprendente capturó ese negro eléctrico poder en su mano y lo hizo polvo ante los ojos de todos los allí presentes; inmediatamente la hija del rey del castillo nieblas ascendió sobre el espacio y se hizo frente a frente a la hija de las estrellas. Cuando sostuvieron fijamente sus miradas la una de la otra, ambas sufrieron una transformación física, a ambas les fue quitado el vestido de guerreras y les fue otorgado a cada una un vestido de novia, casi idénticos, la única diferencia era que el vestido de la hija de las estrellas tenia corona como añadidura del vestido, en tanto que el vestido de la otra, solo tenía un ramo de uvas amargas y aparte de eso, su vestido no tenia calzado. En cuestión de segundos volvieron a sus trajes de guerra; la hija del rey del castillo nieblas, de tez dorada, de cabello ondulado y dorado, muy hermoso por su abundancia, de un cuerpo muy atractivo y deseable; tenia consigo las armas negras de sus antepasados, los polvos mágicos de sus hechiceras y los atuendos de perversidad que usaba su madre. En tanto la hija de las estrellas solo tenía un arco consigo y bajo sus pies tenía una fuente de agua que se movía con ella por donde se desplazara.



En ese momento ambas fueron detenidas. El trono del joven príncipe fue ascendido en lo muy alto, frente a si tenía las dos hermosas mujeres cada de novia y de guerra que habían recibido de sus padres.



Dentro de la circunferencia, una mitad se hizo luz y la otra se hizo tinieblas, muchos reyes y sabios, también mujeres y niños, contemplaban desde los suelos aquel acontecimiento. En tanto los dos reyes cada uno en su castillo, sentados en sus tronos esperaban pacientemente, expectantes de cualquier asunto.

Sobre lo muy alto, el rey comenzó a leer las reglas del combate, donde todo fue permitido; lo único era que una de las dos debía dar muerte a la otra en el término de una hora; de no ser así, ninguna seria elegida como la reina suprema y ambas morirían. La segunda regla era que si moría la hija de las estrellas, la hija del rey del castillo nieblas tendría un dominio muy largo sobre un mundo muy apetecido pero sin edad. Y la última regla era que si ganaba la mujer rosada se darían las fiestas de la boda y la hija del castillo negro sería completamente destruida.

Una vez fueron puestas en conocimiento las reglas sobre las dos mujeres, todos los moradores que habitaban ese tiempo, las oyeron y temblaron.

Se dio inicio al combate, cual combate no existió jamás entre dos mujeres como ellas. Primero combatieron sin hacer uso de sus poderes, combatieron como luchan dos mujeres con rabia y temperamento, se alaban sus cabellos, se arañaban sus pieles, pero se sanaban simultáneamente las heridas que se hacían, pasados quince minutos la hija del castillo negro se encendió en ira porque la hija de las estrellas le quito el collar de su madre Venus y lo tiro al vacio espantoso, donde habitaban creaturas horribles, raras y peligrosas. Empezaron los poderes, el poder de las uñas, de donde se desprendieron sus uñas y se hicieron millones, filosas y venenosas, todas entraron en el cuerpo de la hija de las estrellas y el veneno quiso hacer efecto, todos pensaron que ella caería y moriría, pero su cuerpo se hizo inmune al veneno y eso no la perjudicó; entonces la buena mujer sacó dos lazos de sus cabellos y quiso estrangularla pero no pudo porque la espada de la mujer mala las corto, seguidamente, sabían que restaban solo quince minutos para dar fin a la batalla. Entonces la angustia del paso del tiempo las sobrecogió a ambas, pues ninguna quería morir. Como lo único que quería la hija del rey del castillo nieblas, era que la veneraran por su poder, riquezas y gloria, sus poderes se hicieron menos fuertes ante los de la hija de las estrellas puesto que ella solo combatía por el amor y enaltecimiento de su príncipe entre los reyes.



Pasó que faltando tan solo tres segundos de combate, el padre de la hija del castillo nieblas, viendo que su hija se debilitaba sobremanera y estaba próxima a expirar, quebrantó el código del respeto e hizo desaparecer a su hija del combate. Se la llevó, la ocultó. Pero como la regla decía que una de ellas tenía que morir y como nadie murió. Entonces, los mandos superiores determinaron enviar al rey del castillo negro junto con su hija al mundo sin edad. Donde ambos serian espanto para los habitantes de ese mundo; pero, ambos ejercerían poder sobre muchas personas, incitando y enseñando los caminos del mal. De la misma manera el matrimonio del príncipe y de la hija de las estrellas, una vez contrajeran nupcias y consumaran su amor, serian enviados al mundo sin edad a enseñar a los pobladores de ese mundo la magnificencia del bien.

Se celebraron las bodas y el rey preparó un agasajo enorme para la boda de su hijo, donde muchos de los invitados no fueron porque les interesó mas acompañar al señor nieblas. La boda se hizo y hubo mucha felicidad en el castillo blanco.

Llegado el momento el príncipe junto con su esposa fue enviado al mundo sin edad, donde se encontraban ya trabajando el rey del castillo nieblas y su maligna hija. Y pasó que luego de un tiempo, cuando los dos jóvenes del castillo blanco se posesionaron como rey y reina en ese nuevo mundo e iniciando las reglas del bien, de manera constante. La hija de el señor Levo, este es el señor del castillo nieblas, puesto que en ese mundo todos tenían nombre y el recibió el suyo; el de su hija fue Caica. Esta Caica se percató de la inocencia del pueblo que habitaba ese mundo sin edad y que entre tanto que el Rey y la Reina enseñaban las reglas de convivencia en ese mundo para vivir en paz, propuso a su padre hacer uso del poder que tenían para incitar a esas personas a hacer todo lo contrario a las normas que enseñaban el rey y la reina, las cuales conducían a la paz.



Haciendo pues ellos planes para convertir el mundo sin edad en un lugar de violencia y guerra. Empezaron por estudiar todas las leyes enseñadas y comenzaron a incitar a las personas a hacer lo que no era bueno. Pasado un siglo de vida; había tantos buenos como malos. Entonces fue ordenado por consejo superior cerrar ese mundo sin edad, que a partir de ese tiempo ya tenía un siglo de edad. El rey y la reina se angustiaron y dijeron que ellos podían hacer el trabajo, que ellos podían prevalecer sobre todo ese mal que estaban fomentando Levo y su hija Caica.

Pero el consejo supremo no oyó, y mando recoger a la gente buena; entonces la mujer intercedió e hizo un trato diciendo. “dejen que combata nuevamente con Caica y su padre, yo sola; si yo gano, ellos tendrán que abandonar ese mundo cristal, de lo contrario yo asumo las consecuencias que ustedes determinen”

Pareció bien este planteamiento al consejo supremo y determinaron otorgar el permiso para ese reto. Pero antes se aclararon muchos aspectos del asunto; para ello fueron llamados Levo y su hija, y el rey y la reina. El primero era que Levo seria el rey y su hija la princesa de ese mundo en caso que perdiera la reina; segundo la reina no moriría, pero entraría en estado de sueño, un sueño muy largo, donde su esposo viviría en angustia, buscándola por todos lados sin encontrarla, hasta que pasaran unos tiempos, ya determinados. Y tercero, el sueño de Caica se haría realidad, puesto que las riquezas y los tesoros de ese mundo serian dados a su padre y ella como heredera, enseñaría a ese mundo lo que ella quería, demostrando su poder y convirtiéndose en una voluntad religiosa, que enceguecería a todos los pertenecientes que nacerían dentro de ese mundo, que para vivir tendrían que adorarla y respetarla, defendiéndola en su inmensa ignorancia.

Caso contrario a lo anterior era que si ganaba la Señora y reina, llegarían tiempos de mucha felicidad y paz, pues los poderes de Levo y Caica serían quitados para siempre.



Mientras el consejo supremo entro en esa determinación, el rey llamó la atención de la reina diciéndole – no puedes tomar decisiones tu sola, no quiero pensar lo que sería de mi si te dejara de ver por largo tiempo, no sé, no sé! Mi padre sin dudas permitirá que pasen muchas cosas pero jamás querré perderte, ¡mi AMOR por ti es eterno!;- la Reina con lagrimas en sus ojos le contesto, -y ¿Cómo crees que me siento yo?, tu eres mi vida, pero sabes que no hay alternativa, es nuestro el compromiso, somos los dos como uno, nada puede interrumpir estos designios, tu eres para mi así como yo para ti, nadie podrá acabar nuestro Amor, nadie; me he perfeccionado por ti y por ti no dejare de vivir, aunque los tiempos pasen y nuestro Amor parezca no existir, nuestro Amor en todo momento renacerá y se rejuvenecerá- no temamos, ---ambos lloran amargamente, como si reconocieran que nada bueno fuera acontecer.



Volvieron al consejo de magnificentes sabios ancianos, el ambiente del lugar parecía estar estorbado por un mal presagio pero una vez jurado en el concilio sobre el libro de los tiempos, todas las miradas de los allí presentes se compenetraron sobre los ojos de el Rey y la Reina que fijamente no dejaban de contemplar su Amor. En ese momento toda la asamblea fue transpuesta al mundo que tenía un siglo de edad y ante ellos fueron reunidos todos los habitantes de ese bello mundo centinela.

Para ese día fueron levantadas muchas bestias (Seres completamente extraños y horripilantes; esos eran conocidos como las mascotas de la casa de Levo. Para ese tiempo estos eran monstricos, cargados de sapiencia y llenos de obediencia; estas bestias poseían el conocimiento que permitirían los cambios de la vida del ser humano, eran los monstros eran los pilares del futuro, los cuales harían desarraigar Naciones y construir las reglas de su antojo, estas bestias en los nuevos tiempos serian tan amadas como deseados por conveniencia del alcance de las glorias humanas; pero, en estos monstruos fue puesto desde que su madre los concebía un índice oculto pero muy grande de maldad y torpeza…) cada uno tenía su especialización o trabajo y cada uno conocía perfectamente su fututo dependiendo del resultado de la lucha que en cuestión de segundos estaba por ejecutarse.

Como la lucha tenía que darse entre la Reina, la cual poseía los poderes de su esposo quien a su vez tenía como propios los poderes de su padre “EL GRAN REY”; Y entre el señor Levo y su Hija Caica. Todo se hizo oscuro y el combate inicio bajo el mando del gran concilio de sabios ancianos.



Luego del paso de muchos años y siglos humanos, en el cual los hombres se habían organizado en la tierra, bajo la potestad de un desorden desequilibrado; el que en un principio fue llamado el mundo sin edad, el que otros nombraban el mundo Centinela, estaba lleno de trabajos y de cargas pesadas, todos adoraban a su gran diosa Caica, todos obedecían y temían al señor Levo, que como poseedor de ese mundo convertía en rico y millonario al ser que él quería, mataba y lastimaba a quien él quería y arruinaba a los pueblos que no hallaban su gracia hasta desaparecerlos de su mundo, de ese mundo que nació en medio de las buenas intenciones de un matrimonio que solo tuvo una noche de consumación y diez mil de valor y resistencia.



Como el esposo se encontraba en un universo maravilloso, donde todo era paz, la esposa se había perdido en medio de los tiempos y de los designios trazados; hasta que un día estando el esposo en su aposento, pensando que no podía resistirlo más, salió al encuentro de su esposa, la buscó, la preguntó a los moradores y amigos, fue a los lugares más recónditos de los mares y abismos para ver que sabían los bosques y que nuevas le daban los vientos; pero no hubo respuesta, nunca una, nunca una solución. En ese momento decidió convertirse en un ser ave y volar por sobre los aires del mundo del Señor Levo y su hija sin que ellos lo notaran, mientras volaba el lugar con sus enormes alas de ave veloz, llego a sus sentidos las voces de una mujer y el gemido de una anciana en desesperación, mientras la voz de la mujer decía Amor, Amor, esposo mío, fuerte mío, ¿dónde estás?, el gemido de la mujer anciana se hacía más constante y plausible de acuerdo a las palabras que salían de la mujer. En su corazón se sintió mucha dicha y felicidad y el esposo con su pensamiento respondió Mi amor, mi esposa, mi reina, estoy buscándote, ¡estoy buscándote!; no pensaba pues el rey que ese sería el inicio de una comunicación continua entre los dos, ella le respondió desde la voz de sus entrañas y le dijo ¿dónde me buscas?, él le dijo en tu mundo, el mundo que herede de mi padre para que yo fuese el rey y tú la reina, aquí me encuentro, sobre los aires tratando de visualizar mi Amor. Ella se sintió angustiada y dijo, eso fue lo que ellos quisieron, eso fue lo que me hicieron sentir, eso fue lo que decidieron esos seres que tanto amábamos. El esposo contestó desde su corazón, -no te preocupes Amor mío, que los planes han cambiado contigo, ya mi padre me lo anticipó, ya lo he conocido y me he angustiado sobremanera porque necesito verte, acariciarte, sentirte y protegerte; mi padre me dice que estas protegida y no quiero pensar lo contrario mi Paloma. –es cierto mi Amor- es cierto- dijo la esposa, mi dolor es no verte y tenerte junto a mí, es no poder acariciarte y ser la mujer virtuosa de tus encantos; me siento cautiva; ya siento como propia la vejez de este mundo sin respeto por el bien, estoy cansada, me siento derrotada, te decepcioné –llora amargamente-; su esposo con angustia y dolor le dice – no llores preciosa, no llores, todo tiene que ser así, nuestro Amor es perfecto, nada se le puede comparar- en ese momento; los perturbados vientos informaron a su ama Caica; quién no dudo en intervenir dentro de la comunicación con una risotada maligna y muy fuerte; luego, mandó una lluvia bravísima que impidió el vuelo del ave y tuvo que retornar a su lugar, donde la comunicación no era posible.



De vuelta el esposo al castillo blanco, entro a la presencia de su padre donde este le dijo –te dije que estaba bien, ¿por qué tuviste que ir para confirmarlo?, Padre, respondió el príncipe no hay motivos por los cuales no deba hacerlo, es la mitad de mi, que está lejos de mi y han pasado tiempos no fáciles… yo decido vivir pues en el mundo que tú me diste y con tu poder resistir a ese gran mal que ha encendido el corazón de los hombres y enceguecido el propósito de la existencia de las bestias. Yo voy padre. El rey se angustió en su corazón pensando que perdería a su hijo para siempre, pues no habría heredero para su trono y el era como la Luz de sus ojos, eran un tesoro…

Su padre le expuso todos los motivos a su hijo, las condiciones en que viviría y la cantidad de enemigos que harían su vida indeseable; además si quería encontrar a su esposa tendría que vencer a la muerte que la aprisionaba, pues su esposa era prisionera de la muerte y ella no la dejaría sin antes ser vencida. –ningún hombre sobre la faz de la tierra estaba facultado para siquiera resistirla, todos llegarían a ella y cuando el hijo del rey del castillo blanco llegará a ella tendría que vencerla, resistiéndola y matándola, haciendo posible para los hombres del bien su derrota y arruinado por completo la alianza que tenían la perversa Caica y el rey del mal Levo con esa horrible y corpulenta llamada “Muerte”; una vez hubo escuchado esto el hermoso rey; siguió siendo renuente con su padre e insistió en ir a ese mundo como cualquier hombre que nace.



Pasado un tiempo, este rey nació como un hombre sin gloria y sin reino, nació en un lugar humilde, rodeado de hermanos y de personas que lo consideraban “raro”; su padre no volvió a hablarle dado que se encontraba enormemente afectado por la decisión de su hijo y porque además sus normas y condiciones antepuestas lo hacían actuar como el “GRAN REY DE LA JUSTICIA” que era.



Toda su vida sobre la tierra, fue un completo martirio, sus amigos fueron pocos en tanto sus enemigos innumerables como la arena de los mares reunidos en una. Siempre decía a quienes lo atacaban, este no es mi mundo y he venido en busca de mi Amor. Todo su tiempo de permanencia estuvo determinado por la terrible guerra que desató el Señor Levo con su hija Caica; ya los monstruos habían empleado su sapiencia para confundir y trastornar las mentes y conciencias humanas, pues en lugar de beneficiar al hombre con las ciencias que les fueron otorgadas para que ellos construyeran un mundo pleno y lleno de comodidades; el manejo que le dieron Levo y su hija no fue otro que el de arruinar los buenos propósitos, para levantar guerras, hambres, impuestos, dineros, pertenecías y riquezas monetarias que causaban muertes por doquier, leyes y políticas completamente ilógicas dentro de la lógica perfecta que las bestias conocían. Estas bestias atacaron mucho al hijo del Rey del castillo blanco y por causa de ello los hombres de esas generaciones lo detestaron y lo desecharon hasta ponerlo en el olvido.



Cuando entró en su etapa de adulto; siguió comunicándose con su esposa como la única vez en que sobrevoló los aires. Dentro de esa constante comunicación; los vientos solo registraron algunas que causaron conmoción en los fundamentos de la tierra y que trastornaron el consejo de los doctos; estas son:



0

Ohh paloma,

¿Cuánto tiempo he de esperarte?

¿Cuánto tiempo he de sufrir tu ausencia?

Te busco desde las profundidades de lo infinito y no te encuentro,

Me encuentro en las alturas y no te veo,

Solo veo tu hermosura que decae,

Solo veo tu perfume que se esfuma.

¡Te amo!

I

Han pasado mil y diez mil y aún innumerables han sido las generaciones que te han ocultado.

He gemido tu ausencia, y llorado tu pulcritud ¡oh mujer! Amada mía.

Pero no queda angustia, no queda problema; ya todo está definido.

Solo te espero amada mía, paloma mía, virgen mía.



II

No, no temas, no me llores, no te deprimas, no te ofusques.

Yo te escucho, yo te siento, te percibo en la inmensidad de la distancia,

En la plenitud de las alturas, en el camino no encontrado y en la soledad planeada.



III

Por aquellos, por ellos, por esos, por quienes amamos,

Por los nuestros, por sus simientes, por ellos.

A ese; solo por ese, solo por los suyos

Y por quienes nos aborrecen.

Por aquellos, por la pobre e infeliz bestia que nos intenta cautivar en el olvido

Conociendo que ella misma ha sido olvidada.



IV

Aferrémonos el uno al otro,

Vivamos nuestro tiempo

Y esperemos nuestro momento,

Ha saltado la dicha de mi corazón,

Porque mi esposa me ha escuchado,

La angustia de nuestros corazones

Nos ha encontrado,

Somos felices,

Y no perdemos el rumbo que nos define.



V

Han pasado mil cosas entre nosotros

Y me he derramado en lágrimas

Porque no te tengo a mi lado,

Amado mío,

Ternura, no me dejes

Apresúrate a socorrerme

Sálvame de la angustia

Y de la tortura que me consume

En el intervalo de los tiempos.



VI

Te amo, te siento, te busco y me aferro,

Me apego y te lloro,

Te busco y no puedo;

Me encuentro en medio de vacios

Y en medio de creaturas horribles,

Que me han dicho que como a ellos,

Tú también me has olvidado.



VII

Si te hubiese olvidado, amada mía,

No estuviera yo en las nubes de tu cielo,

Parando el ocaso y sosteniendo el poniente

Solo para no perderte.

Te amo

Te amo



VIII

Me ha dolido tu ausencia, y

Mi desesperación por verte es infinita.

¿Por qué no te encuentro?

¿Por qué no me escuchas?

¿Por qué han pasado, las mil y las diez mil y la infinitud

De generaciones? ¿y por qué se ha perdido tanto?

¿por qué?

No lo entiendo,

Pero ellos lo decidieron y te mataron de mi corazón

Por unos tiempos

-Me duele-



IX

Siento, que no te siento y que no te siento porque no te quiero.

Te busqué, y tú huiste,

Te encontré y me dejaste,

Te hallé y me traicionaste

Te mate

Y me amaste.



X

Ay mi amor,

He querido no amarte, y no he podido

He intentado olvidarte y no ha habido razonamiento

Para mi corazón.

Tengo miedo por ti, tengo dolor por ti

Y mucha tristeza por los dos.

¿Qué hacemos?



XI

Oh, cuan grato es pensarte, cuan indecible es imaginarte,

Recuerdo tus pechos virginales como jugosos frutos

Meneados en los espesores de mi gallardía

Y alimentados por el esfuerzo de mi vigor.



XII

Te extraño tanto mujer,

Te ansió con la inmensidad de mis emociones y sentimientos.

Pero, me pierdo en el olvido

Y no supero mi debilidad,

No supero las mil y una que se te han igualado,

Pero tan indignas ellas,

Que ninguna se compara

Con la mujer que yo descubrí en ti

-mi niña-



Ya la comunicación era permanente, le decía he venido para rescatarte hermosa mía, he venido para liberarte y romper esas cadenas que te aprisionan y te hieren. Ella le decía estoy luchando por salir y cada vez creo más en ti, confío en ti mi precioso salvador, mi tierno regocijo, mi bello y paciente marido. –TE AMO-.

Cuando entró en la época de la consolidación y perpetuidad de las almas, les habló a todas ellas de su existencia y les dijo a todos los prisioneros de la muerte que se encontraban como desechos humanos, desbaratados y ardiendo en tristeza y dolor; ¿creen que puedo liberarme de la que los aprisiona?, ¿creen que puedo redimirlos y ayudarlos?; nadie respondió, solo muy pocos le conocieron, pero su número fue casi cero.

Acercándose los días del combate contra la muerte, las cosas parecían graves en la tierra de su heredad, no había nadie firme, aún sus amigos le daban la espalda y aún sus seres queridos no lo reconocían como una persona de paz. Llegado el día; entró por uno de los hoyos oscuros, donde lo cubrió una espesa neblina negra, no había luz alguna que superara esa espesa tiniebla, excepto el fuego que encendieron sus ojos y la luz que impartió su vestido; en ese momento los poderes del reino de su padre operaron en él, pudiendo así iluminar todo aquel lugar.



Miro hacia lo alto, donde se encontraban dos calaveras con espadas para la defensa del mal, detuvo fijamente su mirada y finalmente la encontró; allá estaba su esposa, amarrada con cadenas de hierro muy pesadas, tanto que le lastimaban y herían la piel. También estaba ella amarrada a un tronco de árbol seco y un amarradijo de espinas que iniciaba en la punta de su pulgar y terminaba en la coronilla de su cabeza. Estaba allá, cautivada, desechada, sola y desprotegida. El esposo apenas la vio, sintió miedo, quiso correr a su alcance pero fue prudente.



En ese momento, vinieron de lo más alto de ese abismo del hoyo por el cual había entrado, muchas nubes negras en formas de aletazos de dragón que lo sacudieron, él se cubrió en su túnica y ninguna de ellas lo conmovió, luego, una y muchas mujeres hermosas y en extremo sublimes y poderosas fueron puestas a su disposición y una voz que las comparaba con la mujer que él amaba; la voz mencionaba cualidades que su esposa no tenía y mostraban imágenes feas de cosas que supuestamente su esposa había hecho con otros varones en ese lugar. Pero el no creyó nada, ni se interesó; le fueron traídas muchas docenas de centenas de mujeres que lo tocaron y quisieron acariciarlo y ser sus esposas, todas ellas en apariencia exactamente igual a la de sus señora esposa, pero luego que lo hubo resistido, todas se hicieron cadáveres de muertas ardiendo cual tizón puesto sobre el fuego; él reconocía a su único Amor, ninguna de ellas tenía el olor innato de la fruta del bosque como el que su esposa tenía; era un olor único y especial. De ver la muerte que nada había surtido efecto, vino a él y le dijo, puedo darte las riquezas, tesoros, muchos reinos y tesoros, muchos tesoros; te puedo dar las claves y los secretos de los lugares donde permanecen y nacen los manantiales de metales preciosos que ningún hombre en la tierra ni siquiera imagina; el oro es nada, para lo que puedo darte; te entrego naciones, pueblos y reinos; todo, lo dejo todo a tu nombre en este globo de vida, incluso te devuelvo a tu esposa, “pero sean mis servidores”; ¡ya basta!, respondió el hijo del Rey, tú no eres nada y no tienes valor, fuiste hecha para ser nada y por ellos (señalando a los muertos) te declaro tu fin, (la muerte fue enviada por un túnel de colores vivaces, que le absorbió su gloria de no poder ser vencida por un hombre); al salir del túnel; cayó al suelo, trastornada y humillada en extremo. Luego de ello, cuando la muerte estaba sobre la lava ardiendo, refirió unas palabras en una lengua demasiado hermosa y musical, que mientras sonaba, su voz se hacía muy potente, que de tanta potencia y fuerza mató a la muerte y liberó a su esposa de las garras de las dos calaveras malvadas. Al mirarla, la reconoció y lloro, ella también lloro; la saco de ese horrible lugar y la puso en uno de sus escondites en la tierra, la limpió, la cuidó y la preparó. Le dijo, yo me tengo que ir, pero no te dejaré sola, aún tienes que vivir en este nuestro mundo por heredad; y trabajar duro para recuperar lo que nos pertenece, debes ser muy fuerte y valiente amada mía, paloma mía, debes hacerlo. Le dijo además, no te preocupes, no te dejaré sola, estaré a tu lado siempre, escuchándote y protegiéndote, lo que tú me pidas te lo daré y lo que ordenes se haga se hará, ¡porque tú tienes poder de mi padre!; ella muy feliz, trabajo y lucho mucho en la tierra durante un tiempo y un tiempo más la mitad de otro tiempo.



En una ocasión uno de los gentiles, oriundos de una de las Naciones de esa tierra que en un principio fue llamada el mundo sin edad, luego el mundo centinela; pues sucedía que la gente que seguía los caminos buenos que enseñaba la esposa, le llamaban el mundo sin edad, mientras que los que seguían el ejemplo de Levo y Caica le llamaban el mundo Centinela, todo ello lo provocaron los hombres con sus teorías acerca de la vida y la especie humana, todo ello, ademas fue, porque los monstros de la ciencia y de los conocimientos jugaban con las mentes humanas y se divertían con la ignorancia e inocencia de los hombres que hacían alarde de tener siempre la razón.



En exactamente la mitad de esos tiempos, en el día en que fue la mitad, un hombre ya avanzado en edad, le contaba una historia a su nieto mientras este debía dormirse; este hombre anciano, era una persona muy especial que durante su corta vida lucho por tener en alto el gobierno de la esposa y de militar en los caminos del bien y por ello era un hombre al cual las bestias de la tierra no podían confundir ni burlar, al contrario él las burlaba y avergonzaba por su mística fealdad.



Él le narraba lo siguiente:

“La guerra había comenzado, no quedaban rastros de vida sobre los carbones humeantes que reflejaban la victoria de los enemigos contra nuestro pueblo, la patria estaba toda conmovida, cientos de miles de simpatizantes aferraban la crin de la bestia sobre sus lomos, las mujeres muertas de pánico gemían por las violaciones incesantes que hacían a sus derechos y virtudes, el respeto era nulo y la intolerancia en todas sus manifestaciones se perpetuaba en las mentes de los genios humanos, los lideres estaban todos cegados y ninguno, ni uno de todos ellos se encontraba habilitado para hacer el bien, la meta era entonces combatir aquellos monstruos que habían invadido de repente nuestra tranquilidad y buenas costumbres, la meta era exterminar por completo la bestia que acarreaba contra nosotros de la manera más ruin y cruel, pero no habían alternativas, la dominancia que esta tenía sobre nuestro pueblo era tan grande que si un pequeño, sabio de corazón, de cuna humilde y ecuánime en su sentir altercaba contra la bestia inmediatamente los pueblos le maldecirían, y la arrogancia de la bestia en todos sus poderosos ocasionaría la muerte suspicaz de una golondrina que intento traer el agua a un mar de sequedad e insensatez.

La gran bestia pues vivía expectante de los tiempos y de los momentos, se aseguraba que los seres humanos no concibieran su existencia en ausencia de la que se proclamaba Dios, sentía la ignorancia de mi pueblo como su principal fortaleza, yo entonces tenía miedo, estaba solo, nadie me acompañaba, todos me burlaban y escarnecían, sagazmente tuve que maniobrar la situación, hice uso de mi prudencia, supe bajar la cabeza cuando fue necesario hacerlo, me sometí, me humille, no encontraba otra alternativa inteligente, pero mi pudor y mi rabia era impulsada por mis amigos, por mis queridos, por mi gente, toda ciega ella porque el aguijón de la enemiga los había entorpecido y anulado por completo su capacidad de razonar, ella pensaba que yo estaba embrutecido por su dominio pero no era así, me había liberado de sus hechizos desde el momento que descubrí la magnificencia de la virtud, era entonces la virtud el único ser capaz de enfrentar y detener definitivamente a la bestia.

Estaba la virtud en su llanto solaz, era completamente hermosa, sus movimientos todos iban concatenados con sus acciones, cuando se movía daba la impresión que toneladas de aguas dirigían el ritmo de la vida, pero ella estaba triste, ella estaba despreciada y desechada porque sus amantes la habían dejado sola, la habían ignorado y ultrajado al punto de morir, con su llanto pausado y su rostro como el color de la sangre helada de tanto llorar, me dijo “ aunque exista un solo viviente que proclame mi necesidad, allí estaré con él y solo no le dejare”; yo atónito por aquellas palabras, le pregunte –“¿y cómo es que estas así? - ¿es acaso la bestia más fuerte y poderosa que tú?” -ella lo propicio todo, ¿verdad?-. Entonces con una sonrisa inusual me transportó en el tiempo, a una batalla sin precedentes, se encontraban en la intemperie de los cielos y de la tierra y del gran abismo dos mujeres sumamente hermosas, cada una de ellas dominaba escuadrones de súbditos, todas con sus legiones bien organizadas pero con propósitos muy dispares. Por los rayos del sol que encandilaba mis ojos solo percibía dos cuerpos esbeltos muy bien torneados y voluptuosos, eran mujeres de verdad, bastante representativas y simbólicas, veía dos multitudes muy fuertes, mientras los unos gritaban a una sola estruendosa voz VIRTA los otros con halito salvaje vociferaban DINORA; de repente fui ascendido a un tribunal, compuesto por tres ancianos llenos de sabiduría, yo estaba a espaldas de ellos, nadie notaba mi presencia allí, yo solamente veía las cosas. Pude notar con claridad que eran más los que estaban de lado de la gran Dinora que los que se encontraban con la gran Virta, también me fue permitido diferenciar a las dos mujeres, ambas eran muy elegantes, y muy femeninas, ambas eran hermosas, pero Dinora tenia unos ojos cristalizados color violeta, altamente refulgentes mientras que los ojos oscuros de Virta eran demasiado humanos para ese contexto dimensional. Todos parecían seres celestiales con armaduras y trajes de guerra que para describirlos en su tenacidad se haría necesario conjugar los mil idiomas angelicales de las siete naciones perdidas gobernadas por el Dios de la guerra.

Ahora bien, esa batalla aterro mi ser, ambas mujeres parecían destrozarse; en mi existencia jamás vi una manera tan particular y salvaje de combatir, además porque no morían, ¡fue terrible! de repente muchos de los súbditos de Virta se cambiaron de bando y empezaron a hacer fuerza por Dinora, Virta dándolo todo, al darse cuenta de eso se decepcionó y callo a los abismos, a la profundidad de la oscuridad y el olvido. Luego los tres tribunales se miraron fijamente con una mirada penetrante y entregaron a la gran Dinora las riquezas de la Naciones, le dieron potestad sobre los hombres, sobre las vidas humanas y sobre el rumbo de los pueblos, entonces todos los discípulos de Dinora en su nombre hicieron un símbolo, trasformaron el gran árbol del bosque en una hoja de papel inmensa y sobre el pintaron el rostro de la hermosa Dinora juramentando que el poder de la vida estaría regido por ese papel hoy muy conocido como dinero.

Las consecuencias del gobierno de Dinora me hervían las sangre, pero el mayor dolor sentido fue palpar tanta estupidez y arrogancia humana, sentía la ignominia de mi pueblo en mi rostro, definitivamente pude comprender que todos los actos del hombre dependen de la carnalización de sus deseos y por tanto la existencia se hace torpe ante un transitar tan vago y desprovisto de buena voluntad. Entendí que un gobernante es la marioneta de gobiernos invisibles, no vistos por ojo humano pero si muy palpables y trascendentales, en ocasiones letales cuando se quiere hacer algo pero no se consigue por el juego sabio que a grandes carcajadas hace la bestia con nuestra voluntad.

Finalmente cuando le estaba preguntando sobre como terminaría la guerra ella muy sutilmente me interrumpió y dijo “no es que ella sea más fuerte que yo pero si mas amada por todos vosotros y ante eso…” cuando terminó el anciano que había adquirido poder, un gran poder de parte de la esposa, que ella le había entregado a él por su fidelidad y Amor hacia el bien; el niño fue poseído por un gran calor, algo así como un fuego cobijador, mientras que su abuelo al lado suyo en su cama expiró.



El niño soñó que él era como su abuelo y que tenía mucho poder y que las personas malas no lo querían y que el defendía a los buenos y le hablaba a mucha gente. Al otro día se conoció que su abuelo murió al final del relato y que como herencia le había dejado la protección de su sabiduría; pues este niño heredo los dones y poderes que la esposa le había entregado al respetado e inolvidable “Abuelito”.



Llegado el tiempo de las bodas de oro, la esposa estaba completamente preparada, estaba ataviada, con un vestido enorme con todo tipo de nítidas blancuras y rodeado de vientos y aires delicados que acariciaban el vestido, con unas sandalias sacadas de lo más infinito y oculto de la vida y una corona que reconocía los sufrimientos y el arduo trabajo de la mujer sobre la tierra. El esposo desde el lugar de su padre salió al encuentro de su amada esposa, él estaba completamente hermoso y deseable, vino por ella levantándola por entre los aires, junto con todos aquellos hombres de bien que la respetaron y cumplieron sus enseñanzas, ella y ellos como uno solo contrajeron matrimonio con el gran Señor de señores, con el Rey de reyes y fueron felices por la eternidad con la paloma que cautivo su corazón y supo ganar el respeto de los mandos eternos.



Por otro lado el padre del rey, es decir “EL GRAN REY”, cumplió el castigo prometido a los malignos y los mando al olvido, a lo inalcanzable y al sufrimiento eterno, donde jamás serían recordados, toda aquella gente que no fue sincera y que siguieron a las mujeres que quisieron ser esposas del hijo del Rey pero que no fueron escogidas para serlo, fueron muertas y junto con sus capitanas enceguecidas murieron para siempre. El olvido y el dolor por siempre…



El mundo que en un principio no tenía edad, el que también fue llamado “mundo Centinela”; ya era un viejo cubierto por la fealdad de toda la sangre inocente que se derramó en sus entrañas durante la juventud de la vida, era un enfermo por todos los males que se hicieron en él y era un asco por los seres que le habitaban los cuales no pasaban de ser creaturas mal formadas, con muchos ojos, con estructuras deformes y con costumbres propias a las de la nada; porque eso eran, ¡Nada! ¡Nada! Y por siempre ¡Nada!

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